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El día que Muhammad Ali abarrotó el Roberto Clemente

Ya era toda una leyenda cuando pisó suelo boricua.

Llegaba en su mejor momento y precisamente luego de su épico choque bautizado ‘Thrilla in Manila’ en donde detuvo al fogoso Joe Fraizer en lo que ha sido uno de los feudos más grandes en la historia del boxeo.

Para Puerto Rico, la visita de ‘El Más Grande’, Muhammad Ali, en febrero de 1976 con motivo de un combate de puro trámite ante el belga Jean-Pierre Coopman que tendría como sede el Coliseo Roberto Clemente de la ‘Isla del Encanto’, es un recuerdo que todavía está muy vivo en las mentes de muchos.

Se trataba de la primera vez –siendo estrella- que el antes llamado Cassius Marcellus Clay llegaba a la menor de las Antillas para pelear, en un momento en que el púgil manejado por Don King, tenía en principio tomar otra dirección.

“Se hablaba de que era una pelea que iba a celebrarse en un principio en República Dominicana”, recordó Arturo Santiago Rubero, un historiador de boxeo y seguidor de la carrera de Ali.

“Recuerdo que en la cartelera del 20 de diciembre de 1975 en el Coliseo Roberto Clemente, en donde Roberto ‘Mano de Piedra’ Durán defendió con éxito contra Leoncio Ortiz, se le preguntó a King si traería a Ali. Se le dijo que en Puerto Rico habría dinero y fanáticos garantizados. King nos dijo esa noche que garantizaba que la pelea sería en Puerto Rico y que convertiría a la Isla en la Meca del boxeo”, comentó.

Claro, la palabra Meca quedaría muy grande para Puerto Rico, que, aunque con varias estrellas en ese deporte, no podría competir con una ciudad como New York que ya era desde mucho antes la principal plaza. Las Vegas tomaba también el mismo rumbo y New Jersey ocupaba el tercer puesto de entre las sedes primarias.

Pero la palabra ‘Meca’ era parte de esas palabras grandes que utilizaba de adorno el llamado promotor de los pelos erizados que más tarde acrecentó su nombre de la mano de otras grandes figuras, entre ellas la del triple campeón mundial Félix ‘Tito’ Trinidad.

Para Ali, Puerto Rico también fue un destino diferente aunque había tenido una experiencia previa en 1965, cuando todavía era conocido como Cassius Clay y apenas sabía de la relación de la Isla con los Estados Unidos.

En aquella primera vez -que vino literalmente a vacacionar- recibió un reto por parte del entonces campeón semipesado boricua José ‘Chegüi’ Torres.

“En 1965 él estuvo aquí y recuerdo que ‘Chegüi’ lo había retado en esos días”, confirmó Santiago Rubero, quien no le perdió el rastro a Ali tanto en la Isla como fuera de ella.

“Pero Ali le dijo a ‘Chegüi’ que él lucía mejor en su peso (semipesado), y que antes de retarlo, le dijo que tendría que enfrentar a su compañero de guanteo llamado Jimmy Elis, quien precisamente luego se convirtió en campeón mundial”.

Puerto Rico en los setenta no era esa ‘Meca’ de la que King hablaba, pero sí lo fue en el Caribe. Claro, que la Isla también fue testigo –durante y más adelante- de históricas contiendas y plataforma de lanzamiento de jóvenes peleadores que resultaron en grandes estrellas como fueron los casos de Alfredo ‘El Salsero’ Escalera, ‘Mano de Piedra’ Durán, Wilfredo Gómez, Wilfredo Benítez, y muchos otros.

La presencia de Ali para presentar un combate en defensa de sus dos coronas del peso completo -Consejo Mundial de Boxeo y de la Asociación Mundial de Boxeo- abonó también a ese reconocimiento.

El rival de turno de Ali, aunque era conocido como el ‘León de Flanders’, resultó ser un felino de menor escala cuando tuvo al campeón del mundo de frente.

“Jean-Pierre lo apodaban ‘El León’ pero un completo desconocido”, relató Santiago Rubero. “Incluso yo que era un fanático fuerte y estudiaba los récords, no conocía de él. Era lo que llamamos hoy un ‘paquete’. Tenía marca en aquel momento de 24-3 y su única buena pelea fue con Charley Green quien fue precisamente el peleador que retiró a ‘Chegüi’ Torres. Coopman utilizó a Green de ‘chata’ aquí. Y eso lo vi yo”, aseguró.

“Coopman era tan malo que durante un entrenamiento a puerta cerrada en un gimnasio pequeño que había en Caparra Terrace, se le zafaron las manos y lastimó a Coopman”.

Lo observado por algunos como Santiago Rubero fue precisamente lo que se presenció el sábado 20 de febrero en el mítico Roberto Clemente y donde el referí, Ismael Quiñones Falú, fue el tercer hombre.

Incluso, la cachetada previamente ensayada que el humorista puertorriqueño José Miguel Agrelot, conocido mejor por su personaje ‘Don Cholito’, le propinó a Ali a su visita al programa como parte de la promoción del duelo, resultó más contundente que cualquiera de los golpes de Coopman aquella noche ante poco más de 10 mil fanáticos.

“No fue nada competitivo. Fue una falta de respeto para el pueblo puertorriqueño”, dijo Santiago Rubero, aún como si se tratara de un combate celebrado en días recientes.

Pero no era de culpar. Desde el primer campanazo Ali utilizó a Coopman como si se tratara de un mero compañero de guanteo, y éste último literalmente no ripostó.

Ali venció a Coopman a los 14 segundos del quinto asalto para retener así sus coronas.

Pero no todo esa noche resultó ser un infortunio.

La defensa titular del entonces campeón súper pluma Alfredo ‘El Salsero’ Escalera había salvado la noche al retener su título del Consejo Mundial de forma dramática con un triunfo por la vía rápida sobre el neoyorquino José Fernández.

“Traer a Ali fue una cosa grande, pero no del otro mundo al haber elegido a alguien que no brindó competencia. Un Coopman que fue simplemente un peleador de ‘club’. Fue una mala jugada de Don King. Estaba lleno el estadio. Repleto por lo que Ali representaba, pero él no fue la parte buena. La parte buena, la mejor pelea de la noche fue nuestro campeón Alfredo Escalera contra José Fernández. Un peleón de campana a campana que salvó la cartelera”, apuntó Santiago.

La emergente figura de Wilfredo ‘Bazooka’ Gómez tuvo su espacio esa noche al noquear en el tercer asalto con apenas nueve peleas profesionales al canadiense Cornell Hall.

Nota del Editor: Este texto se publicó originalmente el 3 de junio de 2016.