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Krzyzewski también escogió a LeBron

NUEVA YORK -- LeBron James va de triunfo en triunfo. La semana pasada fue declarado el Jugador más valioso de la temporada de 2008-09 de la NBA y hoy lo nombran de forma unánime al equipo ideal de la NBA (All-NBA team).

Su equipo, los Cleveland Cavaliers, vive su mejor momento en sus 39 años de existencia, en gran parte al talento y empuje de este joven de apenas 24 años de edad. Aún sin campeonatos de NBA en su palmarés, ya se puede decir que es un fuera de serie.

Hace un par de semanas, el director técnico del equipo olímpico de baloncesto masculino de los Estados Unidos, Mike Krzyzewski , publicó su recuento de su experiencia con el equipo. El libro, titulado The Gold Standard (El estándar dorado) ha sido publicado sólo en inglés por el sello Business Plus.

Krzyzewski declara su objetivo al principio del libro: '¿Cómo construyes un equipo? Este libro es mi respuesta a esa pregunta. Para lograrlo, necesitas tiempo, metas y competición.' Es interesante destacar que habla de su experiencia como DT de la selección de los EEUU en el pretérito-pasado-de-ya-no-más. La tentación de dirigir a un equipo que el ya armó y pulió en el Mundial de Turquía del 2010 debe ser enorme, pero es posible que Coach K haya decidido que cumplió con su cometido y ahora le toca el turno a otros.

Es sumamente interesante cómo de inmediato Krzyzewski identificó los líderes del equipo: Jason Kidd, el veterano invicto en lides internacionales, parte de un esfuerzo de revestir de veteranía la selección; Kobe Bryant, el jugador trascendental del equipo, el más talentoso; Dwyane Wade, el jugador que usaría su experiencia olímpica para comprobar su valía; y LeBron James, un líder carismático, con el cual Krzyzewski sostenía una relación interesante.

Previo al Mundial de Sáitama en Japón, en la primera concentración del equipo, Krzyzewski le pide al equipo que establezca los estándares que definirán la gesta. James tuvo la última palabra: "Debemos aspirar a ser un equipo sin excusas. Cuando viajemos a ultramar y juguemos se acabaron las excusas. Me explico: seremos nosotros contra el resto del mundo. No podemos echarle la culpa a los árbitros, la afición contraria, no podemos achacarle nada a nadie. Estamos en posición de determinar nuestro propio futuro." 'LeBron confesó que era culpable de pensar que podría ganar un campeonato de NBA si contase con Dwight Howard en su equipo, o Carlos Boozer, o si Chris Paul fuese su armador', dice Krzyzewski en el libro.

James pasa de ser un jugador impaciente que quería que el gerente general Danny Ferry volcase la casa por la ventana para adquirir talento que James pensaba era imprescindible para un campeonato, a ser un jugador maduro, que reconoce que la búsqueda de un campeonato comienza dentro de su alma, y que hay más gloria si se adquiere ante mayor adversidad. Recuerdo que tan recientemente como en el Partido de estrellas de la NBA en febrero de 2008 en New Orleans, James fue autor de un berrinche porque los Cavs no efectuaron un traspaso por Jason Kidd.

Aunque no aparentan haber compartido mucho tiempo, Krzyzewski reconoce el temple de su joven estrella: 'Nunca imaginé cuán inteligente es, que líder tremendo es y cuán importante nuestra relación sería en todo este proyecto. LeBron jugaba a los naipes de forma distinta a los demás. Siempre hablaba con todos sin perderse lo que ocurría en la mesa de juego, mejor que sus rivales. Estaba en absoluto control. Mantuvo la partida organizada, fluyendo. Conocía la próxima jugada antes que cualquier otro jugador en la mesa. Al observar a LeBron jugar a los naipes capté algo especial en él, más allá de sus obvias dotes físicas.'

Cuando Estados Unidos cayó ante Grecia en Sáitama ('nunca he sufrido una derrota más devastadora en mis 33 años como DT'), Krzyzewksi tomó una inesperada decisión: James sería su armador titular en el partido por la medalla de bronce: 'Él (James) sería el armador titular del equipo. Esta es la posición asociada típicamente con una estrecha comunicación con el DT. De esta manera, enviaba un mensaje. LeBron James sería mi líder en la cancha.'

Krzyzewski describió a James como 'el maestro de ceremonia de nuestras prácticas. Sus compañeros de equipo recordaban que tenían que sintonizar el tono de su voz, una voz que los guió en la cancha durante el resto del verano.' Era 'la voz más fuerte del equipo y su líder más magnético.'

Durante una recién celebrada conferencia telefónica con Anderson Varejao para los medios de comunicación ibero-americanos, Varejao comienza a reírse y comenzamos a escuchar la voz de LeBron James en el trasfondo, intentando su versión de portugués. James tiene ese lado inmaduro, juguetón, de un joven de su edad.

