LOS ÁNGELES -- Mazatlán FC reporta tres casos positivos de COVID-19, asintomáticos. Dos de ellos jugadores, uno del staff, y todos ya en confinamiento. La pregunta es una obviedad: ¿debe Chivas negarse a jugar este sábado por la noche en la Copa Por México, un juego de preparación, estrictamente de pre-pa-ra-ción?
Agrava el panorama el que Mazatlán confirme que antes del minitorneo, las 44 pruebas realizadas fueron negativas. Dos juegos después, surgió este brote. Alguien debió violar los protocolos de seguridad o fueron contagiados directamente.
Entre las primeras pruebas y recibir el informe de los nuevos exámenes, los tres infectados asintomáticos habían convivido con sus compañeros, y obviamente con jugadores de Tigres y de Atlas.
¿Vale la pena para los jugadores de Chivas y Mazatlán, para sus propias familias, jugar este sábado por la noche un partido de preparación, simplemente de pre-pa-ra-ción?
¿Vale la pena, para ambos equipos y para la Liga Mx poner en riesgo incluso el Torneo Guard1anes (Apertura 2020)?
¿Vale la pena ocultar entre los clubes los nombres de los contaminados, cuando el anuncio ya estremeció de inquietud a los planteles de Atlas y Tigres?
Cuidado: de acuerdo con el doctor Robert Garry, especialista en Microbiología e Inmunología, los exámenes no arrojan resultados 100 por ciento exactos. Ni de un negativo ni de un positivo, incluso asintomático. “Los positivos falsos son de un 3 por ciento”, afirma.
La doctora Susan Hassig, especialista en Infectología ha advertido a FOX que las personas sometidas a exámenes “pueden obtener un resultado negativo, y piensan, ‘¡oh, genial, no estoy infectado!’, pero de hecho pueden estarlo, y es solamente que la prueba no pudo encontrar el virus en la muestra que se tomó porque la cantidad fue demasiado pequeña para ser detectado”.
Ciertamente, la Liga MX va a obligar a los clubes a que obliguen a sus jugadores a cerrar este minitorneo de preparación. Mazatlán y Chivas serán presionados, más allá de que la incertidumbre que los embarga a todos, e incluso a los planteles de Atlas y Tigres.
Los clubes que han estado jugando en el Estadio Akron esta Copa por México, deben ser sometidos a nuevas pruebas este mismo sábado, al menos, para que aún con la inexactitud de los exámenes, salvaguardar al futbolista y a sus familias.
Seguramente la Liga MX debe estar en alerta. Lo más importante es la salud de los futbolistas y de su entorno, aunque a los dirigentes les importa muchísimo más la salud financiera de este minitorneo y por supuesto, del gran pastel, el Torneo Guard1anes (Apertura 2020).
Más allá del monitoreo imperativo que debe seguirse en todos los equipos asentados en Guadalajara, la realidad es que el riesgo existe, y los hechos no pueden refutarlo: antes de la Copa por México, todos registraban negativo, y este viernes aparecieron tres casos. Algo ocurrió innegablemente.
Chivas dosificó videos e información de cómo se implantaron puntualmente protocolos de higiene en el Estadio Akron. El club se aseguró de no dejar nada a la deriva, aunque el error humano, o negligencia, siempre será un riesgo.
Irónicamente se presentan estos tres positivos asintomáticos de Mazatlán, en la ciudad y en el estado, donde se tomaron medidas de precaución con mayor celeridad y orden que en el resto del país.
Este tema es además un tapabocas para un personaje que ha estado renunciando a usar tapabocas. Miguel Herrera ha dicho a Mediotiempo que “todos (los equipos) dimos negativo” en las pruebas previas al minitorneo.
Molesto, El Piojo aceptó que usará la mascarilla, para “que ya no estén jodiendo”, pero queda claro que, entonces, en su ritmo diario de vida, no hace uso de ella, y que es el reflejo de la indiferencia o ignorancia con las que en México se ha manipulado el COVID-19, al grado de que se tiene más fe en estampitas religiosas que en pruebas de laboratorio.
En horas, la Liga MX deberá hacer un anuncio, y lo mismo debe ocurrir con Chivas, o incluso con el mismo equipo de Mazatlán, que como un acto de seguridad y cortesía, podría anunciar su retirada del minitorneo, insisto, de preparación, de pre-pa-ra-ción.
O al menos, eso recomienda el sentido común, aunque como estableció el escritor español Ramón Gómez de la Serna hace dos siglos: “Ese precioso y necesario don del sentido común, que es el menos común de los sentidos”.