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MLS, un rico pobre; Liga Mx, un pobre rico

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Paco Gabriel: 'La MLS está creciendo en otros rubros; en lo futbolístico no' (3:14)

Luego de los resultados de los cuartos de final de la LCC, nuestro experto habla del papel de la liga de los Estados Unidos contra el mexicano. (3:14)

LOS ÁNGELES -- Espere. Aún falta otro capítulo del anodino, soporífero, cansino y deplorable pasaje de la telenovela: “¿Están al mismo nivel la MLS y la Liga Mx?”. O, en su defecto: “¿Rebasará pronto la MLS a la Liga Mx?”. Bostece, pero no me abandone.

Fijadas las Semifinales de la Concachampions, no hay novedades. Tres equipos mexicanos (Cruz Azul, América y Monterrey) y un estadounidense (Philadelphia Union). El León no es como pinta en la Liga Mx y sucumbió con Toronto. Igual, la configuración de la competencia obligaba a un equipo de la MLS al menos en Semifinales.

Cruz Azul y Rayados resolvieron sin agobios, mientras que el América fue emplazado por tortuosos capítulos arbitrales, y sin duda le espera un acto más de represión conkakafkiana, ante el equipo de Filadelfia, cortesía de los “verdadazos” de Santiago Baños.

Agreguemos una perla de la obviedad: la MLS es superior en varios aspectos, pero inferior en la esencia del futbol: el juego mismo.

Tienen un común denominador ambas ligas: el desesperado afán por el negocio. Sólo que la MLS lo hace de manera ordenada, progresiva, coherente y hasta, en cierta medida, honestamente. En México, la trampa toma el mando, desde trampas fiscales, hasta directivos y técnicos coludidos con promotores, sin descartar capitales percudidos.

Ojo: la pulcritud empresarial no necesariamente hace mejor a la MLS, porque al final privilegia los centavos sobre el deporte mismo, sobre el futbol mismo, al que convierte en un medio y no en un fin. Pero, al menos dignifica sus procedimientos.

Esta sensación de secuestro del futbol, lo explica mejor que nadie, Marcelo Bielsa: “¿No notan que el futbol se parece cada vez menos al aficionado y más al empresario?”. El fanático ha dejado de ser el rostro y la veneración de los clubes. Es entendible, pero no justificable.

¿En qué más se parecen ambas competencias? En la traición a sus raíces. Ambas, MLS y Liga MX abusan hasta la casi extinción del jugador propio, del jugador de raza, del que es esculpido bajo su cultura y su interpretación del futbol.

En Estados Unidos surgen como garbanzos de libra, producto de esa prodigiosa y generosa migración, y la heterogeneidad de su población. Hay más talento del que se descubre, aunque también mucho de ese talento, elige –correctamente-- una carrera universitaria antes que el futbol.

En México, en una invasión de futbolistas de medio pelo, los equipos se olvidan de buscar, reclutar y formar jugadores jóvenes. Prefieren el despilfarro descarado y sospechoso, contratando a jugadores que, incapacitados futbolísticamente para pensar siquiera en Europa, se consuelan con unas vacaciones en México, cobrando salarios que jamás les pagarían en sus países de origen.

Obviamente, al comparar las economías de ambos países, se establece el abismo financiero entre ambas ligas. Aquí, sí hay una competencia desleal, abrumadora, por parte del deporte en Estados Unidos. Una goliza, pues.

La MLS ha establecido como base, una inversión de 325 millones de dólares para una nueva franquicia. ¿Cuántos clubes en México pueden cotizar a semejante altura y sin incluir su estadio de futbol?

En la etapa pre pandemia, la FMF pretendía agregar franquicias a la Liga Mx. Su meta ha sido, es y será, regresar a 20 equipos en Primera División. En ese entonces, las nuevas franquicias costarían entre 30 y 35 millones de dólares. Diez veces menos que el valor de una membresía en la MLS.

Por el nivel de vida de Estados Unidos, la MLS ha podido hacer apuestas rimbombantes y casi estrafalarias. Ha reclutado a jugadores impensables para el futbol mexicano. David Beckham fue el primer terremoto mediático, y después siguieron otros, con Zlatan Ibrahimovic como el más redituable recientemente.


Esos salarios, y esas garantías de seguridad y comodidad, no puede ofrecerlas México. Sin embargo, la MLS suspira, por ejemplo, por André Pierre Gignac, quien tiene una llamada cada seis meses para tratar de seducirlo.

Hablando de probidad, hay una referencia dramática sobre cómo se manejan aspectos fundamentales como la honestidad del jugador y el Fair Play.

El delantero argentino Brian Fernández llegó al Necaxa en 2018, con 24 años, enormes facultades y una penosa adicción. Durante su estadía en la Liga Mx, en la que supuestamente se mantiene un riguroso control antidopaje, jamás se le detectó nada. Jugó 30 partidos e hizo 16 goles. Algunos clubes mexicanos quisieron firmarlo, pero era un secreto a voces el grave problema por el que pasaba.

Deciden venderlo a Portland Timbers en la MLS. Poco tiempo pasó antes de que detonara la bomba. El 14 de noviembre de 2019, fue dado de baja por negarse a someterse a los controles del Programa de Salud y Abuso de Sustancia de la Liga. Ha sido el único futbolista al que se le rescinde contrato por este motivo en la MLS.

En tanto, en la Liga MX, el positivo por dopaje de Víctor Guzmán con Pachuca, fue puesto al descubierto, con meses de retraso, estrictamente porque el jugador fue vendido a Chivas. Después se sabría que en Tuzos había preocupación por los comportamientos del jugador, pero nunca tomó acción ni se lo hizo saber al Guadalajara.

¿Por qué se tardó tanto en dar a conocer el positivo de Guzmán? En pocas palabras, Enrique Bonilla explicó que se traspapeló. ¿Se habrán traspapelado los resultados de los exámenes, fueran los que fueren, de Brian Fernández?

La Prueba B nunca fue abierta. Sin embargo, sin manifestación oficial por parte de la FIFA o la Agencia Mundial Antidopaje, se declaró al jugador absuelto y fue reinstalado con el Pachuca, y ha tenido actividad en la Liga Mx.

Como puede verse, la MLS ha rebasado brutalmente a la Liga Mx en aspectos fundamentales como el financiero y el de integridad, pero, futbolísticamente, que al final es el mediáticamente más trascendente, y no necesariamente el más importante, aún se encuentra por debajo.

Quede pues: la MLS, un rico pobre; la Liga Mx, un pobre rico.