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Por cada necesidad de los Cardenales, Dexter Fowler es la respuesta

En casi todas las áreas del juego, el jardinero central Dexter Fowler le proveerá a los Cardenales una mejoría instantánea. Mark J. Rebilas/USA TODAY Sports

SAN LUIS - La temporada baja de los Cardenales de San Luis pasó de ser un problema de cálculo a uno con nivel de dificultad de segundo grado en el minuto en el que un cambio en el que ellos no tenían nada que ver ocurrió a miles de millas de distancia de ellos.

No fue tanto que los Cardenales se hayan fijado en Adam Eaton como la única solución al problema que querían resolver: Como arreglar sus problemas defensivos e inyectarle algo de acción a su corrido de bases. Lo que cambió su pensamiento fue lo que necesitaron los Nacionales de Washington para atrapar a Eaton - tres prospectos lanzadores bonafide, un grupo de talento que los Cardenales no tenían, y que si tuvieran, no podían darse el lujo de mover.

Los nombres de los tres lanzadores jóvenes que llegaron a los Medias Blancas de Chicago en el cambio de Eaton -- Lucas Giolito, Reynaldo Lopez y Dane Dunning - asustaron a los Cardenales al darse cuenta que ellos no tenían los prospectos para pagar demasiado en talento. Eso significa que ellos simplemente iban a tener que sobrepagar. Ellos tendrían que desembolsar un doloroso número de dólares y un turno 19 en el sorteo (lo que muchos equipos tratan como varios millones de dólares en la actualidad).

Una vez que los Cardenales se dieron cuenta de lo que iban a necesitar para no quedarse con el sombrero en la mano, lanzaron su sombrero al ring con rapidez y audacia. Ellos lograron un acuerdo con Dexter Fowler poco más de 24 horas después que se cuadró el acuerdo por Eaton. Ellos convocaron a una conferencia de prensa el viernes en la mañana para anunciar lo que mucha gente ya sabe, que Fowler cambiará de lealtad en la mejor rivalidad en el deporte, suponiendo que nada preocupante aparezca en el examen físico al que será sometido el viernes en la mañana.

Así que Fowler ya no será un Cachorro - va a ser un Cardenal. En vez de pedirle que ayude a acabar una sequía de 108 años sin un campeonato, se le pedirá que rompa una sequía de cinco años sin un título. Lo que es similar es que, si el pensamiento de ambos equipos era sólido, él podría terminar siendo la pieza final en ambos casos.

Había habido tanto humo alrededor de Fowler y los Cardenales, que era obvio que tenía que haber una llama o dos ardiendo en alguna parte. Los rumores eran tan persistentes para el martes que, en las reuniones invernales en National Harbor, Maryland, le pregunté al manager de los Cardenales Mike Matheny directamente lo que pensaba sobre las habilidades de Fowler y cómo lo veía encajando en su equipo.

Los ojos de Matheny brillaron.

Los tuyos también brillarían si te preguntaran sobre tener a Fowler luego de haber tenido a tu cargo un equipo que llegó en el puesto 17 en fildeo en las mayores y el segundo peor en corrido de bases, según FanGraphs.

Matheny comparó la forma de jugar de Fowler con la de su mejor jugador, Matt Carpenter. No es una mala comparación. Matheny utilizó el mismo adjetivo -- "emocionante" - que el gerente John Mozeliak había utilizado la noche anterior al describir lo que andaba buscando. Así que Fowler será el primer bate y Carpenter será el tercer bate de los Cardenales, con el torpedero de segundo año Aledmys Díaz metido en medio y Stephen Piscotty como cuarto bate para redondear la parte superior de una alineación que sobresale por su ejecución y su experiencia.

"Mientras más jugadores como esos podamos tener, pienso que mejor vamos a estar", dijo Matheny.

Fowler, de 30 años, quizás no sea un jardinero central del calibre de Eaton, pero Fowler tiene mejores instintos que el titular Randal Grichuk y debería jugar en el central por un par de años para los Cardenales antes de que ellos tengan que moverlo a una esquina. Para ese entonces, quizás Grichuk esté listo para el reto en el CF, o quizás uno de los prospectos de los Cardenales esté listo.

En 2016, Fowler cortó una racha de cinco temporadas consecutivas con números negativos en carreras salvadas por la defensiva. En julio, el analista de ESPN Doug Glanville profundizó sobre cómo el mejor posicionamiento ayudó a la defensa de Fowler.

La forma más emocionante de verlo para los fanáticos de los Cardenales que Grichuk juegue ahora en el jardín izquierdo, y se espera que se convierta instantáneamente en contendiente al Guante de Oro en dicha posición. Es más atlético que prácticamente cualquier otro que juegue en el predio izquierdo en la Liga Nacional. Incluso si tiene problemas en ocasiones con la movida, sería una gran mejoría sobre Matt Holliday o Brandon Moss, los toleteros que ocuparon la posición en 2016.

La otra ganancia crucial para los Cardenales es que su cotizado prospecto Alex Reyes consigue seguir lanzando para ellos. Cualquier cambio les iba a costar perder a Reyes, su lanzallamas joven de 100 mph, o un gran grupo de talento de su sistema de fincas.

Mozeliak había descartado un cambio solo por esa consideración el miércoles en la noche. Así que cedió. Cerró la hoja de cálculo que le mostró todos los jugadores de liga menor que hubiese tenido que ceder y abrió la que desplegaba la que mostraba el balance del equipo.

"Tipicamente vas a tener que salirte de tu zona de comodidad para lograr algo", había dicho.