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Al terminar las celebraciones por ganar la Serie del Caribe, ¿qué sigue para Águilas Cibaeñas?

Las Águilas Cibaeñas superaron un duro camino para convertirse en campeones de la Serie del Caribe. ESPN

Las Águilas Cibaeñas superaron un número importante de obstáculos durante su camino hacia el sexto campeonato de Serie del Caribe. Luego de terminadas las celebraciones, existen varios problemas a los que tendrán que prestarles atención antes de iniciar la defensa de su título en el próximo torneo LIDOM

Las Águilas Cibaeñas concluyeron una temporada histórica en la que terminaron coronándose como campeones del béisbol profesional dominicano y de la Serie del Caribe, luego de encontrarse al borde de la eliminación en dos ocasiones. Sobrepasaron todos los retos para alcanzar su trofeo número 22 en LIDOM y su sexto título como los reyes de la pelota caribeña.

Regresaron a República Dominicana, fueron recibidos con mucha alegría por fanáticos y por las autoridades gubernamentales del país, en especial por su Presidente, quien en reiteradas ocasiones se ha definido como un aguilucho cien por ciento. Sin embargo, debido a las restricciones que aún se mantienen como consecuencia del COVID-19, es muy probable que el tradicional desfile multitudinario que anualmente realiza el equipo campeón de LIDOM no sea posible (al menos no en la misma dimensión en que normalmente se hace), por lo que con seguridad las celebraciones hayan terminado por lo pronto.

Dicho esto, cabe preguntarse ¿qué sigue para Águilas Cibaeñas? ¿Cuál es el próximo paso? La respuesta a esto es compleja, por el hecho de que, con la temporada recortada, se vieron deficiencias en el equipo que quizás, en un año normal, no se hubiesen percibido en la misma magnitud. De todos modos, hay varios aspectos que Águilas Cibaeñas tienen que empezar a trabajar tan pronto les sea posible, iniciando con su ofensiva.

El primer aspecto que trabajar es conseguir un bateador de poder. Águilas Cibaeñas, dadas todas las circunstancias, fueron la tercera mejor ofensiva de LIDOM en esta temporada, si se toma en cuenta que las estadísticas ofensivas de este año estuvieron por el piso. El problema principal de los campeones dominicanos es que fueron el peor equipo en el departamento de batazos de poder. Solamente dispararon 56 extrabases de los cuales 15 fueron jonrones, ambos en el último puesto de la temporada regular. Dicha situación los llevó a ser cuartos en slugging (SLG) el cual ubicaron en .344.

La necesidad de un bateador de poder fue notoria con la salida del importado John Nogowski en el mes de diciembre, quien, para el momento, se encontraba entre los líderes de carreras remolcadas y cuadrangulares del torneo. Por varios partidos la ofensiva amarilla se vio desarticulada.

Algo que se vio en la Serie del Caribe, pero no en el torneo local, fue el dominio de los lanzadores aguiluchos. Evidentemente, en el caso del torneo caribeño, dos de los miembros de la rotación abridora pertenecían a otros equipos, lo cual ayudó bastante a alcanzar el campeonato de manera invicta.

En la temporada LIDOM, Águilas Cibaeñas tuvo muchos problemas con su pitcheo. Tuvieron la efectividad más alta del torneo, terminando con 3.88 en 30 partidos disputados durante la serie regular, lo cual fue una tendencia que se mantuvo durante las etapas posteriores. Quedaron colíderes en promedio de bases por bolas e imparables por entrada lanzada (WHIP) en 1.36, el más alto del torneo y fueron el segundo equipo al que más hits le conectaron, por lo que la oposición les terminó bateando para un promedio de .242 y finalmente, terminaron ubicados como el conjunto que más carreras permitió con 130 (113 de ellas limpias).

Visto esto, queda obvio que las Águilas deben realizar múltiples movimientos previo al inicio de la próxima temporada y deben hacerlos rápido, ya que Leones del Escogido empezó a realizar adquisiciones, lo que podría ser señal de que los equipos iniciarán múltiples contrataciones durante la temporada muerta.