Jorge Morejón | ESPN Digital 5y

Danel Castro recuerda la serie frente a los Orioles: 'Llegué en un gran momento'

Hace 20 años, cuando la entonces poderosa selección cubana de béisbol enfrentó en dos choques amistosos a los Baltimore Orioles, un 'guajirito' desconocido para el gran público internacional no creyó en pitcheo de Grandes Ligas y le pegó a la pelota como si estuviera jugando en un terreno de Las Tunas, donde se crió.

Danel Castro bateó de 6-5 en los dos partidos ante los Orioles, celebrados entre marzo y mayo. Hoy es el último guerrero de una generación dorada de peloteros cubanos, que ya sólo queda en el recuerdo.

"Llegué a ese juego en un gran momento. Era una época en que a mí me estaban eliminando en cada equipo y tenía que dedicarme por entero al béisbol, a hacer pesas, a entrenar. Yo simplemente aproveché la oportunidad de demostrar la calidad de los peloteros cubanos", indicó.

La escuadra cubana que se midió a los Orioles tenía entre sus estelares a Omar Linares, Pedro Luis Lazo, Luis Ulacia, Norge Luis Vera y José Contreras. Fue la primera vez que un equipo de Grandes Ligas se enfrentaba a un equipo cubano desde 1959.

Castro bateó de hit en un turno como emergente en la derrota 3-2 del primer partido en el Estadio Latinoamericano de La Habana y de 5-4, con un triple y dos remolcadas en la celebrada victoria 12-6 del segundo choque, celebrado en mayo, en Camden Yards.

A los 42 años, Castro mantiene intacta la pasión por el juego, aunque ve con dolor la caída en picada de la otrora potencia del béisbol internacional.

"Me siento un poco mal, porque la generación de nosotros era ganadora y esta no es lo mismo, aunque tenga el ímpetu de ganar. El béisbol internacional se ha fortalecido y muchos de nuestros mejores peloteros no juegan con nosotros, pero bueno, así es la vida", dijo el veterano de mil campañas.

Cuba, una potencia histórica del béisbol, ha presentado año tras año una poderosa selección nacional aficionada aun desde que abolió el béisbol profesional en 1962. Con las Grandes Ligas fuera del panorama de opciones de sus peloteros, los equipos cubanos dominaron a su antojo los campeonatos mundiales y los juegos regionales, además de conquistar medallas de oro olímpicas en Barcelona 1992, Atlanta 1996 y Atenas 2004.

No obstante, ya desde mediados de la década de 1990 comenzaron a perder figuras que decidieron probar sus talentos en las Mayores. La crisis económica y una nueva generación menos identificada con la revolución provocaron un éxodo masivo de los mejores peloteros de la isla y por consiguiente una disminución del talento disponible en las ligas y los equipos nacionales.

Para Castro, el reciente acuerdo firmado por la Federación Cubana de Béisbol con las Grandes Ligas llegó demasiado tarde para él y ese talentoso grupo liderado por Linares, Orestes Kindelán y Antonio Pacheco.

"Bueno, lo tomamos normal, no fue el momento. Pero tranquilo, ver que ya se abrió esa oportunidad para los muchachos más jóvenes. Nosotros siempre quisimos jugar en ese béisbol porque a uno le gusta probarse en el nivel más alto. Pero aquel era un momento de ser 'Fidelista' y fue lo que cumplimos nosotros", explicó.

"Ahora les toca a los muchachos que tengan la oportunidad de poner en alto el nombre de Cuba y de mostrar el buen béisbol de nuestro país", agregó Castro, quien confiesa haber sido un admirador durante toda su carrera de Alex Rodríguez.

Mirando su carrera en retrospectiva, cree que no recibió todas las oportunidades que se ganó con su rendimiento y su entrega diaria en el terreno.

"Yo sé que en esa época había otros grandes campocortos, como Eduardo Paret o Germán Mesa, mejores a la defensiva, pero yo era más bateador, así que muchas veces debí ser yo el que abriera jugando", dijo Castro, quien promedia .310 de por vida en 25 temporadas nacionales de Cuba.

"De todas maneras yo sigo aportando al béisbol tunero, revelándole algunos secretos a los muchachos más jóvenes para que mejoren y eso es lo que me inspira", agregó.

^ Al Inicio ^