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¿Arruina Chivas llegada de Almeyda a Rayados?

LOS ÁNGELES -- ¿Por qué Matías Almeyda descartó la oferta de Rayados de Monterrey? Tanto su representante Santiago Hirsig como Duilio Davino aceptaron el lunes que las pláticas estaban a punto de cerrarse con champaña.

¿Quién pierde más, Almeyda o Rayados? Ambos. Si hay un ganador es Terremotos de San José, que se exponía a un movimiento telúrico peor que sus crisis deportivas de años anteriores.

1.- Almeyda estaba por recibir un Ferrari, medio estropeadón por la impericia del conductor de carritos de supermercado, Diego Alonso.

Sin embargo, el plantel, que bien necesita una cirugía en algunos anquilosados y aburguesados en Monterrey, es aún en nómina, uno de los más caros y costosos.

En las negociaciones, había un asunto espinoso: esa misma renovación del equipo, lo que implicaba a Monterrey abrir de nuevo esa poderosa chequera que ha despilfarrado 83 millones de dólares en sus recientes e improductivos fichajes.

2.- Rayados necesita un entrenador con el perfil de Almeyda. Capaz de rescatar un vestidor en problemas y sacar lo mejor de cada uno de sus futbolistas, cierto, a veces con alianzas que pueden resultar peligrosas.

Monterrey acude al Mundial de Clubes y aún está en esa fila de menesterosos que bajo el amparo de la aritmética simple, aún puede meterse a la Liguilla. Tiene 16 puntos y necesita al menos 11 de los 15 que estarán en disputa, porque parece complicado que se amarre boleto con 26 en este torneo.

Necesita un técnico capaz de generar un revulsivo poderoso en un plantel que ha enquistado una anarquía en el seno del vestuario, en especial el rechazo a Maxi Meza, por su indolencia mientras cuenta sinvergüenzamente esos 15 millones de dólares de salario por cinco años.

Pero, Almeyda y Monterrey, de momento, rompieron toda relación. Esto ha desbocado el alud de especulaciones. Revisémoslas y tal vez, al final, la realidad es que todas juntas, puedan ilustrar la verdad.

1.- CHIVAS, MANZANA DE LA DISCORDIA…

Se había comentado hace semanas, el acercamiento de Chivas con Ricardo Peláez. Éste sólo espera el finiquito de Cruz Azul, para cerrar su divorcio de La Noria. Mientras no rompa contrato no puede firmar con nadie, o perdería la indemnización fijada en su convenio.

Pero, Amaury Vergara sabe que un golpe mediático, brutal, de reconciliación con sus disidentes aficionados, sería combinar el anuncio de la llegada de Peláez y el retorno de El Pelado.

Esta fórmula, esta ecuación, sedujo más a Almeyda que los titubeos en una solidez de proyecto en las entrevistas con Davino.

2.- EL CLAN ALMEYDA…

La familia de Almeyda vivía en una comodidad extrema en Guadalajara. Ahora, adaptada también a las bondades de Estados Unidos, no quiere seguir como nómada, sino echar raíces.

Recordemos que la familia es para Almeyda una prioridad. Y su esposa e hijos no quieren, de momento, seguir el peregrinaje, a veces insospechado por la profesión del padre. De hecho, se asegura, ya han adquirido la residencia permanente.

3.- APRETARON CINTURÓN…

De último momento, según otras versiones, Monterrey habría replanteado aspectos económicos con Almeyda, San José y el representante Hirsig.

El técnico argentino no tiene obsesión por el dinero. Recordemos que prestó a Chivas más de un millón de dólares para hacer pagos a los jugadores. Ese dinero aún no termina de pagárselo el Guadalajara en su totalidad.

Y entre las desavenencias, se asegura que Almeyda deseaba llegar con toda su tropa, y que Monterrey quería controlar la cantidad de auxiliares, en especial cuestionaba la presencia de Benjamín Galindo (consuegro de Almeyda), con un sueldo muy elevado.

4.- BOTÍN DE REPRESENTANTES

Duilio Davino ha sido demasiado blandito ante las embestidas de los promotores. Llegó hasta a considerar a Sergio Batista, a pesar de sus pésimos resultados como técnico, incluso en su pasaje en el banquillo de la selección mayor albiceleste.

Y los promotores que controlan el vestuario de Rayados, habrían querido colocar a uno de sus propios entrenadores, según informantes en Monterrey.

El riesgo de una revuelta puso nervioso a Davino, quien fue incapaz de rescatar el respeto y armonía ante la crisis que provocó Alonso en sus enfrentamientos recurrentes con algunos jugadores.

Demasiadas posibilidades aisladas. Demasiadas versiones. Por eso, precisamente, tal vez, todas juntas, terminaron por firmar el divorcio aún antes de un matrimonio entre Almeyda y Rayados.