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Jeremías Ponce ganó dos veces

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La victoria de Jeremías Ponce en Newcastle, Inglaterra, fue, por expresarlo de alguna manera, por lo menos, doble.

Le ganó primero a Lewis Ritson, cuando el padre del boxeador, y su técnico, tiró la toalla en señal de abandono. Iba el primer minuto del décimo asalto y el boxeador inglés, abrumado por el castigo recibido, cayó, de rodillas. Se notaba en la expresión de su cuerpo que no podía más. Había soportado una tremenda presión del argentino durante casi toda la contienda. Sin embargo, y aunque voló la toalla desde su esquina, el referí Steve Gray –un hombre de larga trayectoria-, no la reconoció. De hecho, Ponce interrumpió el festejo iniciado para indicarle que ahí estaba la toalla, pero no. Hizo seguir la pelea.

Y Ritson, que ahora suma su segunda derrota en 23 peleas con 22 triunfos y un empate, ya de pie, volvió a la lucha, pero se notaba que era inútil.

Ponce, que se anotó su victoria número 18 antes del límite en una campaña sin derrotas de 28 combates, volvió a descargar su artillería, y de nuevo, cayó el inglés, de rodillas, la cabeza prácticamente hundida en el pecho, agobiado física y mentalmente.

La pelea fue muy dura desde el comienzo. De hecho, Ritson se vio complicado en el primer asalto. “Le metí una mano muy fuerte al cuerpo –dijo luego Ponce- que le dolió mucho, pero que se aguantó, no sé cómo, pero siguió en pelea, Lo felicito, porque fue un gran rival”.

De ahí en más, Ponce fue prácticamente el dueño de la pelea, porque mantuvo una intensidad permanente, ante un hombre que a veces se daba vuelta para esquivar los derechazos del argentino, casi ofreciendo peligrosamente su nuca.

Encontró el camino Ponce con los uppercuts, que se metieron entre la guardia del rival, levantándole la cabeza y poniéndolo en aprietos. Eso sin contar con que trabajó duramente al cuerpo, por lo que los rounds pasaron con un hombre entero (Ponce) y otro que se fue deteriorando por el castigo recibido (Ritson).

Maltrecho, se fue a la lona por tercera vez en ese fatídico décimo asalto. Fatídico para él, se entiende, porque en esa última caída se referí finalmente se dignó a detener las acciones, con un tiempo oficial de un minuto y 24 segundos del décimo asalto.

Inexplicable lo del árbitro, porque si bien es cierto que no siempre se acepta la toalla, sea ese camino o la invasión de ring marcan el final de una pelea. Y, teniendo en cuenta que el padre de Ritson y el referí se deben conocer bien, Gray no solamente ignoró la toalla sino que además, la tomó y la lanzó al ring side. De hecho, alguien del público o de la organización –como se vio en televisión- le devolvió la toalla al rincón…

Ganó Ponce en un combate eliminatorio de la IBF (Federación Internacional de Boxeo) en la categoría super ligero. Se especula que podría llegar a pelear con el escocés Josh Taylor, campeón unificado de la categoría. “Acá me trataron muy bien y si tengo que volver, lo haría gustosamente”, dijo Ponce que cuando terminó la contienda se arrodilló junto a su rival caído para felicitarlo.

Así de noble es el boxeo.

Así de grande fue esta victoria. Un argentino ganador en Inglaterra, y en el round número 10. Como alguien expresó en las redes sociales, una señal del Diego.

Ganó Jeremías Ponce, hombre del equipo de los Zacarías, apellido ligado a campeones como Látigo Coggi o Sergio Palma. Ganó Jeremías, ganó por lo menos, dos veces, ganó el boxeo argentino…