Es ese lado inmaduro el que Coach K tuvo que cuidar. Sin mencionar nombres, Krzyzewski describe la relación entre James y Bryant en su escuadra: 'Muchas veces al conformar un equipo, puedes seleccionar a un atleta que es reconocido como el individuo más talentoso y el líder de la escuadra no debe quedar intimidado por esa persona. Un líder tiene que reconocer que no siempre es el mejor, el más talentoso, o el más inteligente del grupo. Pero ese líder debe captar que más le vale tener una excelente relación con ese otro individuo si el equipo quiere alcanzar el éxito: una relación sin celos, fundamentada en la confianza y la comunicación, donde cada cual puede contar con el otro.'

A buen entendedor, pocas palabras bastan.

La preocupación del técnico por el enfoque de su líder continuó hasta la víspera del partido final del torneo olímpico: 'Quería establecer un tono reverente ante el reto del día siguiente. Como decía Tayshaun Prince, necesitábamos una práctica seria. Los jugadores de NBA juegan baloncesto a diario. Practicar se convierte en algo tan rutinario que necesitan hacer algo interesante. Para muchos muchachos, la diversión proviene de encestar tiros de media cancha y otros tiros rimbombantes. Y eso normalmente no me molesta. Pero ese día me parecía que no había cabida para eso en nuestra práctica. "No intentemos tiros de media cancha ni nada por el estilo hoy", les dije. Tratemos estas 24 horas con dignidad. Practiquemos de la misma forma en que jugaremos." Recuerdo hacer contacto visual con LeBron tras pronunciar estas palabras; asentaba con su cabeza.

Esos tiros de media cancha ya son marca registrada de James. Los intenta de la misma manera que ejecuta su lanzamiento mesiánico de talco en la media cancha, cuando las cámaras de televisión están más cercanas e interesadas. Es una inmadurez más que, con suerte, desaparezca con el tiempo.

James se encamina a cumplir con su enorme promesa. Todavía no toca su techo como persona o como jugador, lo que deslumbra. Ya Coach K escogió al 'Escogido' como su piedra fundamental.

DETALLES INTERESANTES

La encomienda de Krzyzewski no sólo fue recuperar el oro olímpico sino cambiar la actitud del jugador y el programa de baloncesto estadounidense. Con diplomacia, Coach K acusa a las autoridades de la NBA: 'Cuando las estrellas del equipo olímpico del 2004 comenzaron sus carreras en la NBA, la liga enfocó sus esfuerzos de mercadeo en promocionar jugadores individuales. El enfoque no eran equipos o dinastías, ahora todo era acerca de jugadores individuales.'

'El dominio de nuestro país por tantos años en muchas áreas nos generó una arrogancia que nos dejaba pobremente preparados para luchar internacionalmente. El baloncesto no es la excepción. Teníamos que crear un ambiente para poder competir con aquellos que tenían éxito en nuestro ámbito. Y hoy, en el mercado siempre creciente que es el baloncesto global, los Estados Unidos es sólo uno de varios competidores sobresalientes,' nota Krzyzewski.

Pero aún, esa arrogancia ciega de los Estados Unidos exponía su talón de Aquiles. Según Krzyzewski, 'En situaciones de presión, los miembros de un equipo muchas veces se apoyan de sus instintos individuales y los instintos individuales son muchas veces sinónimos con instintos egoístas.'

Su jugador más trascendental, Kobe Bryant, formado como persona y como jugador en Italia, hizo eco de la preocupación de su Coach: 'Conozco a muchos jugadores que juegan en ultramar y esa es la opinión que tienen de nosotros. Piensan que somos una bandada de jugadores rimbombantes que anotan muchos puntos y logran mucho con la ofensiva pero no aportan el trabajo sucio que se requiere para ganar.'

Bryant no solo emitió opiniones; actuó ante sus convicciones: "¿Coach, me puede hacer un favor? Quisiera que me dejase marcar al mejor perimetral de cada equipo que enfrentemos. Le prometo que lo destruiré," dijo Bryant. Krzyzewski añadió: Kobe no intentó un solo tiro en la primera práctica como equipo. Entiendo que es un jugador muy sensible. Me refiero a que si rendimiento mejora geométricamente cuando median sus emociones.'

Las anécdotas personales son mínimas, pero reveladoras. Cuando Michael Redd conduce su auto desde Milwaukee hasta Chicago en su día libre para visitar a Colangelo en su habitación de hotel, llega con su atuendo deportivo y una bolsa y le pide permiso al gerente de la selección para utilizar su baño. Sale vestido con cuello y corbata Redd, diciendo: 'Bien, ahora estoy listo."

