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Barry Bonds encabeza mejores peloteros que nunca ganaron una Serie Mundial

AP Photos

"La mejor cosa posible en el béisbol es ganar la Serie Mundial. La segunda mejor cosa es perder la Serie Mundial": Tom LaSorda, quien ganó en dos de cuatro visitas al clásico de otoño de Grandes Ligas (MLB) en 21 años como manager de los Los Angeles Dodgers y un miembro del Salón de la Fama de Cooperstown desde 1997.

Básicamente, el razonamiento de LaSorda es que si no gana el clásico de otoño, haber estado en el lado perdedor del evento es lo mejor que le puede pasar a un equipo, jugador o entrenador en las Grandes Ligas. Tomando en cuenta que a la Serie Mundial, el evento anual más importante del béisbol, solamente llegan dos, entonces el planteamiento de LaSorda es irrebatible.

Pero en una actividad en la que el ganar o perder tiene un rol trascendental en definir la imagen final de los individuos que la realizan, conquistar la Serie Mundial es el premio mayor y el ingrediente que valida el enorme sacrificio que requiere competir a alto nivel por largo tiempo en las ligas mayores.

En la historia de la Serie Mundial, más de 50 jugadores han formado parte de al menos cinco campeones, alrededor de 25 estuvieron con seis ganadores, 12 participaron en siete celebraciones, seis en ocho títulos y dos en nueve rosters de campeones. El récord pertenece al receptor miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, Yogi Berra, quien fue parte de 10 equipos de los New York Yankees que obtuvieron el campeonato.

Al mismo tiempo, decenas de grandes jugadores, entre ellos muchos con placas en el Salón de la Fama, ganaron muchos premios individuales, amasaron grandes fortunas e impusieron sonoros récords, pero dejaron el juego sin saborear el dulce néctar de la victoria en el clásico de clásicos. Algunos ni tuvieron la dicha de estar en el lado perdedor.

Usando la versión Baseball-Reference de la estadística de WAR (Wins Above Replacement o Victoria Sobre Nivel Reemplazo) como referencia, armamos una lista de los 15 mejores jugadores de posición que nunca ganaron la Serie Mundial, desde que el evento fue creado en 1903.

Como se sabe, la estadística WAR intenta resumir en una cifra toda la contribución del jugador en el terreno de juego, por lo tanto es una herramienta adecuada, aunque no necesariamente la definitiva, para este tipo de ejercicio.

Por supuesto, el mejor jugador de todos los tiempos que nunca celebró un título es alguien que entra de lleno en la discusión cuando tratamos de determinar quién ha sido el mejor exponente en la historia de Grandes Ligas: Barry Bonds.

Bonds, un ganador de siete premios Jugador Más Valioso, el rey de los jonrones y el líder de WAR (162.8) por producción ofensiva (Babe Ruth tuvo 182.5 como bateador y lanzador), ayudó a que sus equipos avanzaran a la postemporada en siete oportunidades, pero solamente apareció en una Serie Mundial en su carrera de 22 años.

En el 2002, Bonds bateó .471 (17-8) con cuatro jonrones y 13 boletos gratis en 30 apariciones al plato, pero no pudo impedir que los San Francisco Giants cayeran en siete juegos ante los Los Angeles Angels. En sentido general, el jardinero izquierdo bateó .245 con nueve jonrones y 24 carreras producidas en 48 juegos de postemporada con Pittsburgh Pirates y San Francisco.

Bonds, quien ha debido cargar con el estigma que produjo su relación al mundo del dopaje, quedó corto del 75% de votos necesarios para ser electo al Salón de la Fama en sus primeros ocho años en la boleta de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA).

Bonds nunca violó el programa antidopaje del béisbol, pero fue enjuiciado por mentir a un gran jurado que investigó al laboratorio BALCO de Victor Conte por suministrar drogas prohibidas a atletas, incluyendo peloteros.

Ty Cobb, el líder de bateo de todos los tiempos (.366 en más de tres mil juegos), estuvo del lado perdedor, con los Detroit Tigers, en tres ediciones consecutivas de la Serie Mundial (1907-1909). Cobb, uno de los miembros de la primera promoción del Salón de la Fama, pegó más de 4,000 hits y acumuló 151.0 WAR en su carrera de 24 años como jardinero en la MLB.

El grandioso Ted Williams, quien logró dos veces la Triple Corona del bateo y lidera Grandes Ligas de por vida con un porcentaje de alcanzar bases de .482, jugó 19 temporadas en un período de 22 años (pasó tres años en la II Guerra Mundial) en el medio de "La Maldición del Bambino" que afectó a los Boston Red Sox por casi nueve décadas.

Williams bateó .344 con 521 jonrones en 2,292 partidos de serie regular, pero solo .200 con una carrera remolcada en su única aparición en la Serie Mundial, en 1946. En esa serie, Boston tomó la delantera tres veces (1-0, 2-1 y 3-2), pero terminó cayendo en siete juegos ante los St. Louis Cardinals.

A Bonds, Cobb y Wllliams siguen el intermedista Nap Lajoie (107.3 WAR), el intermedista Nap Lajoie (107.3), el jardinero Carl Yastrzemski (96.4), el antesalista dominicano Adrián Beltré (93.6), el patrullero central Ken Griffey Jr. (83.8), el 2B/1B Rod Carew (81.3), el inicialista Jeff Bagwell (79.9); los torpederos Arky Vaughan (78.0) , Robin Yount (77.3) y Luke Appling (77.1); el jardinero Sam Crawford (75.3) y Paul Waner (73.9) y el infielder Jim Thome (72.9).