LOS ÁNGELES -- Mantuvieron su aureola de protagonismo: Cruz Azul como la ilusión y Chivas como la decepción del torneo. La Máquina golpea 1-2 en el Estadio Akrón. Y el grito de lamento rojiblanco, es un heraldo en las redes sociales: #FueraTena.
Chivas niega la crisis. Habla de mal momento. ¿Siete juegos sin ganar, fuera de zona de Liguilla, eliminados de la Copa Mx y sin una idea de juego, tras 38 millones de dólares invertidos, no es crisis?
Luis Fernando Tena no fue indultado por su afición. Pero, sabe que sólo importa el juicio privado ante Ricardo Peláez y Amaury Vergara. Sus argumentos quedaron mudos la noche de este sábado.
Ciertamente La Máquina fue sólo superior en el marcador, pero es donde se contabiliza la historia. Chivas cavó su tumba con errores atrás, y la incapacidad de Uriel Antuna para anotar, en tres posiciones claras de gol. 12 millones, la etiqueta del fiasco.
¿La mejor exhibición de Chivas? Ofensivamente, sí, especialmente por el momento del rival, y por el filtro habitual de Baca y Romo.
Defensivamente, desencaja El Conejo. Brizuela goza en las salidas, pero sufre en la marca, en el recobre, en el despojo del balón. Al final los dos goles de Cruz Azul llevan su sangre de culpabilidad.
Si bien la ausencia de La Chofis López en el inicio le permitió a Chivas ser consistente al frente, y generar de manera vertical y constante, en mano a mano con Cruz Azul, ciertamente la ausencia de J.J. Macías, remitido a la banca, dejaba sin un hombre con gol los empellones rojiblancos.
Porque el Guadalajara disfruta del empuje. Superior en la posesión, ejerciendo la dinámica con la pelota ante la sobria administración de esfuerzos de La Máquina, que responde, insisto en deficiencias defensivas para generar el primero, y canjear el cobro del segundo.
Incluso el 0-2, con la vistosidad del trámite, es evidente que Toño Rodríguez regale un paso. Que lo patos le tiren a las escopetas es una metáfora. Lo entendió tarde.
Y más allá de las demenciales condiciones del VAR, y del comodino e irresponsable Adonai Escobedo, el penalti le da un respiro al Guadalajara, merecido por el esfuerzo, pero percudido por la pereza y complicidad de los involucrados.
Para la segunda mitad, Luis Fernando Tena espera que los castigados en la banca, recapaciten. Envía a Macías y a La Chofis. Éste, demuestra, sin embargo que en Chivas, si juega el 10, el equipo juega con diez.
En un partido de trámite exigente, llevado a un extremo de presión, tensión y pasión, le queda grande a Javier López, quien, en la manifestación de su impotencia, termina por aislarse, y ser improductivo en ataque y defensa.
En el momento álgido de Chivas, cuando codeaba y codiciaba un marcador digno, aparecen dos factores inesperados: Uriel Antuna desperdicia dos calaras oportunidades de gol y por otro lado José de Jesús Corona consuma dos atajadas espectaculares.
Y en momentos de crisis, Antuna ha empezado a vivir en la zona de amargura de la afición. Termina el encuentro entre abucheos, gritos, insultos. Un ángel caído del pedestal de las utopías.
Al final, si este lunes hay un cambio drástico en el Rebaño, será una ironía cruel: el técnico que dio el título más reciente a Cruz Azul, El Flaco Tena, termina siendo crucificado por Cruz Azul.
El horizonte no es mejor para Chivas: Tijuana, León y Atlas.