<
>

Yordan Álvarez, de ligas menores a la Serie Mundial en el mismo año

WASHINGTON – Cuando Yordan Álvarez fue reasignado al campamento de Ligas Menores de los Houston Astros en las prácticas de primavera, su único objetivo era tratar de hacer suficiente para llegar a la Gran Carpa.

Sabía que sería complicado porque los Astros tenían un equipo plagado de estrellas en cada una de las posiciones. Así que para él solo existía trabajar o suficiente para ser considerado algún día en Las Mayores.

Tres años antes, en su natal Cuba, Álvarez mucho menos iba a imaginar que en octubre del 2019, estaría jugando Serie Mundial con los Astros y mucho menos como titular.

“Cuando jugaba la Serie Nacional jamás lo imaginé“, reconoció Álvarez. “Pero ese fue el punto que puso en mi cabeza y que me motivó a salir y llegar a este béisbol. Ahí empecé a soñar con esto“.

Sí, Álvarez dijo que el Clásico de Otoño; la serie que desde muy pequeño escuchaba por radio en su país, era más que un sueño o motivación; era algo intangible que incluso cuando jugaba en el barrio lo motivaba a batear.

“Cuando estaba en Cuba, de niño, a veces en el partido con los amigos, decíamos que era la Serie Mundial. Pero ni siquiera sabíamos cómo era todo esto. Sólo imaginábamos, como muchos niño“.

En el 2016, muchas ilusiones del entonces cubano de 18 años comenzaron a convertirse en realidad, cuando Los Angeles Dodgers lo firmaron como agente libre internacional, procedente del equipo Las Tunas, de la Serie Nacional de Cuba, donde en dos temporadas promedió .279 con el bate, incluido .357 en campaña de novato, a los 17 años.

Poco después, fue canjeado a los Astros que de inmediato lo enviaron a la academia que tienen en República Dominicana, donde hizo su debut profesional. Ahí comenzó su pasó por las Ligas Menores.

“Y ahora estoy aquí”, agregó Álvarez. “Hay días que aún no me lo creo”.

Después de promediar .343 con el bate, pegar 23 cuadrangulares, 16 dobles y producir 71 carreras en 56 partidos en Triple A este año, Álvarez fue promovido a Grandes Ligas el 12 de junio pasado.

A partir de ahí, se convirtió en una fuerza más para los Astros y en un firme candidato a Novato del Año en Las Mayores, básicamente como bateador designado.

En 87 partidos disputados con los Astros, Álvarez promedió .313 con 27 jonrones y 78 carreras producidas.

Con 22 años de edad, 6-5 de estatura y 240 libras de peso, Álvarez es un novato diferente en todos aspectos y nunca parece quedarle grande el momento.

“El nivel aquí en las Grandes Ligas es totalmente diferente en muchos puntos donde hay bastante diferencia”, dijo Álvarez. “Sabes que aquí hay que trabajar al máximo porque hay muchos peloteros atrás de ti que quieren ganarse un puesto para estar en las Grandes Ligas”.

Álvarez tuvo la fortuna de toparse desde el primer día que llegó a la organización y en el clubhouse de Grandes Ligas de Houston con sus compatriotas Yuli Gurriel y Aldemys Diaz, quienes ayudaron a su adaptación y le enseñaron algunos de los puntos básicos para establecerse como jugador élite de béisbol.

“Desde que llegué novato y ellos al tener experiencia en Grandes Ligas me guiaron en lo que tenía que hacer por aquí, por allá”, mencionó. “Eso me ayudó bastante dentro y fuera del terreno de juego“.

Álvarez ha aprendido a golpes la diferencia entre el béisbol de octubre y el de temporada regular, cuando cada semana incrementa la dificultad para triunfar.

Su bate desapareció en la complicada Serie de Campeonato de la Liga Americana y ha revivido en el Clásico de Otoño, en el que ha bateado tres imparables en seis turnos, más dos bases por bolas.

“Tuve que hacer ajustes“, explicó. “Tuve que enfocarme en los pequeños detalles, como me dijeron los entrenadores. Calmar la ansiedad y esperar paciente a ver buenos lanzamientos“.

Sus compañeros de Houston consideran a Álvarez un pelotero poco típico, muy maduro, para su joven edad, y con talento natural poco visto de manera frecuente.

“Yordan es un jugador con una ofensiva emocionante“, consideró el manager de los Astros, A.J. Hinch a principios de la postemporada. “Tiene un poder que va más allá de lo general para un joven que apenas llegó a las Mayores. Tiene buena anticipación y es muy atlético para un jugador tan grande“.

“Poco a poco, se va a convertir en una gran estrella en Grandes Ligas“, añadió. “El cielo es el límite para este muchacho con tanta habilidad natural“.

Unas Ligas Mayores con las que él soñaba incluso mucho antes de llegar a la Serie Nacional de su país…