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Estos managers están en la silla caliente

Es 15 de mayo y los equipos de Grandes Ligas apenas han jugado una cuarta parte de su calendario de la temporada del 2019, pero como nos ha enseñado la historia, reciente y menos actual, nunca es muy temprano para que un manager pierda su trabajo.

Sí, ahora mismo hay varios dirigentes cuyos empleos están en peligro. Mientras algunos podrían se sustituidos en cuestión de días, semanas o meses, otros simplemente están siendo borrados del futuro de sus organizaciones.

Una cosa es segura, nunca es temprano para cambiar al capataz. Después de todo, Cal Ripken padre (en 1988) y Phil Garner (en 2006), fueron despedidos del puesto por los Baltimore Orioles y los Detroit Tigers, respectivamente, cuando apenas se habían jugado seis de los 162 partidos que tenían programados sus clubes.

Por supuesto, el récord de Ripken padre y Garner es de temporada y no incluye la tragedia de Wally Backman, quien fue despedido como manager de los Arizona Diamondbacks cuatro días después de ser nombrado durante la pausa otoño-invernal 2004-2005.

Arizona contrató y presentó en conferencia de prensa a Backman como su dirigente para la temporada del 2005 el 1 de noviembre del 2004, pero después de que el periódico The New York Times reportara que el antiguo intemedista ocultó a sus empleadores dos arrestos y otros problemas, fue sustituido por Bob Melvin. Backman fue el manager de Arizona por cuatro días y cero juego.

No hay un método uniforme para contratar, evaluar el desempeño o despedir un dirigente. Básicamente, al igual que ocurre con cualquier trabajador de cualquier rama del proceso de producción: "Cualquiera que sea contratado, puede ser despedido".

¿Recuerdan cuando en medio de una crisis de los New York Mets, en junio del 2008, el gerente general Omar Minaya dejó que Willie Randolph tomara un avión de la gran manzana a la costa oeste para entonces apretar el gatillo del despido en Anaheim?

Los Mets anunciaron la cancelación de Randolph a las 3:14 de la madrugada de Nueva York. Randolph reveló posteriormente que, ante los insistente rumores sobre la posibilidad de un cambio de dirección, le había dicho a Minaya que si planeaba despedirlo lo hiciera después del juego del domingo 16 que cerraba una estadía en Queens y de esa manera le evitaba el largo viaje a Los Angeles. Minaya dejó que Randolph viajara con el club y lo canceló 24 horas después de haberse registrado en el hotel y una hora después de ganar un partido.

El año pasado, los Cincinnati Reds cancelaron a Bryan Price debido a un pobre arranque (3-15) en los primeros 18 juegos, mientras que los St. Louis Cardinals cesaron la gestión de Mike Matheny el día previo al inicio de la pausa del Juego de Estrellas.

Pero dejemos hablar del pasado y mejor ocupémonos del presente. El actual manager de los Mets, Mickey Callaway, se encuentra en la nefasta lista de managers, que por una razón u otra, corren peligro de quedar desempleados, salvo un giro salvaje a lo positivo en los proximos días y semanas. Veamos los casos más evidentes.

Dave Martínez, Nationals:

El puertorriqueño tiene foja de 98-105 en sus primeros 203 partidos al frente de uno de los buenos y caros equipos que tiene Grandes Ligas. Martínez logró sobrevivir pese a que no alcanzó los playoffs del año pasado, pero el récord de 16-25 con una nómina de $164 millones este año hacen que se convierta en un "chivo expiatorio" cómodo para la directiva.

El séptimo dirigente en la historia de la franquicia tiene un contrato de tres años con una opción para una cuarta temporada. Si Washington no asciende pronto en el standing de la División Este de la Liga Nacional, es poco probable que Martínez conserve el cargo hasta el Juego de Estrellas.

Mickey Callaway, Mets: Los Mets han ganado tres encuentros consecutivos para regresar a .500 (20-20) y acercarse a 3.5 juegos del primer lugar que ocupan los Philadelphia Phillies, pero Callaway está casi obligado a mantener ese tipo de desempeño para salvarde.

Primero, los Mets armaron un atractivo roster para pelear. Segundo, y más importante, Callaway fue nombrado por el anterior gerente general y no por el actual, Brodie Van Wagenen, quien tiene urgencia de dejar una buena impresión en su debut en la oficina central, después de ser agente de peloteros por la mayor parte de su vida laboral.

Callaway, quien se encuentra la segunda temporada de un contrato por tres años y una opción, tiene una gran oportunidad de apilar algunas victorias contra los Nationals, Miami Marlins y Detroit Tigers, antes de embarcarse a una gira por la costa oeste, que comenzará el lunes 27 en Los Angeles. ¿Déjà vu?

Don Mattingly, Marlins: Primero, vamos a ponernos de acuerdo. Los Marlins son tan malos que Don Mattinlgy debería sentirse aliviado si lo despiden antes que termine su contrato en octubre. Pero Mattingly aspira a pasar la tormenta y estar en Miami para cuando el sol vuelva brillar en La Pequeña Habana, como ha prometido Derek Jeter, el sheriff de la comarca.

Miami (10-30) no solamente posee la peor marca de ambas ligas mayores esta temporada, sino que además lleva un "excelente" ritmo para perder por lo menos 115 partidos, algo que solamente ocurrió cinco veces desde 1900.

Todos sabemos que Mattingly no es el principal responsable de las derrotas de los Marlins, pero tampoco lo era el presidente de negocios del club, Chip Bowers, quien fue despedido en mayo, así como tampoco el coach de bateo, Mike Pagliarulo, quien fue cancelado en abril.

En resumen, incluso si todos estamos de acuerdo en que sería injusto castigarlo, no descarten un despido de Mattingly como manager de los Marlins en medio de la temporada.

Bruce Bochy, Giants; Bob Melvin, Athletics: Por desempeño de sus equipos, ambos deberían estar en la silla caliente, pero esta pareja acumuló un saldo para aguantar crisis, al menos por el momento.

Bochy es un triple ganador de la Serie Mundial que ya anunció que se retira al final de la temporada. Es poco probable, aunque no imposible, que los San Francisco Giants (17-24, en el sótano de la División Oeste de la Liga Nacional) le amarguen el retiro con un despido adelantado. ¿Y una renuncia del propio Bochy? Tampoco luce muy factible, pero ojo, recuerden que es un empleado, no el dueño del equipo.

Melvin ha ganado tres premios de Manager del Año, el más reciente en 2018, cuando condujo al modesto cuadro de los Oakland Athletics a ganar 97 partidos y a un puesto comodín de los playoffs de la Liga Americana. Oakland (19-25, en el sótano del Oeste del joven circuito) no tiene exactamente la nómina como para reclamar grandes resultados.