Christian Mbilli es número uno en el ranking de las 168 libras del CMB y la AMB, organismos en donde Canelo es campeón.
Mientras los focos en el mundo del boxeo alumbran al ganador entre Dmitry Bivol y Artur Beterbiev para lanzar la candidatura como posible rival de Canelo Álvarez, existe otro oponente que ha estado haciendo ruido en silencio, construyendo su camino ladrillo por ladrillo para desafiar al mexicano. Christian Mbilli parece haber salido del inframundo, ha sorteado todos los posibles obstáculos hasta quedar en primera línea y acorralar a Canelo. Ahora es el retador número uno en dos organismos: Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y Asociación Mundial de Boxeo (AMB), ambos cetros que ostenta el azteca en supermediano. Su promotor Bob Arum ya empezó a mover fichas con una publicación en la red social X: “Christian Mbilli es ahora el contendiente número uno del CMB y la AMB para la corona de peso supermediano de Canelo Álvarez. Una pelea de Mbilli contra Canelo en mayo sería un espectáculo tremendamente emocionante, ya que Mbilli es un boxeador de acción y pegada incesante”, apuntó sobre su pugilista, quien además es tercero en los rankings de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y Federación Internacional de Boxeo (FIB), esta última destronó a Canelo por no cumplir con el reglamento y enfrentar al mandatorio. Mbilli es conocido como ‘La Pantera Asesina’. Originario de Camerún, con carrera amateur en Francia, pero decidió radicarse en Canadá desde que se convirtió en boxeador profesional se ha sostenido invicto en 28 combates y, en 23 de ellos han terminado por la vía del KO. A pesar de no tener nombres de alto nivel en su historial, cumplió con nota alta el examen llamado Derevyanchenko, ganándole con amplia comodidad en 10 asaltos, aunque faltó el nocaut, sobró el espectáculos y el público quedó contento porque buscaba la pelea tirando golpes sin pausas. Con 29 años ya es un boxeador hecho. Tiene esa semilla natural de coraje y a pesar de tener muchas carencias defensivas, la compensa con su enorme capacidad de asimilación, mucha gasolina en los pulmones y una pegada respetable, por ese motivo Arum lo describió como “un boxeador de acción y pegada incesante”. ¿Será elegido por Canelo? ¿La AMB y el CMB en su momento obligarán al mexicano a tomar esa pelea? Hay muchas interrogantes sobre la mesa, pero la realidad para Canelo es que hay más razones para perder que ganar. Más allá de que el espectáculo boxístico esté asegurado por las características del camerunés, Mbilli no es un nombre que engrose el legado del azteca como si lo es Bivol o el mismo Crawford, además el factor económico es el que más pesa actualmente para Canelo, mientras Mbilli no se perfile con el impacto suficiente para generar los millones que desea el mexicano, su nombre seguirá engavetado. ¿Qué pasará? Canelo ha demostrado que no depende de un título para ser estrella. Prefirió perder el cetro de la FIB que medirse ante William Scull y, si algún momento se encuentra nuevamente en el mismo dilema, su pasado responde por su futuro: no dudará en perder uno de sus tres títulos, porque el Canelo empresario y promotor toma sus propias decisiones y elige a sus rivales, ignorando las advertencias de los organismos. ‘La Pantera Asesina’ solo observa a la espera de un milagro de su promotor Bob Arum, que frote la lámpara como lo hizo Eddie Hearn para colocar a Edgar Berlanga en el camino de Canelo.
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