MIAMI -- Más que pelotero, Franmil Reyes parece más un jugador de basquetbol o un liniero defensivo de la NFL.
Con seis pies y cinco pulgadas de estatura (1.95 m) y 275 libras (125 kilos) de peso, no es de extrañar que sus compañeros lo apoden “La Mole”.
“La Mole, el Franimal. Ese soy yo”, asegura el dominicano de 22 años, quien detrás de esa impresionante humanidad esconde la personalidad de un joven amigable, sonriente y humilde.
En su segunda campaña en las Mayores, el jardinero de los San Diego Padres ya superó casi todos sus registros ofensivos de 2018, cuando impresionó por las largas distancias de sus batazos. En su año de debut, Reyes botó 16 pelotas sobre las cercas y remolcó 31 carreras en 87 partidos.
En lo que va de 2019, en 89 encuentros ya acumula 26 palos de vuelta entera y 44 carreras impulsadas.
¿A qué se debe esa mejoría tan drástica en los números de “La Mole”?
“Al final de la temporada pasada, cuando me hicieron el último llamado a las Grandes Ligas, el 4 de agosto, vine con unos ajustes que había hecho con mi coach en las menores, en la manera de atacar e identificar los pitcheos, que me sirvió de mucho”, explica el toletero caribeño.
“Después, en la temporada muerta, me dediqué a trabajar en mi defensa y no cambié nada en el bateo, porque me había dado buenos resultados. He seguido haciendo lo mismo, trabajando mucho con las máquinas de breaking balls y esa es la llave del éxito que estoy teniendo ahora mismo”, añadió.
Más allá del poder de sus muñecas, de Franmil llama la atención el dominio que tiene de todo el terreno, su capacidad de enviar la pelota en todas direcciones con el bat, al punto que la defensa rival no le hace formaciones especiales, tan de moda en estos tiempos.
“Gracias a Dios puedo manejar la pelota y golpearla hacia todas partes del campo. Hoy (martes), por ejemplo, ese pitcheo que saqué por el jardín derecho estaba un poco afuera de la zona y le di con la maceta del bate”, señaló Reyes, quien a pesar de ser una presencia imponente en el plato, se mantiene en un segundo plano, mientras sus compatriotas Manny Machado y Fernando Tatis Jr. se llevan la mayor atención de los medios.
“Para mí es un honor”, dijo Franmil sobre jugar al lado de ambas figuras. “Manny es uno de los peloteros que siempre he admirado y cuando se integró al equipo, se lo dije. Se lo hice saber de inmediato y me siento muy orgulloso de formar parte de una alineación donde están ellos”, concluyó el gigante dominicano, quien nunca se ha aventurado a practicar otros deportes, a pesar de su físico envidiable.