MÉXICO -- Poco a poco el deporte va regresando a la normalidad.
El futbol ya se juega en Alemania, España, Inglaterra; y las fechas para definir la Champions ya las conocemos. El basquetbol ya presentó un plan para jugarse en Orlando, la MLS regresará en la misma ciudad, la NFL celebró su draft y anuncia su calendario de forma remota, ¿y el beisbol?.
Esa es la pregunta que nos hacemos quienes disfrutamos del rey de los deportes, ¿y el beisbol?, ¿en dónde está?, ¿cuándo regresará?, ¿por qué no ha vuelto? Preguntas que no tienen respuesta, pero que demuestran que el pasatiempo favorito de América no termina por entender que es algo que va más allá de un pleito entre jugadores y propietarios.
El beisbol se ha ido rezagando en el gusto del público estadounidense; quien quiera pensar que es mentira tiene derecho a hacerlo, pero los datos no dejan lugar a duda de que la MLB ha perdido terreno respecto a la NBA y otros deportes.
El ser un juego que no está sujeto al tiempo complica que aficionados casuales se enganchen, los famosos "códigos" que castigan las expresiones de los jugadores tampoco ayudan y cuando parecía que la ventana por mostrarse al mundo se abría, los dueños y jugadores han dejado escapar la oportunidad de poner otra vez al beisbol en el centro del debate deportivo.
Se ‘poncharon’ con casa llena y ni siquiera abanicaron.
Primero, parecía que harían algo cercano a 100 juegos, luego a 75, después a 50; ahora un día son malas noticias y al siguiente vienen peores. Las posturas de dueños y el sindicato de peloteros no parece acercarse, mientras que el espacio en los canales y medios deportivos poco a poco van llenándose de otros deportes que están regresando.
Esperemos que arreglen sus diferencias pronto, esperemos que haya pelota lo antes posible y espero también que quienes toman las decisiones se den cuenta que cada día que pasa sin MLB, es un día en que el beisbol pierde la oportunidad de sumar nuevos aficionados.