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Jake Paul 'fulmina' a Canelo; De La Hoya divaga y Benavidez grita

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Oscar De La Hoya encontró al 'nuevo' Canelo Álvarez (1:55)

German García reacciona a las noticias más destacas de las últimas semanas en el boxeo mundial. (1:55)

Entre las exageraciones de De La Hoya, el vaivén de Ryan García y el ruido de Paul, seguimos el pulso del boxeo en Contragolpe de ESPN.


De La Hoya anuncia a la nueva cara del boxeo

Hubo un tiempo en el que la palabra de Oscar De La Hoya era ‘palabra de Dios’. Lo de Golden Boy no era solo un apodo, sino también una literal descripción de su momento. De ese De La Hoya solo quedan los recuerdos de su grandeza, porque desde su incursión al mundo promocional en el boxeo los fanáticos empiezan a verlo como si fuera de ‘peso paja’. Y otra muestra de eso son sus más recientes declaraciones en DAZN en donde bautiza a su peleador Vergil Ortiz Jr. como la nueva cara del boxeo después de que Terence Crawford sorprendiera al mundo y venciera a la estrella mexicana. ¿Es en serio Oscar? Ortiz cumplirá 10 años en el boxeo en 2026 y su logro más grande es ser campeón interino superwelter. Nadie está diciendo que es un mal peleador, pero ¿el nuevo rostro del boxeo? Entonces me preocupa el futuro.

Ryan García ansioso por su regreso al boxeo

Quiso ser streamer pero se cansó después de algunos streams, quiso ser cantante, pero no completó el álbum, quiso ser ejemplo con su religión, pero fue tentado por el pecado, quiso ser modelo, pero se ahogó en vanidad... y ahora quiere volver a boxear. Ryan García es un hombre que lo quiere todo, pero ya. Para él la paciencia no existe, ni en su presente ni en su futuro, tampoco en su multiverso. Anunció que volverá pronto al boxeo, sin embargo, ya no causa entusiasmo, probablemente tenga el récord de promesas incumplidas. Como dijo Carlos Irusta en un artículo para El Gráfico sobre Carlos Monzón, “destruyó con la cabeza todo lo que había construido con los puños”.

Jake Paul noqueó a Canelo y Crawford

108 millones vs. 41 millones, hechos no palabras. Le dijeron que lo suyo contra Mike Tyson era puro circo, lo acusaron de hacerle daño al boxeo, lo demonizaron porque sus números “inflados” eran gracias a Netflix y su multitud de suscriptores, no obstante, dos leyendas del boxeo como Crawford y Canelo ni siquiera se le acercaron. En el mundo de la literatura, que un libro sea un Bestseller no significa que sea el mejor libro, simplemente es el que vende más, así es la comparación entre Paul con Canelo y Crawford, aunque no deja de ser interesante para el análisis, sobre todo de cara al futuro. Ahora su “circo” lo lleva contra Gervonta Davis; Tom persiguiendo a Jerry. A pesar de ser una pelea de exhibición el foco lo tendrá encima, sobre todo porque se dice que sus 104 millones de espectadores se debieron al efecto Mike Tyson.

Benavidez y sus gritos en el desierto

David Benavidez es un incomprendido, un tipo con mala suerte. Ha hecho todo lo que le han pedido para ser figura mundial y aun así no encuentra rivales: ganar es su recompensa y perdición al mismo tiempo, debido a que oponentes como Dmitry Bivol y Canelo Álvarez le huyen sobre el ring. Recientemente, en una entrevista con The Ring Magazine dijo que Canelo le tenía miedo. Tal vez usar la palabra miedo es un poco exagerada, prefieren evitarlo porque es una amenaza con su bravura al intercambio y su pegada peligrosa ya sea en las 168 o 175 libras. Por el momento, Benavidez grita por oportunidades que lamentablemente son ecos en el desierto.

El llanto de Xayas: respeto y admiración

Xayas tenía detrás a una estatua, al ‘Cristo Redentor’ de los boricuas: Tito Trinidad. Se derritió al verlo como un helado al sol. Pero más allá del morbo del llanto y del abrazo, esas lágrimas y silencio dicen más que mil palabras. Dicen que Xayas es un niño que no ha perdido su inocencia, es tan solo un admirador más de la grandeza de un ídolo y ni siquiera cree ser una “estrella”, aunque salga a la par de Bad Bunny en el Choliseo y sea vaticinado como la próxima joya del boxeo boricua. Xayas es natural, es espontáneo, es maduro, es joven, es niño y futura estrella, es todo y nada a la vez, es simplemente Xayas.

El final de Chocolatito

La última pelea de Román 'Chocolatito' González reflejó su decadencia. Lamentablemente, el tiempo no lo perdonó. Creyó que podía vencerlo, pero fue aplastado por las agujas del reloj. Se hizo una velada en su casa con un rival de ocho derrotas y 13 victorias llamado Héctor Robles, un mexicano que en el fondo sabía que se dirigía a ser “sacrificado” en Managua, Nicaragua. No obstante, se encontró a un Román de 38 años y con una pelea en los últimos tres años. Nada que ver con aquel tetracampeón que reinó en los pesos pequeños. Chocolatito se vio en cámara lenta en sus descargas y capacidad de reacción. Sí ganó la pelea porque estaba en su tierra y, aunque dice esperar al ganador entre Jesse “Bam” Rodríguez y Fernando “El Puma” Martínez, seguramente se arrepentirá cuando vea la repetición de su propio combate.