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Jugar bien, después ganar: Gracias, León

No hay justificación que valga, mucho menos cuando eres uno de los llamados “equipos grandes” y debes responderle al aficionado con espectáculo y entretenimiento. El América no puede coartarse en el hecho de que ganó un Clásico y que los clásicos se ganan a cualquier precio. Debe hacerlo cuidando las formas, las maneras y para mejor ejemplo, ahí está el equipo de Nacho Ambriz, que mantiene siempre una escena competitiva y que cuida el estilo, el modo de lograr el triunfo. El futbol no es ganar por ganar. Aquellos equipos que tienen plantel e inversión deben ser estar obligados a tratar de embellecer la cancha con su juego.

SAN DIEGO, California.- ¿...Y quien dijo que una postura debía estar “peleada” con la otra? Ganar, jugar al futbol con efectividad no debe estar alejada de la condición de tratar de jugar bien al futbol. Y para muestra, el mejor club de futbol mexicano, el León.

“No jugamos bien, pero así son los Clásicos y lo importante es ganarlos”. Miguel Herrera ha justificado que el América sigue sin alcanzar una forma futbolística convincente. Gana porque de pronto encuentra la genialidad de una de sus individualidades, cuando no es Guillermo Ochoa aparece Giovani Dos Santos, o porque el rival, como fue el caso de Chivas el sábado, es realmente incompetente.

Se supone, solo se supone, porque el América tiene 23 puntos y es uno de los cuatro mejores de la tabla, que si juegas bien al futbol, estarás más cerca de obtener el triunfo. Pero los “malos ejemplos” se imponen y muchas veces basta tener un equipo ordenado, sólido en defensa y jugadores de cierto nivel al frente para ganar como sea, de forma ruda, los puntos. Esa manera de afrontar los partidos sería válida en muchos equipos, no así en los llamados “grandes”, donde las formas, las maneras y el estilo deben contar siempre para sus exigentes aficionados.

Entendemos y debemos respetar el hecho de que en el futbol hay modos diferentes de jugar y de obtener el triunfo, pero nada justifica, a menos de que ese equipo no cuente con el material para hacerlo, que se especule, que se destruya y que se vague por la cancha sin admitir la responsabilidad que finalmente el futbol tiene para con el espectáculo y el entretenimiento.

El torneo mexicano para muy bien representado en sus posiciones más privilegiadas por el León, un club con su historia, su tradición, pero que no parece estar en el nivel forzoso e inexcusable de tratar de armonizar el juego. El León de Nacho Ambriz abre la cancha, ataca por las bandas, hace cinco, seis, siete toques, se combina exquisitamente, llega a ras de pasto a donde otros los hacen saltando líneas y descontrola a las defensas rivales basado, primero, es un esfuerzo colectivo y luego en una genialidad individual. Esa ha sido la característica primaria de este León en los últimos años, lo ha hecho invariablemente en las últimas temporadas a pesar de que por una u otra razón no ha podido levantar todavía el trofeo de Campeón.

No hay pretexto que valga para el América. Así como hemos señalado y aceptado que los números y el trabajo de Miguel Herrera son positivos, también hay que apuntar que el América está obligado a jugar mejor y a ofrecer un espectáculo acorde al plantel que presume. Sus 23 puntos no parecen totalmente conectados a lo que ha mostrado en la cancha. Al América le falta credibilidad futbolística y no puede, insisto, justificarlo en los resultados, porque Herrera sabe que cuando lleguen los momentos decisivos necesitará más de lo que ha mostrado hasta este momento.

Jugar bien es una necesidad del futbol y una obligación de ciertos equipos. El León pone la muestra: se puede ser competitivo jugando bien al futbol. Una cosa no va divorciada de la otra...

@Faitelson_ESPN