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¿Gracia o desperdicio?

Carlos Vela hace lo que quiere en la MLS. El gol del martes en Los Angeles era digno de una placa en el paseo de la fama de Hollywood. El problema es que lo hace por debajo del nivel competitivo que le corresponde como futbolista, y cómo él está contento y pleno en ese escalafón, la crítica también lo está. Vela es un fenómeno, y puede que también un conformista, y es que, decirle lo contrario, es tanto como menospreciar su gran calidad futbolística...

CIUDAD DE MÉXICO -- Lo que casi todos ven como un estado de gracia, yo lo veo como un desperdicio.

Y es que si él lo quisiera, Carlos Vela aspiraría a tener un nivel de juego similar y a goles de fantasía como el que logró el miércoles por la noche en una escala mayor a la de la MLS. El problema es que no quiere o quizá no puede, porqué parte del gran secreto de un atleta es sobreponerse a la presión mental. Y Vela parece contento al lugar donde ha ido, al futbol de Estados Unidos que es competitivo, pero que no tiene, para nada, la exigencia, el nivel y la calidad del futbol europeo.

Alabar a Vela en su estado de gracia es tanto como despreciarle. Es ignorar las profundas y exquisitas cualidades que tiene y decirle: “Estás maravilloso aquí. ¿Para qué te esfuerzas en jugar un futbol más complicado?”.

El Vela superdotado del LAFC es un Vela conformista, cómodo, sobrado, consciente de sus inmensos atributos pero no dispuesto a probarlos y ejercerlos en una dimensión mayor del juego.

Puede que haya cierto egoísmo de su parte, pero lo que más hay es miedo. Jugar en Europa significa competir duramente todos los días. Primero con tus propios compañeros, luego contra el rival y más tarde ante el entorno. Vela ya se probó en ese nivel y dentro de todo, le alcanzó para ser figura en un club de clase media europea. Eso era la Real Sociedad cuando tuvo su mejor momento futbolístico. Antes, en las ‘grandes ligas’ que proponía el Arsenal de Wenger, él dio un paso de costado.

Es la mente la que juega contra Vela, una mente tan maravillosa que es capaz de crear arte en la cancha como la jugada de anoche en Los Angeles; una mente que más tarde le traiciona y le dice: “para… para que no sabemos hacía dónde vamos...”.

Vela tiene unos números extraordinarios. Hace lo que quiere en las canchas estadounidenses. Es el mejor jugador de la liga. Está, sin duda, en un estado de gracia, pero yo creo que también en un estado de desperdicio. Decir lo contrario, sería tanto como insultarle como futbolista.

@Faitelson_ESPN