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Deontay Wilder asegura que esta vez contra Tyson Fury la historia será diferente

LAS VEGAS -- Deontay Wilder reiteró que está convencido de que Tyson Fury hizo trampa cuando lo venció, después de castigarlo durante siete asaltos en febrero pasado, la segunda vez que ambos pesos completos se enfrentaron.

Wilder asegura que los guantes de Fury estaban cargados y que su entonces entrenador le dio en el agua un relajante muscular, que impidió que soltara golpes con mayor potencia, la que por cierto es su especialidad.

"El haber visto ciertas cosas que ocurrieron en la segunda pelea me ayudaron a mejorar como hombre y como boxeador, aumentando mi hambre de gloria", dijo Wilder (42-1-1, 41 ko's), de 35 años. "Yo necesitaba todo lo que sucedió en aquella pelea, fue una bendición encubierta".

Wilder ha noqueado a casi el 98 por ciento de sus rivales y la única derrota ha sido contra Fury, en la que fue la última cartelera con arena llena antes de que explotara la pandemia en Estados Unidos.

Esta vez, ambos púgiles completarán la trilogía que empezó en Las Vegas en el 2018, cuando los jueces decretaron un empate, después de los 12 rounds, en el que los dos intercambiaron caídas a la lona.

En la segunda versión, en febrero del 2020, Fury maltrató a Wilder durante los siete asaltos, antes de que su entonces entrenador detuviera el combate. La tercera pelea, que se realizará en la T-Mobile Arena, debió suceder el 28 de julio pasado, pero Fury resultó contagiado de Covid y se pospuso para este sábado.

"La pelea del sábado por la noche será distinta", afirmó. "Las trilogías como esta no son comunes y en verdad pienso que esta será histórica".

"Hemos estado con todo desde el primer día tras la última pelea", añadió. "Sin parar. Las demoras nos beneficiaron. Conté con todos mis hermanos junto a mí desde el principio de este campamento de entrenamiento".

Fury sólo se burla y de manera irónica dice que, si hacer trampa es darle una golpiza porque llegó bien preparado a boxear, entonces sí hizo trampa. Y que Wilder debería estar agradecido de que el entrenador tiró la toalla en el séptimo asalto o en caso contrario quizá lo hubiera matado.

"Wilder es una persona mentalmente débil y lo noquearé este sábado por la noche", dijo Fury (30-0-1, 21 ko's), de 33 años. "Yo lo aniquilé en la revancha y veré mucho más de lo mismo en nuestra tercera pelea. Me decepcionó. Pensé que me demandaría más vencerlo. Pero al final no tuve ningún problema".

Ambos púgiles el miércoles intercambiaron amenazas, ofensas y de todo en la conferencia previa a su tercer enfrentamiento que para muchos puede ser la Pelea del Año.

"Yo soy el último hombre parado entre Deontay, Anthony Joshua y yo", agregó Fury. "Soy el último invicto, el dos veces campeón del peso pesado que nunca ha sido derrotado en una pelea. Eso es historia.

Sin embargo, Wilder tiene su propia opinión.

"Prepárense para la guerra", advirtió. "La pelea del sábado por la noche será espectacular. Me vestí de rojo hoy, ya que quiero mi venganza en sangre. Ya quiero que llegue ese momento".

La función del sábado en la T-Mobile Arena de Las Vegas, protagonizada por Fury y Wilder, se transmitirá a través de ESPN+ en el sistema de Pago Por Evento.