<
>

Renato no merece la camiseta americanista...

ESPN

¿Un golpeador de mujeres y un personaje acusado de feminicidio en Coapa? El futbolista ecuatoriano no puede volver a vestirse con la camiseta azulcrema, porque va en contra de los valores y la responsabilidad social que el América tiene como club. Ibarra debe desaparecer del América para siempre. Ni siquiera las argucias legales -que si se retiraron los cargos o llegó a un acuerdo- son válidas. Y de Miguel Herrera esperábamos -yo esperaba- más, mucho más. Él es un personaje que por momentos ha ido más allá del América o del propio futbol mexicano. Debió haber sido más tajante. Más comprometido con lo que significa, primero, la profesión del futbolista y luego, con el hecho de serlo en uno de los más grandes clubes del continente...

SAN DIEGO, California.- Se trata de que el América haga exactamente lo que la justicia, por una u otra razón, no pudo o no se atrevió hacer. Renato Ibarra es cualquier cosa, menos un inocente. No merece volverse a poner nunca más la camiseta azulcrema.

Y más allá de las circunstancias legales, Miguel Herrera sabe que ha cometido un error o que al no ser demasiado tajante -cuando todos esperábamos que lo fuera- ha abierto un espacio para la duda. El hecho irrefutable, insisto, es que Ibarra no puede volver a jugar nunca más en el América.

Una fotografía de archivo del entrenador del América dando instrucciones al futbolista ecuatoriano y el titular: "No quiero que se vaya", se lee en la portada de los periódicos deportivos de este martes, ávidos de información cuando no hay demasiado de que hablar e informar. Herrera ha abierto la duda sobre si el América está considerando mantener en su plantel a un futbolista que recientemente visitó la prisión acusado de golpear a una mujer y de intento de feminicidio. La justicia desestimó los cargos tras un acurdo entre Ibarra y su hasta entonces pareja sentimental.

El América, uno de los clubes más populares de México y del continente, tiene una responsabilidad social a la cual no puede renunciar. El comportamiento de Ibarra es inaceptable así se trate de un futbolista que marque diferencia en su posición dentro del futbol mexicano.

Con la presumible baja de Ibarra, el América debe comenzar ya un reajuste, una reingeniería de un plantel, afectado por ventas, plagado de lesiones, operaciones, enfermedades y bajas de juego, un plantel con el que Herrera, a decir verdad, ha hecho casi "milagros" para sostenerlo en un plan enteramente competitivo y protagónico. El América sabe que tiene futbolistas jóvenes que todavía pueden dar más hacia el futuro, pero que debe buscar y rebuscar en un mercado que será incierto por las soluciones que hoy no tiene en el campo de juego. Tal parece que la encomienda de un verano que, hoy, luce tan lejano y cercano a la vez, será buscar los sustitutos de Ibarra y del colombiano Roger Martínez, cuyo comportamiento tampoco tiene contenta a la dirigencia del club. Dos futbolistas que parecen haber rendido lo que tuvieron que rendir en el América. Ambos, insisto, con comportamientos ajenos a la cancha que han afectado su paso futbolístico. Dos jugadores de suma importancia en las labores de construcción de juego y de ofensiva. No será fácil encontrar en el mercado elementos con el mismo nivel y trascendencia en la cancha.

Creo que Herrera tenía que haber sido más tajante en la situación de Ibarra. Las circunstancias lo ameritaban. Confío, también, en que nunca más volverá a vestirse con la camiseta azulcrema porque lastima todo lo que social e intelectualmente el América debe significar. El América a debe erigirse como un "justiciero", en tiempos donde la justicia no lo hace y permite que un golpeador de mujeres ande tranquilamente en la calle y pretendiendo vestirse en la sagrada camiseta americanista. ¡Qué desfachatez!

@Faitelson_ESPN