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Renacer de Chivas: Del diván de Peláez al pizarrón de Tena

LOS ÁNGELES -- Luis Fernando Tena recibió de Chivas, un jueves, la cruz, la cachucha, el silbato y un paquete con carne envenenada. El sábado sería arrojado a las bestias cebadas, con plumaje de Águilas. Lo descuartizaron: 4-1.

Y con el innegable lastre incriminatorio de ser recluta del promotor Carlos Hurtado, Tena dirigió un entrenamiento antes de esa masacre. Entonces, ¿el bochorno en el Clásico Nacional debe ser endosado a él o debe ser visto como rescoldo pernicioso de Tomás Boy?

Si excluimos de su saldo ese resultado, por haber sido un simple monigote en la hecatombe rojiblanca ante el América, Luis Fernando Tena (aún con el asterisco de Hurtado) tiene más crédito que sus inmediatos antecesores: Cardozo y Boy.

Tras el sopapo ante El Nido, en la Liga MX, Chivas empató con Pumas y Monterrey, y perdió ante Tijuana. A cambio, venció a Juárez, a Toluca y el sábado le cercenó cresta, pico y espolones a los Gallos Blancos de Víctor Manuel Vucetich. En Copa Mx, venció a Correcaminos y cayó ante Santos.

La aritmética simple bendice a El Flaco en su peregrinar por la Liga: de 18 puntos posibles ha ganado 11, es decir un 61 por ciento de efectividad, insisto sin contar la sentencia de muerte ante el América, que recibió Tena como bienvenida en El Rebaño.

En diez jornadas, con pretemporada incluida y armado el equipo a su antojo, Tomás Boy consiguió los mismos 11 puntos en 10 jornadas. ¿Efectividad? 36.7 por ciento.

Hoy, la realidad es que hoy, el Guadalajara, con una veladora en una mano y una novena de San Judas Tadeo (santo patrono de los imposibles) en la otra, tiene ilusiones de Liguilla.

Cierto, para ello, aún debe filetear los ya fileteados desechos de los Tiburones Rojos, tarea que parece factible, especialmente por ese espíritu de sardinas enlatadas que mostraron ante el América.

¿Debe seguir Tena con Chivas? ¿Es sólo mérito de Tena? ¿Es evidente el impacto de Ricardo Peláez, director deportivo oficial pero no oficializado ante la FMF?

Los números de El Flaco y la forma de jugar de Chivas ante Toluca y especialmente ante Querétaro, deben tener inquietos a Peláez y a Amaury Vergara. Tena, inteligente y respetuosamente, ha dejado los dados de la ruleta en manos de sus directivos.

“La decisión de seguir no es mía, mi contrato ha sido por ocho juegos”, ha dicho el técnico de Chivas, con una sobriedad impertérrita digna de un tahúr en Las Vegas. El as bajo la manga ha sido puesto bocarriba.

¿El efecto Peláez? Por supuesto. Como lo hizo con Cruz Azul, hasta donde no estorbara Pedro Caixinha, el director deportivo que aún no es director deportivo pero que ya trabaja como director deportivo, según las versiones, ha hablado con los jugadores en consenso con Tena.

Sería un Perogrullo de la obviedad decir que las resurrecciones de La Chofis López y de Alan Pulido deben acreditarse al diván de Peláez y al pizarrón de Tena. Uno apretó las tuercas en el consultorio y el otro ajustó la maquinaria en la cancha.

Es cierto, no hay ninguna garantía de que los mercenarios del cinismo, como La Chofis, Pulido y compañía, no vuelvan a las andadas para el Clausura 2020. Así han vivido fraudulentamente de la ubre de El Rebaño.

¿Deben, pueden y quieren seguir trabajando juntos Peláez y Tena? Complicado, especialmente cuando se habla de la llegada de Memo Vázquez, con la garantía de su rendimiento con Necaxa.

Sin duda, para Luis Fernando Tena, vencer a Veracruz y dejar al vuelo de la moneda de otros resultados el pase a la Liguilla, a él lo reinstala como una válida opción para equipos desesperados, más allá, recalco, de esa perturbadora sociedad con Carlos Hurtado.

Su campaña con el León aún está fresca, y si se vio arruinada, según las versiones, fue porque su hermano Alfredo, el Capitán Furia legendario, estuvo a punto de agarrar a golpes a Mauro Boselli, el capo del vestidor de la Fiera, porque estaba minando la autoridad de El Flaco.

Y hay una observación muy seria: Luis Fernando Tena llegaría al Clausura 2020 sin necesidad de pretemporada, ni etapa de adaptación, ni replanteamiento táctico, incluso sin urgencias de acondicionamiento físico.

Hoy, Tena, desde el punto de vista práctico es la mejor opción. Conoce mucho mejor que Memo Vázquez el escenario completo.

Y con Peláez ahí, queda claro que Hurtado no podrá vender piezas defectuosas de su deshuesadero. Ya en Cruz Azul le sacó las manos del bolsillo de Billy Álvarez Cuevas.

Difícil sin duda para Amaury y Peláez, y más aún si después de la Fecha FIFA el Guadalajara zarandea a los restos del tiburón veracruzano.