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Gana Carlos Carrasco el premio Roberto Clemente

WASHINGTON – Carlos Carrasco fue condecorado el viernes con uno de los máximos honores al que puede aspirar un jugador en las Grandes Ligas, el Premio Roberto Clemente.

El lanzador de los Cleveland Indians ganó por su labor comunitaria, en especial en la lucha contra el cáncer, al que él mismo sobrevivió con una lucha valiente y veraz, como si se tratara de pitchear un séptimo y definitivo juego de Serie Mundial.

El venezolano se involucró en tratar de ayudar pacientes que padecen la terrible enfermedad desde que paseando con hija Camila, entonces de 4 años de edad, vio a una pequeña niña que había perdido su cabellera a causa del cáncer.

Cuando Camila escuchó la historia de la niña con cáncer comenzó a llorar y en ese momento Carlos supo que tenía una misión en la vida.

Carrasco ha pasado sus 11 años en las Grandes Ligas con Cleveland, desde donde ha estado involucrado con cualquier cantidad de obras benéficas.

También viajó a África para distribuir zapatos, playeras y mochilas para los niños necesitados y donó más de $70 mil dólares a familias de bajos recursos.

En mayo, donó $300 mil dólares a Casa Cocuta Venezuela en Colombia, a donde envió cajas con alimentos, medicina y cualquier cantidad de artículos de primera necesidad.

La Navidad anterior, Carlos donó en Venezuela $25 mil dólares en juguetes para los niños de Valencia, además de 100 cajas de proteína, medicina y pañales, así como $400 dólares diarios y $200 al menos para los refugiados en campamentos de la frontera en su país y Colombia, donde su familia distribuyó alimentos diarios, entre muchas otras cosas.

El viernes, las Grandes Ligas reconocieron esa labor que Carrasco ha hecho de manera desinteresada por mucho tiempo y de manera silenciosa.

El propio Carrasco ha sufrido por enfermedad y nunca se dio por vencido. Ganó en su lucha contra la Leucemia. "Podré tener cáncer, pero el cáncer no me tiene a mí", dijo al enterarse que estaba enfermo.

Carrasco, de 32 años, regresó en septiembre, después de que dejó de jugar de junio a agosto, para atender su enfermedad.