F1
ESPN.com 29d

F1: Checo Pérez, con su Red Bull destruido en Mónaco

Kevin Magnussen tocó desde atrás al mexicano en la partida del callejero y lo hizo golpear contra el muro con mucha violencia. La carrera se paró con roja.

Caótica fue la partida del GP de Mónaco, octava fecha de Fórmula 1. El saldo fue la destrucción del Red Bull de Checo Pérez, los dos Haas fuera de carrera, los compañeros de Alpine a los gritos y la bandera roja que paró todo durante casi 45 minutos.

Lo más grave de todo fue lo que pasó con el mexicano, quien de milagro se pudo bajar de los restos de su RB20 sin lesiones. Todo, por una maniobra que Kevin Magnussen podría haber evitado. El danés está contra las cuerdas de ser suspendido por una carrera debido a sus inconductas de este año y en el urbano del principado realizó algo muy peligroso: intentó meterse por donde no había lugar, rozó el guard-rail de la derecha y en el rebote se fue sobre Checo, lo tocó de atrás, lo cruzó en la pista y, ya descontrolado, el tapatío golpeó duramente las barreras.

La imagen del Red Bull asustaba. Sólo la célula de supervivencia estaba entera, después, todo destruido. Al volver del rebote contra la pared, el mexicano enganchó a Nico Hülkenberg, quien terminó envuelto y chocado también por Magnussen en el final de la maniobra. Los dos autos del equipo Haas afuera, producto de la locura del danés.

“Fue un impacto fuerte, tengo dolor de cabeza y malestar general. Pero estoy más molesto al ver cómo quedó el auto. Era totalmente innecesario; primera vuelta, peleando por el puesto 20 e ir tan al límite y no soltar el acelerador. Me pareció muy peligroso y fuera de contexto. A Kevin le pregunté dónde pensaba ir y no llegamos a nada”, dijo Checo.

Magnussen tuvo una visión completamente diferente: “En la subida del casino estaba con mi parte delantera muy cerca de la trasera de Pérez y él se fue para la pared. No sé si no me vio o qué, pero me llevó contra la pared y terminé teniendo contacto con él y con la pared. Parece que no me vio, pero yo no podía desaparecer”.

Los auxiliares de pista debieron trabajar para limpiar la pista, llena de trozo de auto, y ajustar los guard-rail, que se movieron ante la violencia del impacto de Checo.

Y eso no fue todo. Porque los compañeros de Alpine, otra vez, terminaron mal. Esteban Ocon, otro con una lista de antecedentes peligrosos, encerró a Pierre Gasly. El ex Red Bull intentó correrse hasta donde pudo, porque ya estaba el muro. Y el toque fue inevitable: Ocon se montó sobre el auto de Gasly y ¡voló! Los gritos de Pierre por la radio eran la muestra de su enojo por la insólita maniobra de su, supuesto, compañero.

Como si faltara algo, también la pasó mal Carlos Sainz, quien en su intento por superar a Oscar Piastri, se rozó y sufrió una pinchadura. Así, el español siguió de largo con su Ferrari. Para bien el madrileño, la roja le permitió volver a tomar su lugar en la segunda largada, que tuvo a 16 de los 20 autos, con Checo, Ocon y los dos Haas, fuera de competencia.

^ Al Inicio ^