Este sábado habrá fiesta de boxeo en Hermosillo, Sonora, sube al ring su hijo pródigo, Juan Francisco Estrada (39-3,26 KOs), para defender su cinturón CMB de las 115 libras contra el estadounidense que vive en Tijuana, Dewayne Beamon (16-1-1, 11 KOs).
Para El Gallo será un regreso al Centro de Convenciones para recibir el cariño y el apoyo incondicional de su gente. Esta batalla, en la teoría previa, sería el preámbulo de una de las grandes metas de Estrada: unificar ante otros campeones. En este caso, el monarca AMB, el británico Khalid Yafai.
Pero, ¿es prematuro pensar en una unificación antes de verse las caras en el ring con Beamon? Es posible que, efectivamente, en la prisa por empujar sus planes de unificación, las promotoras Zanfer y Matchroom Boxing de Fernando Beltrán y Eddie Hearn, respectivamente, se estén apresurando.
Es que si bien Estrada sube como favorito absoluto este sábado ante Beamon, no será tarea sencilla vencer al estadounidense. Él también sube a jugarse muchas cosas en esta pelea, una batalla que siempre fue prioridad entre sus metas, cuando decidió cultivar su boxeo en territorio mexicano.
Nuevas herramientas de Estrada, una posible novedad
Estrada tiene la naturaleza boxística de los buenos campeones, su boxeo está en permanente evolución alimentado por su responsabilidad profesional y aplicación al duro entrenamiento. Al Gallo es difícil vencerlo por su balance táctico y cualquier rival que lo enfrente debe planificar su pelea en más de un escenario.
Seguramente para este sábado, el sonorense tendrá más de una herramienta disponible a lo que ya conocemos de su naturaleza boxística. El Gallo es un boxeador agresivo que suele calcular los riesgos de manera inteligente. Pone presión, sin caer en locuras y no duda en dar el paso atrás si se ve en una posición ofensiva vulnerable.
El siempre apuesta a los golpes de poder, a la efectividad y sobre todo, a desnivelar el combate desde lo táctico. Al fin y al cabo, en el boxeo quien posee la inteligencia debe utilizarla de forma sabia para establecer las diferencias en un combate.
El rival de este sábado, plantea ecuaciones diferentes a las de sus últimas peleas. Beamon tiene la escuela estadounidense modificada en México, algo que de antemano plantea incógnitas a cualquier preparación de la pelea. Por ello, es posible que a lo usual de Estrada, nos encontremos con alguna alternativa táctica novedosa, que bien puede ser un boxeo conservador buscando confundir a su rival o lo contrario, ir por todo temprano intentando lo que tampoco sea esperado: un KO en las primeras de cambio.
Esa es la primera conclusión previa sobre lo que se debe esperar del campeón mundial súper mosca, no hay certeza absoluta sobre el Estrada que veremos en el ring.
Beamon, un rival peligroso
Si tuviéramos que definir con una sola palabra el boxeo del estadounidense, rival de Estrada, deberíamos llamarlo de, ‘versátil’. Beamon es en esencia un boxeador de naturaleza agresiva, que, posiblemente, su experiencia mexicana ha domesticado otorgándole otros instrumentos, entre ellos, el control sobre sí mismo.
Es un púgil rápido, de pocos movimientos laterales, pero que utiliza muy bien la doble marcha frontal, o sea, avanza o retrocede con buen criterio táctico. Su cualidad ofensiva, pasa primero por los movimientos de péndulo con los que busca engañar el rival a la hora de soltar sus combinaciones entrando. De eso se trata su boxeo en ataque, entrar, golpear y salir. Allí radica toda su peligrosidad, lanza muchos golpes en el corto espacio, pega con las dos manos, no elige el lugar donde colocar los golpes, pero es muy certero con los mismos y muy ágil para salir de la zona de peligro.
En defensa comete errores, especialmente por desatenciones. También sorprende, asimismo, que utilice poco el jab, excepto cuando lo emplea invertido para golpear la zona media del rival. Donde si notamos una buena evolución, bajo influencia mexicana, es en el uso del gancho. Por afuera, con las dos manos o por la calle central. El otro instrumento ofensivo interesante en su arsenal, es la recta de abajo hacia arriba a la salida de un movimiento de cintura. Como si fuera una gambeta en el fútbol para desacomodar al rival antes de superarlo.
Sus mayores defectos están sus momentos de desatención y la falta de golpeo duro a la zona blanda del rival. Es posible que, por la misma influencia mexicana, ya lo haya superado y tal vez nos sorprenda este sábado buscando cortarle la respiración a Estrada con ganchos a la zona de flotación. Es una incógnita.
Como sea, de lo que haya aprontado en el campamento previo se desprenden las incógnitas que de antemano nos plantea cualquier especulación sobre el Beamon que veremos en Hermosillo.
¿Qué pelea veremos?
Respetando las posibilidades y sorpresas ya marcadas en el planteamiento táctico de cada uno, me inclino por imaginar una pelea tranquila en los primeros dos o tres episodios. Habrá respeto y mucha estrategia pendiente de lo que haga el rival, antes de elegir un plan de batalla.
Superado esos primeros asaltos, es de esperar que sea Estrada el que tome la batuta, controle el ritmo del combate y se mantenga siempre activo en el ataque. Lo de Beamon será esperar, entrar a colocar combinaciones y retroceder. Por momentos, cuando se lo permita el rival, soltará sus buenas ráfagas en el corto espacio. Son altas las posibilidades que se den buenos intercambios.
En ese aspecto el público tendrá mucha incidencia en empujar la acción. Todos querrán ver un KO de El Gallo y este tratará de complacer a su fanaticada. Por ese aspecto, la pelea puede caer en terreno peligroso para el campeón. De todas maneras, Estrada es el favorito y ganará el combate. No obstante, es difícil imaginar el KO, Beamon es fuerte, no es fácil llegarle con golpes de poder y asimila castigo si es necesario, aunque no hay que descartar un posible TKO tarde en la batalla, cuando imaginamos un dominio abrumador del mexicano.
Después, seguramente, ya se hablará encima del ring sobre esa unificación deseada contra Yafai. Pero no antes, primero Beamon, que no es para nada una perita en dulce.