<
>

Julio César Chávez se despide de los encordados en Guadalajara

Julio César Chávez cierra su etapa de despedidas definitivamente del cuadrilátero, este sábado en el estadio Jalisco

El más grande peleador mexicano de todos los tiempos, Julio César Chávez, se retirará este sábado de los encordados.

Ante miles de fanáticos en el Estadio Jalisco, el primer tricampeón mundial de México pondrá fin a una serie de exhibiciones que comenzaron hace algunos años y con las que logró recaudar fondos para diversas causas, entre ellas apoyar la lucha contra las adicciones a través de sus clínicas de rehabilitación.

Su rival será Héctor Camacho Jr., hijo de su otrora rival Héctor ‘Macho’ Camacho. Durante la semana calentaron un poco el ambiente, pero en estos días se suavizaron con la promesa de darle a lo fans un espectáculo decente. La pelea es a 4 rounds. En el pesaje reportado, JC dio 143 libras por 146 de su rival, aunque al parecer eso es lo de menos.

A los 58 años de edad, a unos días de los 59, JC se va agobiado por algunas lesiones, pero feliz porque en todos estos años, además noqueó a las adicciones y hasta cantó tener ya 12 años libre de alcohol y drogas. Agradeció el apoyo de Guadalajara y también de los seguidores en espera de abarrotar el inmueble, cada del Atlas del balompié mexicano.

Contra Mario ‘Azabache’ Martínez, en varias ocasiones frente a Jorge ‘Travieso’ Arce, contra amigos y demás, JC realizó varias exhibiciones, logrando incluso un récord de asistencia en Hermosillo, Sonora. Se quedó en el tintero la que tenía programada contra Óscar de la Hoya.

Se va JC Chávez acompañado de sus hijos, Julio César Jr. y Omar, quienes van a tomar parte en la cartelera. ‘Julito’ se verá las caras ante la estrella de las artes marciales mixtas, Anderson Silva, y Omar cerrará la trilogía contra Ramón ‘Inocente’ Álvarez.

El ‘César del Boxeo’, que fue reconocido como huésped distinguido de Guadalajara, se va aquejado por algunas lesiones, pero contento por el amor que le dedicaron en todo este tiempo los fanáticos, que fieles a su estilo, nunca dejaron de gritar a todo pulmón: “Chávez, Chávez, Chávez, Chávez, Chávez”.