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Miguel Cotto se despide como el Rey boricua del Garden

NUEVA YORK -- Desde que demolió a Muhammad Abdullaev en la víspera del Desfile Puertorriqueño de 2005, hasta que terminó con la carrera de Serio 'Maravilla' Martínez con un contundente nocaut en junio de 2014, Miguel Cotto ha dejado claro que es un favorito de favoritos en el Madison Square Garden.

No importa si su rival es oriundo del cercano Brooklyn, al otro lado del East River, el peleador caribeño se despedirá como local en la arena más famosa del mundo.

El cagüeño recogió con gracia la batuta que dejaron su coterráneos Pedro Montañez, Carlos Ortiz, Wilfredo Gómez y Félix 'Tito' Trinidad, y se ha encargado de superar la gloria de estos en el Garden, apodado por muchos como 'el templo del boxeo'.
El sábado, el edificio de la calle 34 y séptima avenida de Manhattan vuelve a rendirse ante los pies del boricua, esta vez para su pelea de despedida del cuadrilátero. Para eso, nuevamente se espera casa llena, como en sus anteriores nueve presentaciones.

El público del boxeo en la Gran Manzana sencillamente adora a Cotto. Y al parecer el sentimiento es mutuo. El retador puertorriqueño no es muy abierto a mostrar sus emociones, pero llega a sonreír cuando habla de sus batallas en esta ciudad. En 2012, recibió una placa por haber llevado a más de 100,000 personas a sus presentaciones en el Garden. Ciertamente, eso fue más que lo que lograron Muhammad Ali, Joe Frazier y Roberto 'Mano de Piedra' Durán, otros grandes favoritos de la afición neoyorkina.

"Es muy bueno estar de vuelta y estar en este lugar, aquí me hice el boxeador que soy", dijo hace unos meses cuando se anunció el combate con Ali. " Vamos a darles un gran show el 2 de diciembre".

Cotto debutó en Nueva York en abril de 2001 para ganar su tercera pelea como profesional, una decisión a cuatro asaltos sobre Waklimi Young en el Hammerstein Ballroom. Cuatro años más tarde, ya era un campeón sólido cuando superó a Abdullaev por nocaut técnico en el noveno asalto en su primera aparición en el Garden. Su promotor de entonces, Bob Arum, aprovechó la coyuntura del Desfile Puertorriqueño, la parada multitudinaria de celebración boricua que se celebra el segundo domingo de junio, para producir el primer lleno total de la instalación en la víspera. Decidió repetir la fórmula en 2006 frente a Paulie Malignaggi, en 2007 ante Zab Judah, en 2009 ante Joshua Clottey y en 2014 ante Martínez. Todas recibieron un apoyo masivo, tanto de los más de 4 millones de boricuas y descendientes que residen en la Gran Manzana, como de los que viajaban de la Isla y aprovechaban el fin de semana para disfrutar ambas celebraciones: la parada y la victoria de su querendón.

¿Cómo se siente pelear frente a Cotto en el Garden? Nadie lo explicó mejor que Malignaggi, un nativo de Brooklyn que fue 'visitante' ante el boricua en el mítico edificio en 2007.

"Es ruidoso, constantemente", dijo Malignaggi a ringtv.com. "No para, no para y se mantiene a un alto volumen. Entonces, cuando el tipo tira un golpe, aunque no llegue, se escucha más fuerte todavía. Uno piensa que no es posible, pero es posible. Recuerdo haber pensado: 'hombre, ni siquiera oigo mis pensamientos ahora mismo'. Llevo esa experiencia conmigo y me ayudó el resto de mi carrera".

Ali, otro nativo de Brooklyn que será 'visitante' ante Cotto, ya sabe qué esperar. El peleador admitió que que ha estado como espectador en varios de los combates del puertorriqueño en el Garden.

"Va a ser de locura, podría ser abucheado aquí y allá", dijo Ali a Kieran Darcy, de ESPN.com, cuando se anunció el pleito en octubre. "Pero voy a tener a mi gente en el edificio también. No dejo que nada de eso me distraiga. Estoy en una misión".

Fuera de la fecha emblemática de junio, enfrentó a Shane Mosley en noviembre de 2007, a Michael Jennings en febrero de 2009, noqueó en diez asaltos a Antonio Margarito en pelea de revancha en diciembre de 2011 y fue superado por Trout en diciembre de 2012, su única derrota en el legendario estadio.

Para completar su historial exitoso en Nueva York, en junio de 2010 -otra víspera de la parada puertorriqueña- ganó el cetro de las 154 con un nocaut en ocho asaltos ante Yuri Foreman, en el primer cartel de boxeo del nuevo Yankee Stadium.

Cotto acaba de entrar en la conversación sobre los mejores boxeadores puertorriqueños de todos los tiempos, junto con Félix Trinidad y Wilfredo Gómez. Pero desde hace mucho tiempo es el Rey boricua en el Garden. Ni Gómez, ni Trinidad, ni Wilfredo Benítez, ni siquiera Héctor Camacho, considerado como local en la ciudad, igualaron lo que ha logrado hasta ahora en el Garden y en Nueva York.

"El público aquí me ayuda muchísimo", narró Cotto en 2012. "Me ha dicho cuándo debo boxear; me ha dicho cuando debo ir a pelear y atacar. Saben mucho de boxeo y eso los hace diferentes a cualquier otro lugar".

El sábado 2 de diciembre, Cotto tendrá la oportunidad de terminar con gloria una carrera que lo llevará al Salón de la Fama. Espera dar una gran actuación en su despedida, y seguramente, tendrá al público de su lado cuando enfrente a otro nativo de Brooklyn que no se sentirá en casa.