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Lo que salió mal para Bryce Harper y otras estrellas ausentes en Cleveland

CLEVELAND, Ohio - Al caminar por el centro de Cleveland, encontramos un paso peatonal que cruza la Calle Ontario. A lo largo del puente, cuelga un inmenso banderín del Juego de Estrellas que promueve las festividades de esta semana. El mismo tiene los retratos de algunas de las mayores estrellas de la actualidad en el Béisbol de Grandes Ligas.

Una de esas estrellas es Bryce Harper, el nombre más relevante y el jugador más reconocible de este deporte.

El único problema, obviamente, es que Harper no es All-Star. No se encuentra en Cleveland. Tuvo una buena primera mitad de temporada, ligando para .253/.370/.470 con 16 cuadrangulares y 62 carreras impulsadas. No obstante, no fue una primera mitad grandiosa y por primera vez desde 2014, los aficionados no le eligieron titular. Sus colegas tampoco le votaron para un puesto como suplente y la liga eligió a J.T. Realmuto como representante de los Philadelphia Phillies.

Por ello, Harper no está en Cleveland. Christian Yelich y Cody Bellinger están sumando temporadas monstruosas y serán titulares en el outfield de la Liga Nacional junto a Ronald Acuna Jr., el fenómeno de 21 años de los Atlanta Braves. En una época, Harper era ese fenómeno; pero ahora se trata de un veterano de 26 años de edad con las expectativas que genera un contrato por $330 millones.

Las cifras de Harper han decaído un poco con respecto a la temporada anterior (OPS de .889 en 2019) y mantiene ritmo para terminar con 29 jonrones. Está bien, con la excepción de que todo el mundo batea jonrones hoy en día. Yelich y Bellinger ya han alcanzado la treintena de cuadrangulares. Harper mantiene ritmo para poncharse en 189 ocasiones y cuando se poncha con semejante frecuencia, no vas a batear para .300, tal como lo hizo Harper en 2015 y 2017. Su promedio de turnos que termina abanicando sigue escalando, lo cual despierta preocupaciones con respecto a su nivel de producción a largo plazo:

  • 2017: 26.8 por ciento

  • 2018: 31.4 por ciento

  • 2019: 33.3 por ciento

También esto representa una sola mitad de la temporada. Harper disminuyó su promedio de ponches durante el mes de junio. Una racha encendida y sus cifras en general se verán mucho mejor. Además, el suyo no es el único nombre relevante ausente en Cleveland. A continuación, presentamos una lista de 10 peloteros más que fueron All-Stars en 2018 y no fueron designados con el honor en 2019, analizando qué les ha perjudicado:

Manny Machado, San Diego Padres

Al igual que Harper, Machado se sacó la lotería de los $300 millones en la agencia libre. De hecho, hablamos del jugador en la presente lista que cuenta con mayores méritos, bateando para .266/.339/.489 con 20 jonrones y 58 impulsadas, además de su acostumbrada defensiva de excelencia. Los números de Machado no son tan sorprendentes como los de la pasada campaña (no le ayudó mudarse del Camden Yards al Petco Park), pero en mayor medida, fue víctima de jugar en una posición repleta de talento, con Nolan Arenado, Anthony Rendon y Kris Bryant superándolo en la tercera base. En definitiva, la liga eligió a Max Muncy en vez de Machado cuando Rendón decidió no participar en el Juego de Estrellas.


José Ramírez, Cleveland Indians

Esta bien podría ser la historia más sorprendente en el Béisbol Mayor esta temporada. Ramírez terminó en el tercer puesto en la votación al Jugador Más Valioso durante las dos últimas campañas; no obstante, de manera inexplicable, ha dejado de batear a ese nivel, registrando línea ofensiva de 218/.308/.344 antes del receso del Juego de Estrellas. Aunque en realidad, su slump se originó en la temporada anterior:

  • Desde 2017 hasta el 17 de agosto de 2018: .312/.392/.607, 66 jonrones en 271 partidos (HR por cada 15.5 turnos al bate)

  • Desde el 18 de agosto de 2018 hasta el receso del Juego de Estrellas: .202/.307/.322, 9 jonrones in 123 partidos (HR por cada 50.7 turnos al bate)

Semejante caída por parte de una estrella de 27 años en el punto máximo de su carrera es básicamente algo sin precedentes, salvo los casos perjudicados por lesiones. Tiene problemas para llevarle el ritmo a las rectas (su promedio de swing fallidos en rectas ha aumentado del 6.1% registrado el año pasado al 10.3%) y después de ostentar porcentaje de slugging de .697 en 2017 y de .668 en 2018 contra rectas, apenas ostenta .325 en la presente zafra.