Krzyzewski se cuida de no publicar nada que se pueda considerar negativo. No menciona los dolores de cabeza que le dio Dwight Howard, cuyo comportamiento en la cancha ante jugadores de otros equipos violaba el principio fundamental de respeto al contrario. Lo más cercano a una crítica es un comentario acerca de la falta de acondicionamiento de Carmelo Anthony en julio, semanas antes del torneo olímpico. 'Al comenzar el verano de 2008, Carmelo no estaba tan preparado como antes,' dice Coach K.

También sorprende leer cómo los expertos del baloncesto estadounidense, quienes rápidamente tildan a los jugadores extranjeros como débiles y finos, captan por fin lo físico del baloncesto FIBA. 'Tuve que enfrentar la realidad que no conocía el baloncesto internacional tan bien como el baloncesto en general. Antes de comenzar mi investigación del contexto de mi tarea, no entendía cuán diferente es el baloncesto estadounidense del baloncesto en el resto del mundo. Una de las sutilezas que teníamos que entender es que el baloncesto internacional es muy físico,' reflejó Krzyzewski.

ELOGIOS A ARGENTINA

El libro de Mike Krzyzewski está salpicado de elogios al baloncesto argentino, de principio a fin. Coach K comienza con las observaciones del gerente general Colangelo acerca de lo que se requiere para ganar en el baloncesto internacional: 'Jugadores que juegan en conjunto pueden vencer a un grupo de estrellas cada noche.' Krzyzewksi lo resumen en su crisol intelectual: 'Equipo sobre talento. Identidad colectiva sobre ego individual. Tomamos prestado de equipos internacionales como Argentina y España la necesidad de compenetrarse y de mantener la continuidad.'

Argentina se perfilaba como rival al oro indudablemente, y los estadounidenses se dedicaron a estudiarlos. Dice Bryant acerca de Manu Ginóbili: 'Si obligas a Ginóbili a jugar dentro de un ropero, es otro jugador.' Opina James acerca de la escuadra argentina: 'Si no nos comunicamos, nos quemarán en cada ocasión.' Krzyzewski le delinea a Dwyane Wade el papel de reserva que le otorga de esta manera: 'Necesitaré que te apliques a la defensiva. Cuando nos toque Argentina y Kobe descanse, ¿quién marcará a Manu?'

Previo a la semifinal olímpica, le tocó a los entrenadores Mike D'Antoni y Steve Wojciechowski analizar a su rival: 'No se derrotan ellos mismos. Su garra es demasiado grande como para permitirlo. Tendremos que vencerlos.' Añade Krzyzewski: 'Argentina es un equipo que juega al nivel de su competición. Anticipábamos que jugarían con toda su garra contra nosotros.'

'D'Antoni nos recordó que el armador argentino, Pablo Prigioni, había cometido dos pérdidas hasta ese momento en el torneo olímpico. Nos explicó cómo los triples les daban vida. Y enfatizó el juego curtido y físico de Luis Scola. Pero concluyó con el mensaje más importante si enfrentas a Argentina: "Si les das una oportunidad, su confianza aumenta," recuerda Krzyzewski.

Previo al partido, los dos equipos contrincantes se colocaron en el túnel oscuro que lleva a la cancha. Los estadounidenses, como es su costumbre, fijaron su vista al frente, enfocándose en su objetivo. Argentina también siguió su patrón usual, conmoviendo al director técnico estadounidense: 'Los jugadores argentinos formaron un pelotón y comenzaron a saltar y a cantar en unísono. No era teatro, ni para consumo mediático. No, no era para nadie, era para consumo propio. Fue uno de los despliegues de espíritu competitivo más profundos que jamás haya presenciado. Me le acerqué a Mike D'Antoni y le dije: "Ese es el baloncesto internacional."

Prosiguió Krzyzewksi: 'Tras tres años de estudio del baloncesto internacional y su lenguaje, en ese túnel presencié su alma. Cuando Argentina jugaba, todo su país jugaba. Eso es lo que teníamos que vencer. No su ofensiva o defensiva. Su espíritu. En ese momento entendí quién verdaderamente era nuestro oponente y debo admitir, me intimidaba. Los argentinos, pese a la baja de su líder (Ginóbili, por lesión de tobillo) jugaron con el espíritu indómito que presencié antes del comienzo del partido.'

Tan conmovido quedó Krzyzewski que días después, tras ganar el oro, ya en la ceremonia de premiación: 'Me aseguré de acercarme al equipo argentino para decirles: "Quiero que sepan que su equipo tiene el mejor espíritu deportivo que he visto. Presenciarlo es algo verdaderamente hermoso,"' dijo el técnico del equipo campeón.