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Nationals, un equipo resistente y fuera de serie que conquista el Clásico de Otoño

HOUSTON -- Los Washington Nationals coronaron una temporada de cuento de hadas al coronar otro gran regreso para vencer a los Astros en un séptimo y decisivo encuentro de la Serie Mundial y, así, atrapar su primer campeonato en 51 años de existencia en las Grandes Ligas.

El antesalista Anthony Rendon y el bateador designado Howie Kendrick conectaron cuadrangulares en un rally de tres carreras en la séptima entrada y el zurdo Patrick Corbin colgó tres ceros como relevista en la victoria de Washington por 6-2 sobre los Astros ante 43,326 aficionados en el Minute Maid Park de Houston.

El jardinero dominicano Juan Soto agregó dos hits y una carrera impulsada para terminar la serie bateando con .333 de porcentaje con tres jonrones y siete carreras producidas. Sus nueve hits son la tercera mayor cantidad para un pelotero de menos de 22 años en un Clásico de Otoño.

El derecho Stephen Strasburg, quien ganó dos juegos y tuvo efectividad de 2.51 en 14.1 entradas, fue nombrado Jugador Más Valioso de la serie.

En los últimos 35 años, sólo los Cincinnati Reds (al barrer a los Oakland Athletics en la edición de 1990) habían salido menos favorecidos para ganar la Serie Mundial que los Nationals. De acuerdo a la banca de apuestas Caesars Sportsbook de Las Vegas, Washington marcaba +195 ante Houston, mientras que Cincinnati entró +260 ante Oakland.

“La clave de todo es que siempre confiamos en nosotros, en el equipo que tenemos, en el grupo que formamos”, dijo Dave Martínez, el tercer manager latinoamericano y segundo puertorriqueño en años consecutivos que conduce al campeón de las Grandes Ligas.

Alex Cora guió a los Boston Red Sox el año pasado, mientras que el venezolano Ozzie Guillén piloteó a los Chicago White Sox de 2005.

Washington es el equipo número 22 que gana los últimos dos partidos para conquistar el título de Grandes Ligas y lo hizo al lograr sus cuatro triunfos en la carretera. De hecho, el visitante ganó los siete juegos de la edición 2019 del Clásico de Otoño, algo que nunca había ocurrido en ninguna de las ligas profesionales de Estados Unidos que celebra series para determinar al campeón (NBA y NHL).

Washington es el sexto equipo consecutivo que conquista el campeonato al ganar el último partido fuera de su casa.

Rendon y Kendrick son los primeros compañeros de equipo, jugadores cuarto y quinto en sentido general, que batean cuadrangulares en múltiples partidos decisivos dentro de una misma Postemporada.

Recuperarse de malos momentos fue la marca distintiva de los Nationals en 2019.

Washington, que tuvo marca de 19-31 y un 0.4 por ciento de probabilidad de ganar la corona el 23 de mayo, es apenas el segundo equipo de la historia que se recupera de estar 12 juegos por debajo de la marca de .500 para ganar la Serie Mundial.

Hasta ahora, el único conjunto que lo había logrado eran los Boston Braves de 1914, que pasaron la primera mitad de la temporada en último lugar y tenían marca de 26-40 en la primera semana de julio, para realizar un extraordinario regreso, ganar la Liga Nacional y barrer a los Philadelphia Athletics en el Clásico de Otoño.

Washington tuvo que batallar con otros cinco clubes en las últimas tres semanas de la temporada regular para ganar uno de los puestos como comodín de la Nacional, venció a los Milwaukee Brewers en el Juego de Comodines, se recuperó de estar abajo 1-2 para vencer a los favoritos Los Angeles Dodgers en la Series Divisional y después de barrer a los St. Louis Cardinals en la Serie de Campeonato, cayó 2-3 en la Serie Mundial el pasado domingo.

“Todos esos momentos nos prepararon para lograr esto”, dijo Soto, quien pegó 18 hits en la Postemporada “Todos esos momentos en que estuvimos a punto de perder, nunca desconfiamos de nuestras habilidades y de que podíamos recuperarnos.

