El primer partido de la serie, que arranca el martes, tiene como protagonistas a Greg Maddux y Randy Johnson, dos serpentineros con estilos radicalmente opuestos.

Johnson es el clásico pitcher que intimida a fuerza de velocidad, mientras que Maddux es la personificación del control.

"A Randy se le tiene miedo, mientras que con Maddux no se sabe que te lanzará", dijo el mánager de los Diamondbacks Bob Brenly.

Si bien han acumulado rutilantes récords en sus respectivas carreras, tanto Johnson como Maddux no han logrado mucho éxito en la postemporada.

Johnson acumula un total de siete derrotas consecutivas en juegos de playoff, lo que es un récord, y su foja total es de 2-7. Maddux tiene una de 10-11, y de 4-6 en series de campeonato en la Nacional.

Cuando al piloto de los Bravos Bobby Cox se le preguntó porqué Maddux tiene un récord con más derrotas que victorias, este replicó: "Es un misterio. El mismo misterio de porqué Randy Johnson no gana cuando tira en los playoffs".

Con Tom Glavine y John Burkett como los siguientes abridores y John Smoltz en el bullpen, los Bravos nuevamente tiene en el pitcheo su máxima carta de triunfo.

"No es ningún secreto. Es por eso que han ganado diez títulos de división", dijo el antesalista de los Diamondbacks Matt Williams. "Ese ha sido el pilar de los Bravos desde años y años".

A primera vista, se trata de un enfrentamiento entre Arizona, una novena que apenas saborea las mieles de estar en una postemporada, contra Atlanta, novena acostumbrada a disputar sin falta esta clase de partidos todos los años.

Atlanta ha ganado el banderín de la división Este por 10 años seguidos, mientras que Arizona llega a la final de liga en la que es su cuarta campaña como franquicia.

Pero eso es engañoso.

Los Diamondbacks tiene una nómina repleta en peloteros veteranos, por encima de los 30 años.

"Hay veteranos en los dos equipos", comentó el inicialista de los Diamondbacks Mark Grace. "A ambos equipos les sobra experiencia. Ellos han disputado más partidos de playoffs, pero el nuestro no se queda atrás".

Cox cuenta con su rotación en el orden establecido desde que arrancó la postemporada, gracias a la barrida que le propinaron en tres juegos a los Astros.

Glavine se enfrentará con el dominicano Miguel Batista en el segundo partido. Luego el turno será para Curt Schilling, autor de dos obras magistrales de pitcheo contra los Cardenales de San Luis, contra John Burkett, en el tercer juego.

"La verdad que uno no puede pedir más. Es lo mejor que hay en cuanto a pitcheo, el mejor calibre", manifestó Johnson.

Cox añadió al derecho Kevin Millwood en la nómina y descartó a Ken Caminiti, pero indicó que utilizará a tres abridores, y dejar que el bullpen haga el resto.

Una baja sería la del lesionado catcher boricua Javier López, quien de cualquier forma acompañará al equipo a Phoenix.

Johnson procurará ponerle freno a su cadena de fracasos en la postemporada, que le persigue sin importar lo bien que ha lanzado en más de una ocasión.

Por ejemplo, en el segundo partido, contra San Luis, permitió tres carreras en ocho entradas, pero fue derrotado por Woody Williams, quien lo hizo aún mejor en la victoria 4-1 de los Cardenales.

"No es totalmente culpa suya. Esto también depende del equipo completo, de batear y defender", dijo Brenly.

En la campaña regular, los Diamondbacks vencieron a los Bravos en cinco de siete partidos, incluyendo una barrida en una serie de tres en Atlanta a mediados de agosto.