"A la final!!!Que orgullo! Felicidades chicos! Una vez más!". Mónica Puig es una estrella del tenis mundial, un símbolo del deporte boricua que está a punto de disputar uno de los torneos más importantes del año en Miami esta semana, pero eso no quiere decir que ella no sepa lo que sus compatriotas están logrando a 3,000 millas de distancia en Los Ángeles como flamantes finalistas del Clásico Mundial de Béisbol. "Desafortunadamente tengo que estar pendiente en descansar. Pero si estoy pendiente de lo que están haciendo los chicos y estoy orgullosa de ellos", dijo Puig durante la previa del segundo Masters 1000 del año y a horas de la gran cita de sus colegas. Además, la campeona olímpica boricua sabe mejor que nadie que la epopeya del conjunto boricua de béisbol resuena mucho más allá del bate de cada pelotero. La victoria de la tenista en la final de los Juegos Olímpicos de Rio 2016 ha iniciado una racha de grandes victorias de los caribeños en la arena internacional. Aparte del pase a la final en el WBC, en febrero, el equipo Criollos de Caguas se coronó en la Serie del Caribe, dándole a Puerto Rico su primer título desde 2000. "Obviamente para Puerto Rico es importante, lo máximo, se agarran de momentos así. Estoy muy contenta por lo que están logrando y espero que su éxito dure por un juego más así se pueden traer la copa". Puig compartió varias experiencias con los jugadores del plantel de Puerto Rico, incluyendo un juego de sóftbol de celebridades organizado por el actual catcher titular del conjunto puertorriqueño, Yadier Molina. Su esperanza es la de millones más que seguirán cada out con la misma intensidad que demostraron cuando Puig ganó su oro olímpico. Esta vez, sin embargo, ella es la que estará haciendo fuerza por ellos.
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