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El presente y futuro de los Red Sox dependen del codo de Chris Sale

La noticia inminente: Los Red Sox revelarán pronto los diagnósticos sobre la condición del codo de Chris Sale Elbow, tras habérsele practicado recientemente una resonancia magnética. Sale tiene pautado visitar hoy al Dr. James Andrews, para recibir lo que presuntamente será una segunda opinión. El Dr. Andrews tiene un largo historial a la hora de efectuar procesos de reconstrucción de codos en los pitchers.

Mejor escenario posible: A través de los años, los jugadores han expresado su gusto de consultar con el Dr. Andrews, porque en ocasiones el médico se muestra más conservador en sus recomendaciones de tratamiento, dándole así a los atletas ciertas esperanzas de evitar cirugías de envergadura y eso es lo que, presumiblemente, Sale y los Red Sox preferirían hacer. En años recientes, tanto Masahiro Tanaka, lanzador de los Yankees, y David Price, pitcher de los Red Sox, sufrieron fracturas parciales en los ligamentos de sus codos que bien les pudieron haber representado someterse a la cirugía Tommy John; no obstante, con tratamientos y procesos de rehabilitación, ambos han logrado seguir lanzando.

Peor escenario posible: Obviamente, que ocurra una lesión de relevancia: una rotura tan significativa que requeriría de una reconstrucción. Si eso ocurre, Sale se perdería el resto de la temporada actual junto con toda la campaña 2020. Las últimas dos aperturas de Sale se encuentran entre su mejor labor en 2018 y perderle ahora podría ser el tiro de gracia para acabar con las cada vez menores probabilidades de que Boston avance a los playoffs... aparte de un golpe tempranero para las aspiraciones de los Red Sox en 2020, cuando intenten remontar lo que ha sido una temporada decepcionante.

Situación contractual: El próximo año será el primero del masivo contrato de Sale por cinco años y $145 millones firmado hace cinco meses, antes de que lanzara su primer pitcheo de la temporada regular y los evaluadores de otros equipos se mostraron sumamente sorprendidos de que los Red Sox no esperaron un poco de tiempo para concretar el pacto y asegurarse de que Sale estaba en óptimo estado físico. El zurdo tenía una molestia en su hombro que le afectó de forma sustancial durante los tramos finales de la temporada anterior, reduciendo su velocidad y afectando su dominio; además, la percepción que existía en los círculos del equipo fue que la última aparición que hizo como relevista para poner punto final a la Serie Mundial (esa última slider de alta calidad enviada contra Manny Machado) fue un caso de un feroz competidor dando todo lo que le quedaba. "Después de eso, ya no tenía más", dijo una fuente.

La gran complicación: Boston ha invertido muchos recursos, tanto financieros como en prospectos, para hacerse con los servicios de Sale y contratar a Price, J.D. Martinez y otros, que le ayudaron a ganar el campeonato el año pasado. Sin embargo, ya es la hora de pagar la tarjeta de crédito. Price también se ha visto afectado por molestias físicas y Nathan Eovaldi, quien pactó por cuatro años y $67.5 millones el invierno pasado, ha lanzado un total de 36 1/3 innings este año, con efectividad de 6.69.

Durante las tres temporadas siguientes, Boston está obligado a pagar al trío conformado por Sale (quien tendrá 31 años a inicios de la próxima campaña), Price (quien cumplirá 34 años este mes) y Eovaldi una cantidad cercana a $80 millones al año... y ahora no hay claridad con respecto a los dividendos que los Red Sox pueden esperar de esa inversión hecha en ellos. El enorme compromiso financiero con este grupo de pitchers abridores inevitablemente obligará a la gerencia de Boston a tomar otras decisiones financieras sumamente difíciles.

La mayor consecuencia posible: Los efectos sobre la nómina, que se verán incrementados por la incertidumbre que rodea a las inversiones hechas en la rotación, podrían afectar el futuro de Mookie Betts en Boston. Betts ganará $20 millones esta temporada y podría recibir una remuneración récord en arbitraje antes del próximo año, antes de hacerse agente libre durante el otoño de 2020. Los Red Sox han intentado pactar con Betts sin mayores resultados y mientras éste se acerque a contar con la oportunidad de probar las aguas del mercado, existe gran escepticismo dentro de la organización de los Red Sox con respecto a si podrán llegar a un acuerdo con el jardinero.

Varios ejecutivos de otros equipos esperan que Boston coloque a Betts en el mercado de canjes para este invierno, al menos con la intención de ver que podrían recibir a cambio, mientras la organización considera formas de satisfacer ciertas necesidades dentro de su sistema de granjas y posiblemente, cubrir un vacío importante en la rotación de los Red Sox si Sale queda fuera de acción durante la totalidad de la siguiente zafra.