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Oliver Pérez, ante el reto de dejar atrás al 'Toro' Valenzuela, Aurelio Rodríguez y Juan Gabriel Castro

Oliver Pérez está a punto de dejar atrás a peloteros como Aurelio Rodriguez, Juan Gabriel Castro y Fernando Valenzuela AP Photo

Bastará con subirse a la loma una vez durante el 2020 para que Óliver Pérez, pitcher de los Cleveland Indians, se convierta en el pelotero mexicano con más temporadas jugadas en MLB con 18, por el momento, su nombre permanece empatado en 17 con leyendas de la talla de Aurelio Rodriguez, Juan Gabriel Castro y Fernando Valenzuela.

“Se veía difícil por lo que está pasando, como jugador, aficionado o persona pensábamos que no se iba a hacer, se esperaba que se viniera la segunda ola de contagios, estaba el estira y afloja y se decidió empezar, felicito a grandes ligas y la asociación de jugadores por lo que han hecho, cada dos días nos hacen pruebas, están haciendo todo muy bien.

"Desde el año pasado que empaté y tenía asegurado este año estaba contento, en la temporada estás enfocado en cada juego, en este tiempo que descansé y se acercaba el récord pensaba ya quiero que llegue, estamos más cerca, ojalá todo siga igual y se haga la temporada” comenta desde Cleveland para ESPN el zurdo de Culiacán, Sinaloa.

Estando a días del inicio de su certamen número 18, es inevitable la remembranza de aquel 16 de junio de 2002 cuando su camino en la Gran Carpa comenzó “que te digan que vas a Grandes Ligas es una emoción muy grande pero más cuando estás en la loma porque a veces, toca a jugadores que suben pero no tienen oportunidad de jugar, te pueden bajar al día siguiente, lo creí hasta que me subí a la loma, estuve dos o tres días sin jugar hasta que me dijeron lanzas contra Marineros (Seattle), dije “hasta que tire la primera bola me sentiré de grandes ligas”.

Y el primer bateador al que enfrentó fue el japonés Ichiro Suzuki, entonces novato del año, champion bat y MVP de la Liga Americana. “Me tocó Ichiro, salía en todos los videojuegos y enfrentarlo piensas “qué está pasando, ¿me metí al videojuego o qué pasó?” Pero cuando comienzas a pichar te relajas y te enfocas en lo que estás haciendo, me tocó poncharlo y tiempo después fue mi compañero, senté cabeza y pensé que ahí estaba y a seguir adelante, no solo era Ichiro, ponché al siguiente que era Jeff Cirilo, tiré cinco entradas y gané, el siguiente juego fue contra Yanquis (Nueva York) y su trabuco de todos los campeonatos, enfrentarme de novato dije “Ingueasu” venía de doble AA con dos o cinco mil aficionados y aquí había arriba de 50 mil u 80 mil gentes, mucha diferencia, la emoción muy grande, lo bueno es que fue en mi casa y no en los estadios de ellos porque tal vez ahí me temblaban las piernitas, lo gané también, el tercero con los Gigantes (San Francisco) y lo dejé ganado pero en la octava Gigantes se fue arriba.”

De haber jugado la campaña 2011, Pérez estaría por comenzar su temporada número 19 y no la 18 “fue un año difícil, nunca me habían corrido de un equipo, Mets (Nueva York) me dejó libre y no sabía qué hacer, tenía ese año de contrato pero no importaba, así tengas dinero garantizado es un sentimiento feo, te sientes lo más pequeño, fue el momento más difícil, buscas un contrato y se me dio, pero empecé con lesiones y estuve tres años batallando con eso, tratando de jugar, estaba al 60 por ciento quería jugar y recaía, así estuve esos tres años y aprendí bastante, mis problemas fueron las lesiones, no supe manejarme en esos momentos, al 60 quería pichar, como joven no piensas en esas cosas, lo importante es tener a la familia, mi esposa estaba embarazada y fue mi empujón, me firmó Washington, fui a doble A y estuvimos toda la temporada ahí y fue un buen año, no me subieron porque había un gran equipo, lo tomé como que por algo pasaba”

Fue entonces que su carrera tomó un nuevo rumbo, estando en sucursales durante el 2011 se encontró con Spin Williams, coach de pitcheo con quien había trabajado en Pittsburgh “me dijo que lo más rápido que iba a volver a grandes ligas era si me hacía relevista, porque era muy eficiente contra los zurdos, eso me puse en mente, fui en invierno a Culiacán y recibí la invitación de Marineros, de ahí en adelante las cosas cambiaron y ya van ocho años”.

Su enfoque del juego y la preparación para el mismo también sufrieron un giro de 180 grados “la manera de entrenar cambió, como abridor tienes cinco días para recuperarte, tienes manera de entrenar y prepararte, como relevo debes administrarte en el gimnasio, la forma de correr y tirar porque debes estar preparado todos los días, llegas a apagar el fuego, tratar de tirar los menos picheos para evitar rally, llegas con jugadores en las bases y cualquier descuido que tengas cambia el juego y perdemos, cuando hay jugadores en base no me deben anotar, no me importa el récord, sino los holds, salvar carreras es lo más importante”.

La mente de Óliver Pérez está puesta en el 2020, su temporada número 18 en Ligas Mayores, no obstante, no descarta volver en el 2021, todo dependerá de cómo se sienta este año “me siento a mi nivel y bien, hay que enfocarnos a este año, tienes que entender como deportista si es momento de colgar los spikes, ya no tengo 20 años, tengo que entender a mi cuerpo, si me siento bien sigo adelante pero ya no es fácil por lesiones, si me mantengo saludable y Dios quiere, seguiré adelante”.