Paul Goldschmidt, St. Louis Cardinals

Goldschmidt, quien fue bateador designado en el equipo de la Liga Nacional en el Juego de Estrellas 2018, parecía ser una combinación perfecta cuando los Cardinals adquirieron al modesto jugador, seis veces All-Star, con el objetivo de convertirlo en ancla de su alineación. Por el contrario, ha caído de un OPS de .922 a .769. Apenas cuenta con 25 extrabases después de haber ligado 73 para la causa de los Arizona Diamondbacks. Su promedio es de .235 con porcentaje de slugging de .314 con corredores en posición anotadora.

¿Qué ocurre entonces? Su caso es más difícil de entender que el de Ramírez. Todas las estadísticas que miden su swing (promedio de swing, promedio de swings fallidos, promedio de pitcheos perseguidos) son los mismos de 2018. Sus promedios de ponches y boletos se asemejan mucho. Su promedio de velocidad de salida y ángulo de lanzamiento han bajado un poco, lo cual redunda en más elevados y menos líneas. Quizás su mudanza de Arizona le ha perjudicado, excepto por el hecho de que su OPS en la carretera el año pasado fue de 1.053. Goldschmidt tiene 31 años, entonces su declive (si eso es lo que efectivamente está sucediendo) es menos asombroso que el de Ramírez (y no tan severo).


Joey Votto, Cincinnati Reds

Votto, otro inicialista designado All-Star en seis ocasiones, ocupó el segundo puesto en la votación para el Jugador Más Valioso en un año tan reciente como 2017; sin embargo, su poder se extravió durante la temporada anterior, cayendo de 36 jonrones a 12 (incluyendo apenas tres durante la segunda mitad). A pesar de ello, fue designado al equipo del Juego de Estrellas gracias a su OBP de .422 durante la primera mitad y fue líder de la categoría al final de la zafra; no obstante, Votto no ha sido capaz de revertir su tendencia a la baja con el poder, llegando al receso del Juego de Estrellas con apenas ocho cuadrangulares y promedio ofensivo de .268.

La cifra que resalta aún más: Incluso durante la temporada anterior, Votto terminó con mayor cantidad de boletos que de ponches. Este año suma 72 ponches y 41 boletos. Los admiradores de Votto esperaban una remontada; sin embargo, a sus 35 años, parece que el Joey Votto en plenitud de condiciones claramente ha quedado en el pasado. Todos envejecemos.


Aaron Nola, Philadelphia Phillies

Nola tuvo una temporada revelación y una monstruosa primera mitad de temporada en 2018, con récord 12-3 y efectividad de 2.30 para el receso del Juego de Estrellas. Terminó sumando efectividad de 2.37 y terminó en el tercer lugar de la votación para el premio Cy Young. Aprovechando su intratable curva, fue una campaña tan dominante que fue fácil proyectar a Nola como un verdadero abridor número 1 antes de la temporada 2019.

Sin embargo, ese no ha sido el caso. Tuvo un arranque de campaña miserable, permitiendo la suma de 16 carreras limpias entre su segunda, tercera y cuarta aperturas y ha estado saliendo de ese hoyo estadístico desde entonces. La buena señal: desde el 25 de abril, tiene récord 5.2 con efectividad de 2.96, 90 ponches y 7 jonrones en 79 innings: la clase de resultados que vimos por parte de él durante la temporada pasada. Atribuyamos su actuación de abril al frio clima del Nororiente de Estados Unidos. No es un All-Star pero a pesar de ello, terminará la temporada con mejores números que varios pitchers dentro del roster de la Liga Nacional.


Blake Snell, Tampa Bay Rays

Durante los entrenamientos primaverales, Snell me dijo con completa sinceridad que él creía que podía tener un desempeño superior a su temporada que le hizo merecedor del Cy Young, en la cual tuvo récord 21-5 y efectividad de 1.89. No es un hombre carente de confianza. A pesar de ello, iba a ser prácticamente imposible igualar su 2018 principalmente porque limitó a los bateadores rivales a un promedio ofensivo de .088 con corredores en posición anotadora, que obliga a decir que no se trataba de un error de imprenta.

