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Melián: Un triunfo enorme

Clara Lescurat se impuso por puntos en la división mosca, a Mónica González. ESPN.com

BUENOS AIRES -- BUENOS AIRES – Alberto Melián está entre conmocionado, feliz y exultante. ¿Todo eso al mismo tiempo? No es para menos, porque en un soleado y tibio domingo de Buenos Aires, termina de ganarle en la división de los 56 kilos, al campeón olímpico de Londres 2012 Robeisy Ramírez, uno de los grandes favoritos de estos preolímpicos. Y, mientras nos preparamos para hablar con él, revisamos tres victorias del sábado-tarde noche. Primero, la de Marcos Escudero, ante Jean Lesly, de Haití, en 81 kilos, a quien le provoco dos cuentas. “No es cuestión de desesperarse por el nocaut, viene solo y por eso seguí con mi trabajo”, dijo.

Luego vino el triunfo de Alberto Palmetta, quien superó al canadiense Sassan Haghight-Joo, por puntos, en la división welter, 68 kilos.

Palmetta logró una victoria clara y por momentos a su manera –bajando los brazos, exponiéndose- ante un rival rectilíneo y erguido, que no supo resolver la velocidad del argentino. “Esa es mi manera de pelear. Maravilla Martínez también bajaba los brazos –apuntó Palmetta- y tan mal no le fue…”.

A su vez, también el sábado, Clara Lescurat se impuso por puntos en la división mosca, a Mónica González, en una pelea de poco brillo, en donde la argentina impuso su actitud. “Esta es mi gran ilusión y por eso estoy peleando, me siento feliz”, dijo Palmetta, entre lágrimas. “Ha sido un triunfo muy importante para mí”.

A su vez, Lescurat aseguró que “Cuando terminó la pelea, no tenía dudas del fallo, porque fui la que más pegó, aunque tuve una rival que nunca bajó los brazos. Esta es una competencia muy dura y al ser la primera de las chicas en entrar en competencia, también sentía una responsabilidad diferente”.

Por allí aparece Carlos Martinetti, el entrenador de Víctor Emilio Ramírez, “El Tyson del Abasto”, campeón mundial crucero FIB, quien deberá exponer su corona Denís Lebedev, campeón AMB, en una pelea unificatoria programada para el 30 de abril. “En mis tiempos usábamos guantes con relleno de cerda, y se premiaba menos la marcación de muchos golpes, no como ahora”, recuerda. “Todavía tengo presente cómo se llenó el Luna Park para las finales de la Selección Olímpica de Munich, en 1972”.

Los recuerdos persisten y la magia queda: ganar, soñar con una medalla.

Melián tuvo que sufrir, porque fue dos veces al suelo en el primer asalto ante el cubano. “La primera caída fue por una izquierda: él pega muy bien con esa mano, era la más peligrosa, la que había que controlar”, dice. “La segunda caída fue por un golpe, pero también hubo algo de empujón, pero me contaron”.

Claro que hay un detalle. Según los reglamentos de AIBA, cuentan los asaltos ganados y para todos los jueces, Melián obtuvo los otros dos –las peleas son a 3- tras haber perdido el primero. ¿No suena muy coherente? Así son las reglas de AIBA que le permitieron a Melián sacar de competencia a uno de los importantes candidatos del boxeo cubano.

Hasta el 19 de marzo, cuando se realicen las peleas finales, habrá mucho y muy buen boxeo en la Sociedad Rural. Como dice Melián:

“Ojalá mucha gente venga a acompañarnos”. Y tiene razón.