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Enrique Rojas, Escritor Senior ESPN Digital 4y

Temporada recortada en el 2020 impedirá algunas marcas para latinos

ORLANDO, Florida -- Además de reducir la temporada de Grandes Ligas a un tercio de duración del calendario tradicional (de 162 a 60 juegos), la pandemia del coronavirus forzó a algunos jugadores a tirarse al costado hasta el próximo año y a otros a ver esfumarse las probabilidades de alcanzar ciertas marcas que son muy importantes en el negocio.

Con los choques entre New York Yankees y Washington Nationals en la capital y San Francisco Giants y Los Angeles Dodgers en Chavez Ravine (ambos por ESPN), las ligas mayores estadounidenses arrancarán el jueves 23 su temporada más corta en 140 años.

El temor a jugar en medio de una pandemia (y quizás el poco incentivo de cobrar cerca del 30% del salario prometido en sus contratos originales) hizo que varios jugadores optaran por sentarse este año. Los lanzadores David Price, Mike Leake, Félix Hernández, Héctor Noesí y Joe Ross y los jugadores de posición Ryan Zimmerman, Ian Desmond, Nick Markakis y Welington Castillo dijeron estar preocupados por ellos o familiares cercanos para apoyar sus decisiones.

Para Hernández, quien buscaba ganarse un puesto en el equipo titular de los Atlanta Braves, la decisión no solamente fue difícil, sino que, en el peor de los casos, podría significar el adiós definitivo al terreno y a la persecución de algunas metas, incluyendo el Salón de la Fama de Cooperstown, que el venezolano tiene marcadas en su agenda.

Hernández, de 34 años, ha sido uno de los mejores pitchers latinos de todos los tiempos. Desde que debutó con los Seattle Mariners hace 15 años tiene marca de 169-136, efectividad de 3.42, 2,524 ponches, 2,729.2 entradas en 419 juegos (418 aperturas) y 50.3 WAR en una carrera que incluye seis convocatorias al Juego de Estrellas y el premio Cy Young de la Liga Americana en el 2010.

"Creo que tengo méritos para estar en el Salón de la Fama. Los 200 ganados y los tres mil ponches serían la fresa sobre el pastel. Tengo buenos números, pero eso mejoraría mi expediente", dijo Hernández recientemente a ESPN Digital.

Para otros veteranos latinos como los dominicanos Albert Pujols y Robinson Canó, el venezolano Miguel Cabrera y el puertorriqueño Yadier Molina, entre muchos otros jugadores, la reducción de la temporada por el coronavirus convierte en menos probable el alcanzar algunas metas redondas antes que terminen sus carreras.

Pujols, de 40 años, jugará la penúltima temporada de su contrato con Los Angeles Angels, necesitando 44 jonrones para ser el cuarto bateador de 700 y 172 carreras anotadas para convertirse en el noveno de 2,000. El inicialista y bateador designado también necesita 223 carreras impulsadas para superar a Hank Aaron (2,297) en el liderato de todos los tiempos.

Cabrera, de 37 años, necesita 185 hits y 23 cuadrangulares para convertirse en el séptimo jugador con tres mil imparables y 500 cuadrangulares en las ligas mayores. En la historia de MLB, 32 bateadores han pegado tres mil hits y 27 superaron los 500 jonrones.

Con un contrato que cubre hasta la temporada del 2023, el 1B y bateador designado de los Detroit Tigers tendrá suficiente espacio para ser el próximo miembro del exclusivo grupo de bateadores con 3,000 hits y 500 jonrones, pero con apenas dos meses de juego en el 2020, la hazaña tendrá que esperar, al menos hasta 2021.

La temporada pasada se pegó la mayor cantidad de jonrones en la historia de Grandes Ligas, pero apenas tres jugadores alcanzaron 20 o más en los primeros 60 juegos de sus equipos: Christian Yelich, de Milwaukee Brewers, lideró MLB con 22, mientras que Cody Bellinger, de los Dodgers, y Pete Alonso, de los New York Mets, empataron con 20.

Canó, de los New York Mets, tiene 2,507 hits en su carrera, 37 años de edad y un contrato garantizado hasta el 2023. Con cuatro meses menos esta temporada, Canó tendrá que esforzarse al máximo en los próximos tres años para unirse a los 32 bateadores de tres mil hits de la historia de Grandes Ligas. Solamente 10 bateadores conectaron 100 o más imparables en los primeros 60 juegos de una temporada, pero ninguno desde 1930, cuando Chuck Klein conectó 101.

Molina, de 37 años, se prepara para la última temporada de su actual contrato con los St. Louis Cardinals, necesitando 37 hits y 84 carreras impulsadas para alcanzar 2,000 y 1,000, respectivamente, algo que solamente lograron otros ocho receptores. El potencial futuro miembro de Cooperstown es séptimo en juegos (1,947) e innings recibidos (16,327.2), sexto en aperturas (1,881) y segundo en outs realizados (13,434), entre los receptores.

Además de tener que preocuparse por el coronavirus y un calendario que en la práctica comenzará en medio de la carrera por puestos a los playoffs, algunos grandes jugadores latinos también tendrán que olvidar, al menos por ahora, algunas metas redondas.

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