GAZIANTEP -- Como sabrán, todo me está resultando muy bien en Turquía. Está cambiando la situación para bien en mi equipo y ahora llevamos dos victorias consecutivas. Y vamos hacia los primeros lugares; queremos pelear con los de arriba y luego ganar un puesto en la Champions o en la UEFA.
Volví a anotar, ahora en el triunfo por 2-1 sobre el Oftasa, y soy el líder de goleo en la liga con cinco tantos. Estoy muy contento por el momento que estoy viviendo en Turquía. Eso es muy importante para mí y para Gaziantepspor.
El segundo lugar en la tabla de goleo lleva cuatro goles, y es un jugador nacional. Creo que acá también, como en México, se quejan de que un extranjero sea el líder.
En este momento la atención de los medios hacia mí es bastante. Me llaman de todos lados.
He hecho varios reportajes con los más importantes medios de Turquía. El año pasado nunca vi tantas cámaras en mi club y ahora están viniendo porque soy el goleador.
Los reporteros quieren conocerme, saber de dónde vengo, dónde he jugado, cómo vivo con la familia, si quiero irme el otro año a un equipo grande. Quieren saber de México, si la comida de mi país es parecida a la de ellos. Acá les gusta mucho el picante.
Me da gusto que la gente reconozca mi trabajo, aunque no me gusta mucho hacer reportajes porque ese tiempo es el que ocupo para estar con mi familia. Sé también que es bueno hacerlos porque el futbol da vueltas. Todos están contentos, y eso es lo más importante.
Personalmente, no me encomiendo a nadie paran que las cosas estén mejorando. Sigo trabajando igual de fuerte, en la misma línea para tratar de ayudar a salir a mi equipo de donde estábamos.
Lamentablemente, no podré jugar la siguiente jornada -el domingo contra Ankaspor- porque estoy suspendido. Acumulé cuatro amonestaciones y descansaré un juego.
Las tres primeras amonestaciones fueron porque empecé a hacer cosas que no se permiten en el reglamento de la FIFA. Festejé con mucha euforia mis goles.
Una vez saqué la máscara del "Místico" y dos veces más tumbé un banderín. Han sido tarjetas tontas. El sábado pasado me sacaron la amarilla porque retuve el balón; no me lo podían quitar cuando ya habían marcado falta. Se enojó el árbitro y me sacó la tarjeta.
Sé que tengo que aprender a contenerme, a manejar un poquito la euforia. Cuando anote espero festejar con menos euforia, aunque es difícil porque es normal estar muy emocionado por un gol; en ese momento sacas toda la adrenalina, todo el coraje, y eso no lo entienden los árbitros. La verdad es que tengo que festejar más tranquilo.
Lo bueno es que jugaré el miércoles en el inicio de la Copa de Turquía. El Gazian se enfrentará a un equipo de la Segunda División, que recientemente descendió. Si ganamos seguiremos en la competencia y si perdemos estaremos eliminados.
Esperamos ganar, claro, y yo seguir anotando. Hacer goles es cuestión de rachas; ayuda mucho el funcionamiento de grupo, pero también el nunca bajar los brazos, el siempre confiar en uno y el no cambiar líneas de trabajo personalmente.
Eso de trabajar diferente que porque no cae el gol no funciona y se nota en la cancha. Hasta puedes caer en la desesperación por cambiar cosas. Tarde que temprano caen los goles cuando uno está bien preparado. Esa es la clave de un goleador: trabajar e intentar todo en el campo para anotar.
Como siempre, es un placer tener comunicación con ESPNdeportes.com
Saludos
El Tano