Pero, en definitiva, siempre se produce un punto de quiebre que conduce hacia la solución. Porque, en definitiva, crisis significa eso, "momento de tomar decisiones cruciales", tal cual el origen de la palabra (del griego, krisis).

Esta breve introducción se ha hecho a los fines de trazar una analogía con lo que ocurre con el boxeo por estos días. Tras varios años de errores groseros por parte de los organismos que lo rigen, este deporte ha ido perdiendo credibilidad - valor fundamental de cualquier actividad rentada - entre los aficionados que le dan sustento.

Esto es historia ya sabida y, por ende, no vale la pena ahora ponerse a enumerar el sinnúmero de decisiones desacertadas de las que hemos sido testigo, y que han recibido hasta el hartazgo el merecido cuestionamiento por parte de la prensa.

Sin embargo, un hecho ocurrido esta semana dejó la impresión de que, por fin - muy lentamente, es cierto - parece acercarse el tan anhelado "momento de las decisiones cruciales", que pueden poner fin a una situación que no da para más.

SEGUIDILLA DE ERRORES
Hace algunas semanas atrás, la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) difundió su ranking correspondiente al mes de agosto, confeccionado durante la convención anual del organismo, realizada en la ciudad de Washington D.C.

Las clasificaciones de la categoría de los pesados habían sufrido alteraciones inexplicables con respecto del mes anterior. Boxeadores que no habían peleado recientemente, o que habían derrotado a rivales de muy escasa jerarquía habían ascendido varios puestos, mientras que otros, que habían vencido a oponentes de probada valía, habían retrocedido significativamente.

Por si fuera poco, el canadiense Kirk Johnson había reclamado una explicación a su descenso en los ránkings, amparado por la ley federal conocida como Ley Alí, promovida por el gobierno de los Estados Unidos para controlar las acciones de los organismos rectores del boxeo.

El 27 de julio pasado, Johnson perdió por descalificación ante John Ruiz y en la convención anual de la AMB reclamó, a través de su promotor, Dino Duva, una revancha directa, basándose en que el organismo había quebrantado el principio de neutralidad de jurados y árbitros. La petición fue denegada, explicándosele a Duva que la designación de jurados había corrido por parte de la Comisión Atlética de Nevada.

Consecuentemente, Johnson fue bajado del quinto al décimo puesto en los ránkings de agosto. Pero, entonces, Duva volvió a la carga, solicitando una nueva explicación a este movimiento. De acuerdo con la Ley Alí, la AMB debía responder dentro de los siete días de recibido el pedido.

Pero aquí se abre un interrogante de tipo técnico-legal. El pedido fue recibido el día 24 de septiembre y contestado el 3 de octubre por Gilberto Jesús Mendoza, director ejecutivo de la AMB. Varios medios de comunicación acusaron al organismo de no haber cumplido con el plazo establecido y, por ende, de haber quebrantado la Ley Alí.

Lo mismo ocurrió con Tim Lueckenhoff, presidente de la Asociación de Comisiones de Boxeo de los Estados Unidos (ABC), quien instó a la Comisión Atlética de California a retener el dinero correspondiente a la AMB por la sanción del combate titular entre Eric Morel y Denkaosaen Kaowitchit hasta tanto el organismo le diera una explicación a Johnson. Además, Lueckenhoff solicitó a John Ashcroft, procurador general de los Estados Unidos, que tomara cartas en el asunto.

MEA CULPA EN NUEVA YORK
Hasta allí, los hechos que llevaron a la AMB a encontrarse en una situación tan cuestionada. Sin embargo, el miércoles de la semana pasada, en el hotel Hilton de esta ciudad comenzó una nueva historia, sin dudas mucho más saludable.

La AMB, a través de Mendoza Jr., convocó a una conferencia de prensa, con el propósito de todas las explicaciones del caso. Sin embargo, el evento puede haber sido crucial para el futuro del boxeo, como se verá más adelante.

En primer lugar, Mendoza Jr. aclaró que contestó a Duva el pedido de explicación el día 3 de octubre, asumiendo que el período de siete días con el que contaba legalmente para responder incluía únicamente días laborables, en cuyo caso la AMB habría cumplido con el plazo establecido por la Ley Alí. Este argumento fue avalado por el abogado Robert Mack, aunque, en realidad, a esta altura, ponerse a discutir si la AMB cumplió o se pasó por uno o días resulta francamente una nimiedad, considerando que el tema de fondo es mucho más trascendental.

Mendoza Jr, acompañado por Bolívar Icaza, José Oliver Gómez (Comité de Ratings de la AMB), Renzo Bagnariol, Stanley Christodolou, George Martínez y Bartolomé Torralba (todos miembros del Comité Ejecutivo), explicó que Johnson había sido bajado temporalmente al puesto 5 del ránking, hasta tanto se tratara la apelación interpuesta por Duva durante la Convención.

Una vez que ésta fue denegada, la AMB tuvo una consideración especial para con Johnson, que fue bajado al número 10 del ranking, cuando, siempre según Mendoza Jr., lo lógico hubiera sido quitarlo completamente de los 15 primeros lugares. Esto es lo que ha ocurrido en el pasado, por ejemplo, tras las descalificaciones de Mike Tyson ante Evander Holyfield (1997), Oliver McCall ante Lennox Lewis (1997) y Henry Akinwande ante Lewis (1997).

Una vez dada la explicación exigida por la ley - que, por cierto, no satisfizo en absoluto los intereses de Duva - Mendoza Jr. se encargó de admitir que la AMB había cometido un gran error en cuanto a los ránkings de agostos, confeccionados después de la convención anual realizada en septiembre pasado.

En consecuencia, la AMB decidió modificar los ránkings, lo que, de por sí, representa un hecho inédito y, por cierto, muy saludable. "Somos humanos y cometemos errores", admitió Mendoza Jr. "Problemas técnicos con la información provista a nuestros propios programas, que utilizamos para confeccionar los ránkings, provocaron el problema. Pero estamos aquí para solucionarlo", agregó.

Lógicamente, los nuevos movimientos realizados no conformaron a todos. Pero, en líneas generales, hasta los mismos promotores y manejadores, presentes en la conferencia de prensa (Don King, Norman Stone, Anthony Cardinale, Bobby Goodman, Joe De Guardia, Don Elbaum, Butch Lewis, Carl King, Pat English, Gary Shaw) manifestaron su acuerdo, con excepción de Duva, como quedó dicho.

Esta actitud por parte de la AMB, de realizar un mea culpa de tal magnitud, resulta asombrosa, teniendo en cuenta la arrogancia con la que los organismos rectores suelen manejarse.

Evidentemente, el clamor popular y de la prensa, sumado a la sombra amenazante del peso de la ley, han abierto los oídos de la AMB. A tal punto, que Mendoza Jr. anunció la futura incorporación de la prensa especializada, para trabajar en conjunto con el Comité de Ratings de la entidad.

Si bien Mendoza Jr. no ofreció detalles acerca de cómo va a implementarse este sistema, lo cierto es que se llevará a la práctica en las próximas semanas. Por ahora, se anunció que el periodista independiente estadounidense Charles Jay colaborará activamente, intentando agrupar un panel de varios periodistas del mundo. Como decían los griegos, ha llegado el momento de las decisiones cruciales. La AMB ha entendido el mensaje y está actuando en consecuencia. Ahora está en nosotros darle un nuevo crédito a quienes han tenido la humildad de admitir sus equivocaciones.