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Pedro Martínez tuvo varias de las mejores temporadas de la historia

Llegar a la conclusión de cuales han sido las temporadas más dominantes para un lanzador en la historia de Grandes Ligas (MLB) no es una tarea fácil, por todas las variantes involucradas en el ejercicio.

Cy Young, Tim Keefe, Kid Nichols Al Spalding, Pud Galvin, Bobby Mathews y Old Hoss Radbourn marcaron el ritmo antes de 1900. El mismo Young, Walter Johnson, Christy Mathewson, Mordecai Brown y Grover Alexander, entre otros, llevaron la voz cantante en las primeras décadas del siglo XX.

Sandy Koufax, Warren Spahn, Tom Seaver, Nolan Ryan, Roger Clemens, Randy Johnson, Greg Maddux, Pedro Martínez, Mariano Rivera, Clayton Kershaw y Max Scherzer son algunos de los más recientes que aparecen en prácticamente todos los ránkings históricos de los mejores de MLB.

¿Cómo determinar cuál realmente dominó más a la oposición entre, por ejemplo, Gavin en 1884 (46-22, 1.99, 71 juegos completos, 12 blanqueadas y 369 ponches en 636.1 innings), Walter Johnson en 1913 (36-7, 1.14, 29 completos, 11 blanqueos y 243 K en 346 IL), Bob Gibson en 1968 (22 victorias, 1.12 de efectividad, 13 blanqueadas y 268 K en 308 IL) y Martínez en 1999 (23 triunfos, 2.07 de EFE y 313 ponches en 213 innings)?

La época, el contexto y el ambiente fueron diferentes para cada uno. En 1884, 21 pitchers completaron 50 o más juegos, incluyendo ocho con 60 o más, y Galvin fue séptimo en efectividad y no fue líder de juegos completos, innings o ponches. Young, Gavin, Mathewson, Walter Johnson y todos los lanzadores de Grandes Ligas hasta 1946 jugaron en una época en que los negros (y casi todos los latinos) tenían las puertas cerradas.

En 1968, cuando Gibson consiguió la mejor efectividad desde 1920, el promedio colectivo de Grandes Ligas fue 2.98, que en los años grandes de Martínez habría bastado para pelear el liderato. En 1999, la efectividad colectiva del béisbol fue 5.08.

Solamente para mencionar algunos datos que revelan el entorno de las actuaciones.

La gente de Baseball Reference desarrolló una estadística que se llama "Efectividad Plus Ajustada" (ERA+ Ajustada), que "ajusta" el promedio de carreras limpias de un lanzador al de su liga, su estadio y su época. La fórmula se resume a "ERA+ 100*[lgERA/ERA] Ajustada a parques de lanzadores". El producto refleja el nivel de superioridad/inferioridad que tuvo un lanzador frente a sus pares en un momento específico. Recuerden restarle 100 para obtener el porcentaje real.

Desde 1900, la mejor ERA+ Ajustada en una temporada fue la que logró Martínez en el 2000 (291), cuando tuvo efectividad de 1.74, mientras que toda la Liga Americana terminó en 4.92. El número 291 básicamente significa que "Pedro El Grande" fue 191% superior al resto de los seres humanos que lanzaron ese año.

En 1999 la ERA+ Ajustada de Martínez fue de 243, la cuarta mejor en la era que más importa, ya que en el siglo XIX y las primeras dos décadas del siglo XX, el béisbol prácticamente se jugó con una pelota de trapo.

En 1997, cuando ganó el primero de sus tres premios Cy Young (y el único en la Liga Nacional), Martínez terminó con 219 en ese departamento. Eso otorga al derecho dominicano tres temporadas entre las 10 mejores de ERA+ Ajustada. Dos contemporáneos, Maddux (271 en 1994 y 260 en 1995) y Clemens (226 en 2005 y 222 en 1997) son los únicos otros con múltiples apariciones en ese Top 10.

Entre 1994 y 2005, en medio de la llamada "Era de los Esteroides", que catapultó a la ofensiva muy por encima del pitcheo, Martínez, Maddux y Clemens se combinaron para poner siete de las 10 mejores ERA+ Ajustada. En ese lapso de tiempo, el promedio más bajo de carreras anotadas por equipo fue de 4.59 y en seis ocasiones el promedio de MLB excedió la media de 4.80 carreras por encuentro.

El derecho Zack Greinke (222 en el 2015) es el único pitcher activo cuyo nombre aparece en la lista. La gran temporada de 1968 de Gibson quedó cuarta con 259, mientras que el mega año de Dwight Gooden en 1985 con los New York Mets es sexto.

Ningún criterio es definitivo, pero la Efectividad Plus Ajustada arroja un poco de luz para valorar en su justa dimensión el dominio de un lanzador en una temporada o época sin importar las condiciones específicas del momento. Ah, en 1884 Galvin tuvo una ERA+ Ajustada de 155, la #408 de la historia.