“Nunca nos rendimos. Nunca . El trofeo es la prueba”, dijo Martínez.

“Este es un equipo muy especial y nunca olvidaré las memorias que acumulé aquí desde que llegué a mitad de temporada”, dijo el relevista dominicano Fernando Rodney, quien con 42 años, fue el jugador de más edad en Grandes Ligas este año.

El séptimo juego de la Serie Mundial 2019 comenzó con el primer duelo de la historia entre dos antiguos ganadores del premio Cy Young: Max Scherzer por Washington y Zack Greinke por Houston.

Scherzer, quien no pudo abrir el quinto partido el pasado domingo en Washington por una molestia en el cuello, lanzó cinco entradas de dos carreras y siete hits, otorgó cuatro boletos y ponchó a tres rivales con el brasileño Yan Gomes detrás del plato.

Temprano en el día, Martínez anunció una alineación con Kurt Suzuki en la receptoría, pero la cambió por Gomes. Scherzer entró al encuentro con efectividad de 4.09 en 72.2 innings (incluidos Playoffs) con Gomes detrás de home y de 2.09 en 124.2 entradas trabajadas con Kurt Suzuki, quien no vio acción desde el Juego 3 por una lesión en la cadera derecha.

El triple ganador del premio Cy Young y futuro miembro del Salón de la fama permitió un jonrón al cubano Yuli Gurriel en la segunda entrada y un duro sencillo que impulsó la segunda al torpedero puertorriqueño Carlos Correa en el cierre del quinto, pero logró escapar de la mayoría de emboscadas que le armaron los Astros.

Houston dejó en las bases un corredor en el primer inning, dos en el segundo, dos en el tercero, dos en el cuarto y dos en el quinto contra Scherzer, quien realizó 103 lanzamientos y tuvo un 56 por ciento de efectividad en la zona de strike, el porcentaje más bajo en un partido en toda la temporada.

Los Astros pegaron a Scherzer seis batazos que salieron a 100 millas por hora o más fuertes, la mayor cantidad que permite el caballo de los Nationals en la era del Statcast (desde 2015), pero Houston no pudo capitalizar al batear de 13-2 con corredores en circulación y de 9-5 con las bases limpias.

Greinke fue intocable por cinco entradas. El derecho permitió sencillo a Soto para abrir el segundo acto, pero obligó a Kendrick a batear para doble matanza y retiró los próximos nueve bateadores hasta que dio pasaporte a Kendrick con un out en el quinto.

Greinke, quien lideró a todos los lanzadores de Grandes Ligas con 11 carreras salvadas con su defensiva en los últimos dos años, hizo cinco asistencias en la primera mitad del partido, la mayor cantidad desde que Greg Maddux lo hizo en el Juego 2 de la Serie Mundial de 1996.

En la séptima entrada, Rendon bateó jonrón por el jardín izquierdo para inaugurar el marcador de los Nationals. Después de que Greinke perdió a Soto con apenas su segunda base por bolas de la noche, el manager A.J. Hinch lo mandó a bañar y trajo al relevista Will Harris, quien permitió jonrón de dos carreras a Kendrick que puso a Washington en ventaja por 3-2 por primera vez en la noche.

Greinke se fue sin decisión luego de trabajar 6.1 entradas de dos carreras, dos hits, dos boletos y tres ponches.

Corbin relevó a Scherzer y lanzó tres entradas en blanco para recortar el puente hasta el cerrador Daniel Hudson, quien retiró a los Astros en orden en el noveno acto.

Corbin, firmado por seis años y $140 millones como agente libre durante el invierno pasado, tenía marca de 1-3 y efectividad de 6.64 en siete juegos (tres salidas) en la Postemporada, pero en el duelo más importante en la historia de los Nationals, realizó uno de los relevos más dominantes de Series Mundiales.

Los Nationals se unieron a los Senators de 1924 como las únicas franquicias de Washington que han conquistado la corona en las Grandes Ligas, pero los Nationals lo hicieron en su propio estilo, marcado por regresos extraordinarios y recuperaciones asombrosas.