Después del campamento de altura de siete semanas en el Centro Ceremonial Otomí en Temoaya, Estado de México, el "Terrible" Morales dijo que "arde" en deseos por enfrentar a "Bobby Boy" Velárdez para cobrarle una venganza familiar y para enseñarle, de paso, que todo deportista debe ser respetuoso y mostrar sus valores ante la gente.

En ese sentido, el mexicano dijo que no se le olvidan los desplantes altaneros y prepotentes con los que Velárdez llegó a Tijuana cuando se enfrentó a su hermano Diego "Pelucho" Morales, a quien venció injustamente por una inmerecida descalificación después de ir perdiendo la batalla.

En aquella ocasión, informa el portal de internet Box-Latino.com, Velárdez no le dirigió la palabra a nadie, ni en la conferencia de prensa y se negó incluso a saludar de mano a la gente por miedo a un "contagio" (sic).

"Todos los deportistas deben mostrar, en todo momento, sus valores y educación, pero sobre todo cuando acudes a la ciudad de tu rival deportivo. Sin embargo, el comportamiento de Velárdez en Tijuana no fue precisamente el mejor y de ahí me nació cierta animadversión hacia su persona", comentó Morales.

El "Terrible" agregó en conferencia telefónica que nadie, ni las superestrellas de este deporte, tiene el derecho de faltarle el respeto a la gente. "Siempre hay que mostrar educación y esos desplantes se los voy a hacer pagar arriba del ring", externó.

Asimismo, Erik Morales mencionó que la motivación de su siguiente compromiso también viene por el deseo de cobrar una venganza familiar, pues el llamado "Bobby Boy" derrotó injustamente a Diego Morales debido a una descalificación.

"Quiero aprovechar esta pelea para dejar en claro que mi hermano debió haber ganado aquella vez. Además, antes de esa pelea lo único que mencionó Velárdez es que su deseo era pelear conmigo, pues el tiempo le ha cumplido. Lo voy a noquear, tiene el estilo exacto para permitirme hacer mi boxeo y acabar antes del límite", expuso el tijuanense.

Erik Morales agregó que cuando le mencionaron la posibilidad de pelear ante Velárdez, su primer impulso fue consultarlo con su hermano Diego. "Pelucho de inmediato me dijo que aceptara la pelea, que me serviría para mostrarme plenamente porque tenía todo para despedazarlo".

Sólo me dijo, añadió, que me cuidara de ciertos golpes, pero nada de cuidado. "Si yo que tengo guardia zurda y soy más pequeño pude tumbarlo cuatro veces, tú que eres más grande y fuerte lo vas a despedazar", fueron las palabras que Diego empleó para motivar a Erik a tomar la pelea.

En tanto, Erik Morales confirmó que la del 3 de mayo será su última pelea en la división de peso pluma (126 libras) y que su próximo compromiso lo hará ya en la escala inmediata superior de las 130 libras (superpluma).

"Es definitivo, no hay cambio y no vuelvo a pelear en pluma", dijo Morales, como tratando de dejar en claro que es muy difícil un tercer enfrentamiento ante el capitalino Marco Antonio Barrera.

"No tengo ninguna necesidad de seguirle el juego a nadie. Ya le gané una vez y en la segunda sólo los jueces lo vieron ganar. En el boxeo hay muchos objetivos y el mío es subir de división, y ganar el título de las 130 libras. Yo no ocupo a nadie para seguir mi carrera y ganar buen dinero, quizás otros sí lo hagan, y por eso insisten en hablar de una tercera pelea", señaló.