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Con la chequera en la mano

Brian Cashman y los Yankees tienen muchos problemas por solucionar. Mike Stobe/Getty Images

Hace apenas dos días, los Yankees de New York eran uno de los compradores más grandes en el mercado y, conforme a las expectativas a las que nos tienen acostumbrados el "Imperio del Mal", el equipo con mayores necesidades esta temporada baja tras perderse los playoffs en años consecutivos por primera vez en más de dos décadas.

El hecho de que hayan fichado al zurdo Andrew Miller para cubrir un necesario hueco en el bullpen y hacerle la vida de cuadritos a David Robertson y sus sueños de cobrar un sueldazo al estilo Papelbon, y que el talentosísimo fildeo y helado bate de Didi Gregorius vengan a ocupar el vacío dejado por el Capitán, en ningún momento indican que Brian Cashman haya cerrado la chequera de los Steinbrenners.

Al preguntársele a Cashman cuáles son la necesidades principales del equipo de cara a las reuniones invernales de las Grandes Ligas, el gerente general con la tercera mayor tenencia en Grandes Ligas después de los legendarios Brian Sabean y Billy Beane (quienes créanme tienen su propia pila de problemas en la costa oeste) dijo muy escuetamente que no había nada específico.

"Aprovecharemos todas las oportunidades mientras vayan suscitándose", declaró abiertamente el vicepresidente de los Yankees en rueda de prensa la tarde del viernes.

No obstante, la realidad es que Nueva York tiene más de una clara necesidad y ninguna de ellas mayor que la de un pitcher abridor.

Cashman pasará gran parte de su tiempo esta semana buscando un lanzador que pueda unirse a una rotación que cuenta con múltiples incertidumbres, entre ellas un lanzador recuperándose de Tommy John en Iván Nova, un costosísimo as que aún podría estar destinado al quirófano en Masahiro Tanaka y una completa interrogante sobre si le queda algo en el tanque a CC Sabathia.

Los números iniciales no favorecen los millonarios contratos que demandarán los tres agentes libres principales, Max Scherzer, Jon Lester y, en menor categoría, Francisco Liriano, pero no por ello los Yankees dejarán de hacer ruido. James Shields se ha mantenido en el radar neoyorquino, al igual que el mismo salvador de la diezmada rotación Brandon McCarthy, pero Cashman afirma que aún no hay nada decidido.

De la rotación abridora pasamos a segunda base, donde hay un hueco enorme desde la histórica salida de Robinson Canó rumbo a Seattle. Brian Roberts les resolvió por un breve tiempo, al igual que el campocorto Brendan Ryan e incluso Martín Prado, pero no cabe duda que Cashman estará haciendo llamadas para cubrir el entorno que dominó "Robbie" por tantos años.

Los Yankees han afirmado que les darán la oportunidad de pelear por el puesto titular a los neófitos José Pirella y Rob Refsnyder durante los entrenamientos de primavera, pero seguramente Cashman buscará ayuda en segunda base, en particular con Prado teniendo que probablemente convertirse en la tercera base de facto.

Y eso nos lleva a nuestro tercer argumento de necesidad principal del equipo neoyorquino: la esquina caliente.

Alex Rodríguez es una de las incógnitas más grandes en Grandes Ligas. Voces dentro de la organización afirman que les sorprendería verlo un solo partido en el 2015 con el uniforme rayado, pero el mismo A-Rod ha dicho que está trabajando fuerte para regresar mejor que nunca después de dos cirugías de cadera y una inédita suspensión de 162 partidos por uso de esteroides.

El "Plan B" de los Yankees es Prado en tercera, con ayuda de Ryan los días que no esté en el mencionado comité en la posición de torpedero con Gregorius.

Lo cual nos lleva al "Plan C".

En nuestras últimas conversaciones con fuentes del equipo se insistió que aún hay interés en Chase Headley. No obstante, el tercera base, que tuvo un inesperado renacer en Nueva York, se ha convertido en la doncella del baile como el líder en la posición en el mercado y probablemente recibirá un contrato mucho más jugoso de lo anticipado, o quizás hasta merecido.

Con el "Panda" Pablo Sandoval poniéndose el anillo de campeón con San Francisco y dejando la tercera almohadilla desocupada por un contrato de cinco años y $95 millones con los Medias Rojas, los Gigantes se han convertido en uno de los mejores postores para Headley, donde también se ubican los Cachorros y hasta los Azulejos.

El interés de los Yankees puede haberse comenzado a enfriar, no obstante, no los den por descartados. Desde inicio de la temporada baja, el interés principal del equipo era buscar una opción para la volátil situación en la que se encontrarán con A-Rod, y Headley cumple a cabalidad con las necesidades del equipo.

Así suele suceder de cara a los famosos "Winter Meetings", la especulación nunca falta, y aunque los Yankees no finalicen ningún otro trato cuando empaquemos las maletas el próximo jueves y nos marchemos de San Diego, no duden que cuando el río suena es porque agua trae.