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Jiménez, Chucky, Tecatito, Guardado, Herrera: ¿El nuevo ADN del Tri?

LOS ÁNGELES -- Algunos claudicaron. Desertaron a mitad de la batalla. Incluso se refugiaron en la MLS. Más de uno, parafraseando a Alvite, jugaba aferrando con la mano una bolsa de tierra lista para su propia sepultura futbolística en Europa. Hoy su futbol tiene más memoria que vigor.

Otros desafían la adversidad. Hicieron de ella lección de sabiduría. Y siguen ahí, confrontando tormentas y tormentos precisamente donde los primeros, renunciaron con los primeros soplos de contrariedad.

Ojo: no han ganado la gran batalla aún, pero no la han abandonado ante el cintilante y tentador edén de la jubilación futbolística en la MLS, o bajo el mejor y compasivo salario para ese regreso sin gloria a la Liga MX.

Para estos, el límite, su límite, les pertenece. No lo concesionan a caprichos de otros. Sus cicatrices los han hecho hombres duros. Son la versión Bruce Willis en las carteleras futboleras de Europa: muertos aún, le atrofian la nariz a alguno y además le roban la rubia al villano con el cinismo de un guiño.

Son los distintos, los inesperados, espontáneos de la proeza. Ellos marcan una línea de comportamiento del jugador mexicano, del nuevo jugador mexicano. ¿Será que finalmente cambien la historia de ese reciclaje infinito del ya mérito?

Raúl Jiménez, Tecatito Corona, Andrés Guardado, Héctor Herrera, y parece que también el Chucky Lozano, asumen estrictamente la lealtad con sus ilusiones incluso ante la deslealtad de algunas circunstancias.

Y lo hacen, ellos, cuando sería tan fácil guiñarle el ojo a su cuna, a su casa, a la MLS, al conformismo cálido y sobreprotector de volver a salir a la cancha exclusivamente en posición fetal, la misma en la que naces, la misma en la que mueres.

Raúl Jiménez fue desdeñado por el Atlético de Madrid. No era lo suficientemente 'kamikaze' y espartano para la Doctrina Cholista. Pero aprendería cuando el mismo Cholo Simeone le abría la puerta de atrás del club.

Le ofrecieron volver a México. Seis equipos y seis ceros. Jiménez hizo del Benfica, el puerto de embarque a la Liga Premier. Hoy es Lobo Mayor de la manada de Wolves. Ya llegaron cartas perfumadas de Manchester United, Real Madrid y Juventus.

A Tecatito Corona lo subieron al patíbulo en el Porto y le dieron la manija de su propia guillotina. “Aquí no vas a jugar donde quieres jugar”. Antes que irse, Jesús Manuel decidió reinventarse: entre los cinco mejores laterales derechos de Europa. El Ínter, dicen desde Italia, tiene a un emisario engordando con pastes de bacalao, espiando al mexicano.

En el primer semestre de 2014, le cierran las puertas dos clubes, y la selección mexicana dejaba una esmirriada rendija abierta. Vagabundo sin brújula. Pero, Andrés Guardado convence a Miguel Herrera ante una recriminación general. Y hace erupción. En el PSV Eindhoven suspiran aún, y en el Betis señorea.

Titular a veces, suplente a veces, capitán al final, y eje del Porto, Héctor Herrera se escapa hacia España con las argucias contractuales. El club portugués quiso exprimirlo, pero se le fue vivo, el hombre que pasó de ser un Franck Ribéry a un Nicolas Cage, ante el espejo amoroso de su entorno.

Sufre en el Atlético de Madrid. Su físico se agota y se agobia. El Cholo Simeone a veces sonríe y a veces gesticula. “No está aún en la normalidad de nuestro juego”, la explicación tiene más misterio que la incertidumbre del mexicano. Pero, Simeone lo quiere ahí, y, ya sabemos, que El Zorrillo es tozudo, ingenioso, guerrero y versátil en la cancha, y hasta fuera de ella como valet eventual de escorts.

Y claro, Hirving Lozano. No pudo engatusar a Gatusso. Y éste lo mandó a casa. Ser expulsado en un partido tiene muchos simbolismos. Ser expulsado de un entrenamiento, es una humillación: “Quien no tiene ganas, puede quedarse en el vestuario por mí”, dijo el técnico.

El Chucky genuino se le atravesó al Chucky pachuqueño. La lección fue aprendida. La prensa in situ resalta la nueva devoción de Lozano en el Nápoli. Gatusso le reembolsa minutos en cada juego, pero le advierte que no basta con correr mucho, sino saber correr para las urgencias del equipo.

En el momento de histeria y alarma, su representante Mino Raiola soltó palomas mensajeras y rescatistas para buscarle un nuevo club, pero el Chucky le dejó en claro que de Nápoli no se va sin triunfar. Sacó sus armas y guardó el berrinche. Hoy el desafía a Gatusso.

Momentos pues adversos para todos ellos. Superados, aparentemente, por todos ellos. Rebelarse ante el acoso. Cuando el entorno ha tirado detelladas, han respondido con tarascadas. Versión futbolera de El Guasón: eran tan buenos, que los hicieron malos para que terminaran siendo implacablemente mejores.

¿Regresarán Raúl Jiménez, Tecatito Corona, Andrés Guardado, Héctor Herrera y Chucky Lozano a México o irán a asilarse en la MLS? Seguramente en los tiempos en que sus piernas y pulmones se rindan antes que sus ímpetus y sus apetitos.

Los futbolistas tienen tutores gratuitos. Pero hay que leer para conocerlos y entenderlos. Radomir Antic, serbio, técnico campeón con el Atlético de Madrid, se graduó de realismo muy joven. Llevó ante su madre el recorte de un diario en el que por primera vez hablaban de él. Ella le respondió: “Hijo, mañana, mucha gente se limpiará el trasero con ese periódico”.