Hernández niega acusaciones

El abridor de los Gigantes ha sido acusado de agresión criminal con agravantes, por lo que, de ser encontrado culpable, recibiría como castigo hasta cinco años de prisión

MIAMI -- El lanzador cubano Liván Hernández negó el jueves que hubiese empujado a un hombre mayor propietario de un almacén en una disputa ocurrida el miércoles, y que lo amenazara o intentara golpearlo con varios palos de golf.

Las supuestas acciones le costaron a Hernández, de 27 años, el arresto y los cargos formales en su contra de agresión criminal con agravantes, por lo que, de ser encontrado culpable, recibiría como castigo hasta cinco años de prisión.

Hernández, que salió de la cárcel bajo fianza de 10.000 dólares, tendrá que comparecer ante un juez el próximo día 29 para ver su caso.

Sin embargo, Hernández que esta tarde ofreció una rueda de prensa dijo que en ningún momento agredió a Francisco Martínez, de 65 años, el dueño al que le alquiló un local para montar un negocio, sino que sucedió todo lo contrario, el supuesto agredido fue el que inició el enfrentamiento después de que le pidiese una reparación en el techo del local.

De acuerdo a Hernández, fue Martínez el que lo siguió y le comenzó a decir insultos racistas en lugar de tratar de solucionar la reparación del local.

"Estaba predispuesto a tener problemas conmigo y lo demostró cuando me siguió para insultarme", explicó Hernández.

Pero Martínez, que admitió que Hernández le había firmado un contrato por un año de alquiler del local que iba a utilizar para venta de accesorios de automóvil, declaró a la policía que el lanzador cubano actuó de forma violenta durante la discusión y lo empujó para caer al suelo y golpearse la parte de atrás de la cabeza.

Hernández, que ganó el premio de Jugador Más Valioso (MVP) en la Serie Mundial de 1997 con los Marlins de Florida, se dirigió a su automóvil y, siempre de acuerdo a los testimonios recogidos por la policía, sacó varios palos de golf con los que luego intentó golpear a Martínez, acción que le impidieron las personas que lo acompañaban.

"No llegó a suceder nada grave, pero algún día puede matar a alguien", dijo Martínez. "Voy a demandarlo".

La versión dada por Hernández es que fue uno de su amigos, David Montoto, el que se interpuso entre los dos hombres mientras ambos discutían.

Hernández explicó que Martínez lanzó varios puñetazos a Montoto, uno de los cuales le alcanzó en la cara, y que fue cuando su amigo lo empujó y cayó al suelo.

"Traté de superar la situación de manera pacifica, pero cuando ya me iba, Martínez me siguió y comenzó a decirme insultos racistas", señaló Hernández. "Fue cuando me consideré ofendido y me dirigí a mi auto para sacar varios palos de golf pero David me lo impidió".

Montoto dio en la escena su versión de los hechos a la policía, que no le puso ningún cargo como tampoco hizo con Martínez.

Herminia Salas-Jacobson, la portavoz de la policía de Miami, dijo que los detectives interrogaron a nueve personas antes de decidir el arresto de Hernández.

El hermanastro de Hernández, el también lanzador Orlando Hernández, de los Yanquis de Nueva York, fue llamado para que acudiese al almacén y se pasó la mayoría del tiempo en el local.

"No se quién inició la pelea, pero confío en que mi hermano no tenga problemas porque él no está loco", comentó Orlando Hernández.

-EFE

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