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Caso Astros: Sanción ejemplar, pero incompleta

El Comisionado de las Grandes Ligas (MLB) mandó un mensaje contundente a la industria de $11 mil millones de dólares que dirige, imponiendo un paquete de sanciones sin precedentes a los Houston Astros y algunos de sus altos ejecutivos, después que una investigación de la liga comprobara que el conjunto robaba señales a sus rivales usando un sofisticado sistema que incluía, desde aparatos electrónicos a golpes a un cesto de basura.

El Departamento de Investigaciones de la MLB encontró, en una pesquisa que cubrió las últimas tres temporadas, que los Astros usaron cámaras, computadoras y otras herramientas para robar señales a sus rivales y transmitirlas a sus propios bateadores en 2017 y 2019, cuando avanzaron hasta la Serie Mundial, consiguiendo en la primera, contra los Los Angeles Dodgers, el primer título de su historia, y perder en un séptimo juego en la segunda, contra los Washington Nationals.

Por la trampa, el Comisionado Rob Manfred multó a los Astros con $5 millones de dólares, el mayor castigo económico que permiten las reglas. Además, el conjunto texano estará impedido de seleccionar peloteros en las primeras dos rondas de los sorteos colegiales del 2020 y 2021.

Al gerente general Jeff Luhnow y al mánager AJ Hinch, Manfred los suspendió por una temporada, comenzando en lo inmediato y concluyendo con el final de la próxima Serie Mundial. El Comisionado también suspendió por un año al ejecutivo Brandon Taubman, pero por otro incidente no relacionado al robo de señales.

En un documento de 4,734 palabras para anunciar las sanciones y los resultados de una investigación que duró cerca de dos meses, el Comisionado señaló al coach puertorriqueño Alex Cora como el creador del tramposo sistema de los Astros. Cora, quien era coach de la banca de los Astros en 2017, condujo a los Boston Red Sox al campeonato en 2018, también contra los Dodgers, en su debut como mánager de las ligas mayores.

Cora y los Red Sox enfrentan sus propios castigos por otra investigación paralela que lleva actualmente la oficina del comisionado.

Hasta ahí, las sanciones de Manfred parecen estar en concordancia con los resultados de su investigación. Sin embargo, el hecho de que el trofeo de campeones de los Astros no fue tocado (ni tampoco se amenazó a otros futuros infractores) y la notable ausencia del dueño de los Astros, Jerry Crane, en la lista de castigados, dejan incompleta una sanción que inicialmente luce extraordinariamente fuerte.

Y para llegar a semejante afirmaciones, usaremos las mismas palabras del comisionado Manfred, quien no tuvo reparos en castigar a Luhnow y Hinch, pero exonerar a Crane, usando los mismos argumentos.

Sobre el rol de Luhnow en el esquema tramposo de los Astros, el informe de Manfred dice:

"La investigación no reveló evidencia que sugiera que Luhnow estaba al tanto del esquema de golpear (un cesto de basura, para mandar señales a los bateadores de los Astros). La investigación también reveló que Luhnow ni ideó ni dirigió activamente los esfuerzos del personal de la sala de revisión de repeticiones para decodificar señales en 2017 o 2018.

Aunque Luhnow niega tener conocimiento de que el personal de la sala de revisión estaba decodificando y transmitiendo señales, hay tantos documentos como evidencia testimonial que indican que Luhnow tenía algún conocimiento de esos esfuerzos, pero él no le prestó mucha atención.

Independientemente del conocimiento de Luhnow de las violaciones de las reglas de su club, lo responsabilizo personalmente por la conducta de su club. Es el trabajo del gerente general estar al tanto de las actividades de su personal y jugadores, y asegurarse de que cumplan con los estándares de conducta establecidos por su equipo y las reglas de MLB".

Sobre el rol del mánager Hinch, Manfred escribió:

"Hinch no ideó el esquema de golpes ni participó en eso. Hinch dijo a mis investigadores que no apoyaba que sus jugadores decodificaran señales usando el monitor instalado cerca de la cueva y golpeando el bote de basura, y que él creía que la conducta era a la vez incorrecta y distrayente.

Hinch intentó señalar su desaprobación del esquema dañando físicamente el monitor en dos ocasiones, lo que requirió su reemplazo. Sin embargo, Hinch admite que no lo detuvo y no notificó a los jugadores o a Cora que desaprobaba la idea".

Sobre el rol del dueño Jim Crane, el Comisionado dijo:

"JIm Crane no tenía conocimiento de ninguna de las violaciones de las reglas de MLB por su club. De hecho, Crane le dijo a Luhnow después que los Red Sox fueran disciplinados en 2017 que Luhnow debería asegurarse de que los Astros no se involucraran en conducta similar.

Algunos empleados de Astros de nivel inferior estaban al tanto de las violaciones de las reglas o participaron en las violaciones por orden de otros. Dejaré en manos de los Astros decidir si la conducta de estos empleados más jóvenes merece disciplina u otra acción correctiva".

En resumen: Manfred encontró que Luhnow no sabía y si sabía, no era mucho, pero de todos modos lo castigó por ser el gerente general y el gerente general es responsable de lo que hace su personal. Manfred encontró que Hinch no participó y se oponía a la trampa, pero lo castigó por quedarse callado. Y Manfred encontró que Jim Crane ni sabía, ni miró para otro lado y que tampoco es responsable de saber lo que hace su presidente de operaciones de béisbol y todos los ejecutivos de una empresa valorada en $1,800 millones de dólares, según Forbes.

Para el colmo, menos de una hora después de que Manfred suspendiera por una temporada y amenazara con sacarlos de por vida si volvían a incurrir en faltas a Luhnow y Hinch, Crane despidió a ambos. Una combinación de castigos que quedará como "letra escarlata" en los expdientes de ambos.

Una vez más se confirma el dicho de que "la soga se rompe por el lado más débil". Sea usted el jurado.