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Yon de Luisa, si eres parte del problema, no puedes ser parte de la solución

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LOS ÁNGELES.- Se sentó en el banquillo del fiscal, cuando debió sentarse en el banquillo de los acusados. Yon de Luisa accionó la guillotina, aunque lejos de su pescuezo. “Hágase la voluntad de Dios en los bueyes de mi compadre”, dice la sabiduría mexicana.

Como los reptiles, Yon de Luisa se cortó los dedos, pero no la mano en la conferencia de prensa de este miércoles. Las lagartijas sacrifican la cola para conservar la vida. Así, también, el presidente de la FMF.

Ya con las cabezas de Gerardo Torrado, Ignacio Hierro, Javier Mier, Luis Pérez y Mónica Vergara secándose tumefactas al sol del oprobio, el bullying y los memes, Yon de Luisa salió airoso, entre ataques de una tos nerviosa.

En un insulto a la obviedad, Yon anunció cambios, sustituciones. Llegarán a la Comisión de Selecciones Nacionales tipos “en activo”, que conozcan el futbol mexicano, sus carencias, sus urgencias y sus necesidades. ¿Y por qué hasta ahora? ¿Y por qué antes se dio carta blanca a la incompetencia?

Entiéndase algo, y es una ley empresarial: quien es parte del problema, no puede ser parte de la solución; quien ha sido el cáncer del problema, no será el medicamento de la solución.

Yon de Luisa, como gestor y origen del problema, no puede, no debe, aunque quiera, ser parte de la solución.

Yon de Luisa eligió y dotó de libertades a Gerardo Torrado, y permitió que gente de TV Azteca (Gustavo Guzmán), le infiltrara a un Caballito de Troya como Nacho Hierro. A ambos les permitió ejercer compadrazgo, el nepotismo funcional del amiguismo.

Si Yon de Luisa se equivocó con ellos, y con las decisiones que tomaron ellos, él no puede garantizar que no se equivocará de nuevo en la elección de los sustitutos.

Cuidado: Yon de Luisa no va a elegir personas que sepan más que él, y principalmente, que sepan de lo que, queda claro, él no sabe: futbol.

El actual presidente de la FMF sabe puntualmente que su puesto está, en términos de Juan Luis Guerra, cruzando el Niágara en bicicleta. Alejandro Irarragorri contempla la forma en que Yon de Luisa orquesta su propia destrucción.

Al final, Yon de Luisa sólo consultará a una persona: a Emilio Azcárraga Jean, quien seguirá ejerciendo el control absoluto del futbol mexicano bajo la ya mencionada #DoctrinaAzcárraga, patrimonio familiar.

Porque De Luisa y los dueños de equipos del futbol mexicano saben que las decisiones no se toman por democracia, sino por autocracia. El himno ya lo saben: Master of Puppets, de Metallica. El Maestro de las Marionetas.

Confiar pues en que Yon de Luisa esta vez no se equivoque, es imposible. Porque, insisto, él es parte del problema, célula medular de la equivocación, epicentro del desastre, compinche del sistema.

Entonces, ¿cómo confiar en Yon de Luisa si él mismo ya no confía en sí mismo, y someterá ante The Master of Puppets la decisión final para elegir a la nueva Comisión de Selecciones Nacionales?

¿Se atreverá a llamar a tipos capaces de desafiar el sistema feudal, de sometimiento, de amenazas, de coacción en el futbol mexicano? ¿Hay tipos preparados para ello en México? ¿Javier Aguirre, Miguel Mejía Barón, Manolo Lapuente?

Una decisión atrevida sería elegir a un personaje que sea capaz de cuestionar a Yon de Luisa y a toda la endeble, enclenque, podrida y sospechosa pirámide que se extiende bajo su silla presidencial de la FMF.

¿Jesús Martínez? Al menos se atrevió a desafiar en su momento al Maestro de las Marionetas, hasta que el #TuzoGate1 lo silenció, con la advertencia de que el #TuzoGate2 ya está listo, y que el #PanzaVerdeGate, enfilado contra su hijo, también está ya producido y editado.

Por eso, a Yon de Luisa le sienta muy bien, que la #YuntaDeDueños, como los encasilló Sven-Goran Eriksson hoy sólo observen desde el almizcle húmedo y calentito que les escurre entre las piernas. El miedo es amarillo, como la micción.