Los números de CompuBox dejaron entrever en parte el dominio de Anthony Joshua sobre Andy Ruiz en la anticipada revancha desde el Diriyah Arena en Arabia Saudita.
Joshua demostró un boxeo fino, desde afuera con su potente jab como escudo, para recuperar sus títulos FIB/AMB/OMB de peso pesado en un triunfo por decisión unánime contra el mexicano, vengando su sorpresiva derrota del pasado 1 de junio.
El campeón británico lució grande y fluido con sus movimientos, evitando que Ruiz pudiera llegarle con frecuencia y utilizando su jab de manera eficiente a través del combate.
Joshua superó a Ruiz en golpes conectados en cada asalto excepto el octavo. En total, 65 de sus 107 golpes conectados fueron jabs, lanzando un promedio de 23 de esos por asalto.
Esos 65 jabs de Joshua fueron 5 más que el total de golpes conectados de Ruiz, quien apenas pudo acertar 60 de 261 golpes lanzados. En total, 270 de los 373 golpes lanzados de Joshua fueron jabs (72%).
Joshua sufrió en la primera pelea al no poder establecer ese jab que tan efectivo lo hizo ver en la revancha; en aquella pelea del 1 de junio, Joshua solo conectó 24 de 104 intentos de jab (23%).
El jab de Joshua también sirvió para neutralizar la potencia de Ruiz, que se vio limitado a un promedio de solo 5 golpes conectados por round, lanzando apenas 22.
En los siete asaltos que duró la primera pelea, Ruiz superó a Joshua 56-47 en golpes conectados con un porcentaje de conectados de 27%; en la revancha, ese porcentaje descendió a 23% al verse frustrado en su intento por lograr combinaciones.
En términos de golpes de poder, una estadística que Ruiz ganó 39-23 en la primera pelea, Joshua también fue más efectivo. Conectó 42 de 103 golpes de poder lanzados (41%), mientras que Ruiz terminó con 37 golpes de poder conectados (de 130, 28.5%).