Las principales autoridades del béisbol se encontraban el miércoles en Chicago para investigar la agresión que sufrió el árbitro de primera base Laz Díaz, lo cual suscitó temores e interrogantes de toda clase.

El incidente ocurrió tres meses antes que el U.S. Cellular Field (antes conocido como el Comiskey Park) se anfitrión del Juego de las Estrellas y aproximadamente siete meses después de que se produjese una agresión similar a un coach de primera base en el mismo estadio.

El comisionado de las mayores Bud Selig señaló que estaba muy preocupado con la agresión ocurrida el martes por la noche en un partido entre los Medias Blancas de Chicago y los Reales de Kansas City.

"No hay cabida en el béisbol para esa conducta tan deplorable de un aficionado y hacemos un llamado urgente para que los culpables sean perseguidos y se les aplique todo el peso de la ley", indicó Selig.

Kevin Hallinan, el director de seguridad de las Grandes Ligas, y Sandy Anderson, otro ejecutivo, estaban investigando lo ocurrido. Selig indicó que las Grandes Ligas reexaminarán las medidas de seguridad en todos los estadios.

En septiembre pasado, el entrenador de los Reales Tom Gamboa fue atacado a golpes por dos aficionados, padre e hijo, a unos pasos donde un aficionado corrió dentro de la cancha e intentó derribar a Díaz tomándolo por la cintura.

Los encargados de la seguridad y los peloteros corrieron a ayudar a Díaz, de 40 años, un ex infante de marina.