Futbolísticamente, no hay un compromiso, no hay un plan, no existe un proyecto de cara al tercer Mundial que una Selección Mexicana tendrá en casa en el 2026. En el futbol mexicano, solo prevalecen las aspiraciones de hacer negocios y mientras el negocio este firme, lo demás no importa, ni siquiera los sueños de millones de aficionados que esperan ansiosamente el Mundial para atestiguar el éxito de su selección. Este es un futbol de improvisación, un futbol del veremos qué pasa…
CIUDAD DE MÉXICO. - Nunca hubo un plan, un proyecto, un compromiso, o si usted quiere llamarle, un sueño.
“Tendremos el Mundial del 2026 en casa y aspiramos a lograr lo que no hicimos ni en 1970 ni en 1986: meternos a las semifinales del evento…”. Yo hubiese esperado esa frase de Yon de Luisa, el presidente de la Federación Mexicana de Futbol que, de ninguna manera, tendría que ser una promesa falta o una mentira, sino el aviso de que se trabajará, por primera vez, con un cometido, una meta deportiva. Lo que pasa es que en el futbol de México todas las metas son comerciales, económicas, van enfocadas al negocio y no a la cancha.
México, con el Azteca, Monterrey y Guadalajara; albergará 10 juegos de la primera ronda de un Mundial de 48 selecciones. La Selección Mexicana jugará en el verano del 2026 en casa la primera ronda, quizá un partido en cada ciudad y luego, si accede a instancias finales, viajará a “su otro país”, Estados Unidos, donde, para efectos del futbol, es tan local o más que en el propio territorio mexicano.
Pero mientras el proceso de Gerardo Martino no parece ir a ninguna parte de cara a Qatar 2022, escuchamos a Gerardo Torrado, el director de Selección Mexicana, hablar tenuemente de la posibilidad de renovar al entrenador argentino. No se trata, sin embargo, de eso. Se trata o se trataba de generar un plan ambicioso de trabajo para el cuerpo técnico y los futbolistas. Preparar “el futuro”, con personajes como Jaime Lozano (en la parte de la dirección técnica) y futbolistas con la edad necesaria para llegar plenos al Mundial: Marcelo Flores, Eduardo Aguirre, J.J. Macías, Diego Laínez, Eugenio Pizutto, Carlos Acevedo y otros más. En el futbol mexicano, todo se deja a la improvisación, al a ver qué pasa y cómo resolvemos todo de último momento. Lo único que realmente se planea con exactitud y mucha visión (protegiendo los intereses de ciertos grupos) es el dinero que genera el futbol de México.
Queda la impresión de que México no terminó aprovechando los tres mundiales que tuvo en casa (debemos contar también con el Mundial de 1994), y que, ahora, tiene una nueva oportunidad para hacerlo, pero nadie sabe qué pasará con la selección en el futuro inmediato. ¿Continuará Martino? ¿Sí habrá una renovación completa del plantel?
Comprometerse es algo que el futbol mexicano no quiere hacer, porque si en realidad se hubiera hecho un plan para el 2026, se podría haber utilizado a Qatar como una cita preparatoria, pero México no puede darse esos “lujos”, porque la Selección Mexicana está comprometida a la voracidad económica de la industria.
@Faitelson_ESPN