<
>

Sammy Sosa: La cara dominicana en el deporte luego de la tragedia del 11 de septiembre

Sammy Sosa fue el representante de República Dominicana en medio de la tragedia del 11 de septiembre de 2001. Getty Images

El dominicano tuvo uno de los momentos deportivos más significativos dentro de los días posteriores al ataque en contra del World Trade Center y de la capital estadounidense

El 11 de septiembre de 2001 fue un día que cambió por completo el mundo en que vivimos. El ataque terrorista al World Trade Center y a la capital estadounidense transformó por completo la vida del país. La vida quedó paralizada, por varios días, ninguna actividad en la que las personas tuviesen que aglomerarse fue permitida y las historias de la gran tragedia todavía no dejan de impactar.

Cuando se dice que “Nueva York es la capital del mundo”, esto se refiere al gran encuentro de culturas que existe en la ciudad. Esto es especialmente cierto para la República Dominicana, la cual tiene su mayor población, fuera del territorio del país caribeño, habitando en esa ciudad. Cerca de un millón de dominicanos viven en dicho estado, por lo que el ataque al World Trade Center fue uno que se sintió muy cerca de casa.

Entre las historias que surgieron en los días siguientes a la catástrofe, cuando el pueblo estadounidense empezó el proceso de tratar de volver a la normalidad, el deporte formó parte esencial del proceso de sanación. Una de las historias más recordadas siempre será el cuadrangular de Mike Piazza como miembro de los Mets el 21 de septiembre de 2001, pero hubo otro gran momento que fue igual de importante para otra parte del país.

El 27 de septiembre de 2001, durante el primer juego de Chicago Cubs en Wrigley Field luego de la catástrofe, Sammy Sosa se encargó de representar los vínculos de los dominicanos con los Estados Unidos. El primer gran momento de Sosa en ese partido contra Houston Astros fue al iniciar el encuentro. Sosa salió del dugout de los Cubs corriendo hacia los jardines con la bandera estadounidense en manos, lo cual produjo una erupción de gritos del público presente en el estadio.

Un segundo momento llegó en el momento en que Sosa, quien era uno de los jugadores más populares e importantes de MLB en dicho momento, despachó el primer jonrón de los Cubs desde la tragedia, lo cual, también produjo una explosión eufórica de los presentes, la cual aumentó en el momento en que el jugador tomó una bandera estadounidense, nuevamente, y empezó a recorrer las bases con la misma en sus manos.

Sammy Sosa fue el rostro dominicano en el deporte estadounidense, luego de una tragedia que unió al mundo.