Para ser justos, Snell ha pitcheado mejor de lo que indicaría su efectividad de 4.70. Sus promedios de boletos y ponches, de hecho, son ligeramente mejores a los de 2018. Por supuesto que eso no esconde el hecho de que sigue concediendo más hits y más jonrones (pues es cierto que todos están concediendo más jonrones por estos días). Parte de ello es producto de la mala suerte con las pelotas en juego, otra parte se debe a la pelota y la incapacidad que ha mostrado para mover su lanzamiento rompiente de forma tan consistente como lo hizo en la pasada temporada (con las costuras más bajas). Lo más difícil de explicar es por qué Snell ha tenido cuatro aperturas con más de seis carreras toleradas cada una, permitiendo un total de 26 anotaciones en 11 entradas entre esos cuatro compromisos. Tiene demasiada calidad para contar con tantas salidas pobres. A pesar de ello, su material es excelente y aspiro verle como uno de los mejores pitchers en la liga en lo que resta de campaña.


Edwin Diaz, New York Mets

Por el bien de la sanidad mental de los aficionados de los Mets, no publicaré los números de Díaz. Pero se puede decir que está siendo explotado en mayor cantidad de partidos de lo que sufrió durante la temporada pasada con los Mariners, en una temporada de tanta calidad que hizo que los Mets se vieran obligados a adquirirlo e incluso asumieron una parte importante del contrato de Robinson Cano para adquirir al cerrador lanzallamas.

Al igual que muchos pitchers en 2019, el promedio de ponches de Díaz está bien, pero todo lo demás se ha ido por el garete. Podemos atribuir sus problemas a su slider, que fue la muerte para los bateadores en 2018 y ha sido arrollada en 2019:

  • 2018: .128/.188/.234, 56.4% de promedio de ponches

  • 2019: .319/.353/.532, 33.3% de promedio de ponches

Más de la mitad de las apariciones al plato que terminaron con una slider en la temporada pasada acabaron por la vía del ponche. Díaz no ha tenido el mismo control o movimiento con dicho lanzamiento y los bateadores le han hecho pagar por ello con creces.

José Altuve, Houston Astros

Altuve fue abridor en la segunda base para la Liga Americana en las cuatro ediciones previas del Juego de Estrellas. Si bien está ligando para .262/.328/.453, esos no son sus números de costumbre. También ha estado ausente debido a lesiones.

Sin embargo, en la generación anterior, los aficionados habrían vuelto a votar por Altuve para que fuera abridor del Juego de Estrellas. Después de todo, hablamos de una de las estrellas más importantes de este deporte, un jugador querido por todos y no ha estado terrible. Sin ofender a DJ LeMahieu, quien está teniendo una gran temporada con los New York Yankees y merece ser All-Star, al igual que a Tommy La Stella, Whit Merrifield o a Brandon Lowe, pero el Juego de Estrellas solía girar en torno al deseo de ver a los Altuve del mundo. Las cosas cambian. Creo que todos envejecemos eventualmente.


Buster Posey, San Francisco Giants

Aaron Judge no está presente porque perdió demasiado tiempo de juego debido a lesiones y las dificultades sufridas por Posey al plato son casi con toda certeza consecuencia de la cirugía a la que se sometió en agosto pasado. Posey está cojeando en pleno receso del Juego de Estrellas con línea ofensiva de .253/.315/.378 y apenas tres cuadrangulares en 217 turnos al bate. Apenas tiene 32 años, pero se trata de un receptor de 32 años que viene de someterse a una intervención quirúrgica para reparar un labrum desgarrado y un pinzamiento en la cadera. Considerando su edad, las lesiones y todos los innings que ha pasado detrás del plato, quién sabe lo que el futuro le deparará a Posey. Ha sido All-Star en seis ocasiones y aspiro que pueda volver a otro Juego de Estrellas en un futuro no muy lejano.


Matt Kemp, desempleado

Aunque ustedes no lo crean, Kemp fue titular en el jardín izquierdo para la Liga Nacional el año pasado. Adelantamos la película un año más y es probable que haya jugado su último partido en Grandes Ligas después de una breve estadía con los Reds en la cual bateó para .200 con 19 ponches y un boleto. Firmó con los Mets y jugó ocho encuentros con el Syracuse en Triple-A, pero no ha vuelto a disputar un partido desde el 8 de junio debido a problemas en su espalda y costillas. Quizás pueda volver a las Mayores. Quizás no. Sin embargo, Kemp constituye otro recordatorio de que el béisbol puede ser un deporte cruel e implacable... incluso para los All-Stars.