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Cruz Azul y América: ¿armonía o caos?

David Faitelson ESPN

El trabajo de las 17 fechas puede quedarse almacenado en los anaqueles de historia de ambos clubes. En México se juega a ganar una Liguilla y sabemos de lo que adolece uno, y no sabemos de lo que pueda tolerar el otro. Es así, Cruz Azul ha mostrado todas sus falencias y miedos en esta instancia del campeonato, mientras que el América de Solari “es nuevo” en estos menesteres y todo su equilibro y aparente congruencia será puesto a prueba. Nadie les va a regalar nada. Ni Toluca, ni Pachuca, ni Rayados, ni Puebla, Atlas o Santos se sentarán a aplaudir el paso de los dos mejores del torneo regular. Ganar la Liguilla será todavía más complejo y exigente que la impresionante campaña regular que ambos sostuvieron. Cruz Azul y América están, otra vez, como “en cero” y sin garantías de nada…

SAN DIEGO, California.- Lo mas fácil sería vaticinar que no habrá sorpresas y que Cruz Azul y América mantendrán el paso y jugarán por el título del Guardianes 2021, pero ese tipo de pronósticos parecen ajenos al comportamiento y a la historia misma del futbol mexicano. Aquí brilla el equilibrio que también puede traducirse en irregularidad y entonces, esa “armonía” es capaz de transformarse en “caos” de un momento a otro.

Para nada estoy diciendo que Cruz Azul y América deben olvidarse y hacer trizas su trabajo de 17 semanas, pero aquí se juega a ganar la Liguilla, y tanto azules como amarillos saben que un ligero parpadeo, una mala tarde, una desconcentración un error arbitral , o uno del VAR que hoy esta muy de moda, es suficiente para tirar todo por la borda. Ellos conocen “las reglas del juego”. No hay más.

En situaciones “normales”, Cruz Azul debería sostener el nivel de juego que lo trajo hasta aquí, pero todos sabemos el tipo de “problemas” que aquejan a esté club desde hace más de dos décadas.

Las estadísticas hablan de un Cruz Azul equilibrado. Se defiende muy bien, factor fundamental para un equipo que busca el éxito, y sabe atacar de diferentes formas. Tiene una mezcla de experiencia (Corona, “Catita”, Aldrete, Aguilar) con futbolistas jóvenes y vigorosos (Romo, Baca, Alvarado, Orbelín, Delgado, Fernández). Tienen, también, en el uruguayo Jonathan Rodríguez al jugador más determinante de la Liga MX. Y para cerrar el círculo virtuoso, un entrenador, Juan Reynoso, que conoce la historia del club, que fue jugador, que fue campeón y que sabe lo que significa Cruz Azul por dentro y por fuera. Y, si quieren ir más allá, hay un orden preestablecido en la directiva, encabezada por Álvaro Dávila y por Jaime Ordiales. Las cosas están en su sitio mientras que los cooperativistas se dedican a producir cemento y a poner orden en su casi siempre convulsionada empresa.

Cruz Azul pinta bien. Es el favorito principal para ganar la Liguilla y así romper un pesado ayuno que data desde el siglo pasado, para que se escuche aún con más dramatismo e impresión.

Pero la verdadera pregunta debería ser: ¿Qué nos hace pensar que esta vez será distinto a algunos otros equipos que se asomaron al éxito, avanzaron hasta las instancias finales y que luego retrocedieron temerosos para el pesar de sus aficionados? ¿Es mejor este equipo que el de Tena que perdió ante el Pachuca? ¿Está por encima del de Markarian que cayó en Torreón? ¿Este grupo de futbolistas no fallaría como aquella tenebrosa noche del 26 de mayo del 2013 ante el América? ¿Qué lo hace diferente al cuadro que fue el líder general con Caixinha y que luego “se murió” de nada, otra vez, ante el América? ¿Qué nos garantiza que sucederá lo mismo que ocurrió hace apenas algunos meses con aquella semifinal ante Pumas donde Siboldi encontró su “Waterloo”? No lo sé. Puede que sea las sensaciones, puede que la comprensión de un grupo que conoció el descrédito y la ignominia, y que quiere una “revancha”.

Los históricos números del América en Liguilla impresionan y asustan a cualquiera. Es aquí donde adquiere el mote bien ganado, sin duda, de “animal de Liguilla”: Más liguillas disputadas (56), más liguillas ganadas (12), más partidos disputados en esta fase (235) y más triunfos (99).

Las estadísticas muestran algo y, sin embargo, lo principal radicará en el comportamiento del equipo de Solari bajo la presión “de matar o morir”, una condición donde el americanista finca el éxito o el fracaso de sus equipos. Este América ha jugador bien al futbol, por grandes momentos. Ha sido, también, un equipo frío y calculador en otros parajes. Ha tenido tiempo, además, para quedar a deber.

No existen dudas sobre la capacidad competitiva de este América , pero tampoco hay una certeza absoluta de su capacidad para someter al rival y ganarle. El América de Solari se defiende bien, quizá mejor que nadie en la Liga MX, y disfraza perfectamente algunas de las carencias que tiene de mediocampo hacia el frente. Ahí, el trabajo del joven español Álvaro Fidalgo ha sido fundamental, más la aportación de Sebastián Córdova, sin duda, el jugador más talentoso y desequilibrante del plantel. Los goles están a cargo de Henry Martin, Roger Martínez y Federico Viñas.

Cruz Azul y América deberían jugar la final del futbol mexicano, pero ni Toluca, ni Pachuca, ni Rayados, ni Puebla, ni Atlas, ni Santos le “tirarán flores” mientras allanan el camino a recoger el trofeo. Esto se trata de ganar la Liguilla y sabemos qué le sucede a Cruz Azul en esta instancia, y no sabemos que le pasará al América de Solari justo en estos lares. ¿Mantendrán la armonía? ¿Llegará el caos?

@Faitelson_ESPN