En un fin de semana en el que los daños de los equipos de F1 alcanzaron los 5 millones de euros, Williams fue el que se llevó la factura más pesada. El GP de San Pablo, 21ª fecha de Fórmula 1, fue una carrera costosa para varios equipos. La complicada condición de pista que se encontraron el domingo, en la reprogramada clasificación por el diluvio del sábado, comenzó a pasar factura a las escuderías. Fueron cinco los pilotos que se despistaron y rompieron sus coches: Franco Colapinto, Alex Albon, Lance Stroll, Fernando Alonso y Carlos Sainz. Un rato después, ya en la competencia, el show de despistes y choques continuó. La cuenta global de gastos de reparación de daños alcanzó 5.030.800 euros, pero el que más sufrió fue Williams.
Los dos FW46 del equipo de Grove se accidentaron en la qualy. Colapinto fue el primero, con daños en las suspensiones y alerones. Después llegó el momento del tailandés, quien destruyó su máquina. Con la carrera programada para tres horas después de la clasificación, los esfuerzos de los mecánicos de Williams se posaron en recuperar el auto 43, el del argentino, porque el de Albon era imposible de finalizarlo a tiempo. Colapinto se acercó a los argentinos que lo esperaban frente al box de la escudería inglesa y pidió que alentaran a Williams, por los mecánicos. El trabajo se terminó y Franco pudo estar en la grilla de partida. El final fue con un tremendo impacto en la 32ª vuelta, que provocó daños cuantiosos en el FW46: alerón delantero, morro, alerón trasero, suspensión delantera y trasera y pontones. Williams se llevó los dos autos en una bolsa. De los 5.030.800 euros totales de costos de la F1 en su visita a San Pablo, los de Grove se anotaron con ¡2.296.800! Del total, 1.490.200 pertenecen al auto del argentino. James Vowles habló sobre la situación que vivió su equipo en San Pablo: “La naturaleza de la Fórmula 1 es que puedes tener algunas de las sensaciones y resultados más increíbles, así como algunos de los momentos más bajos que puedes sentir en un deporte. Creo que es justo decir que este fin de semana es el segundo de esos dos. Hemos tenido tres accidentes increíblemente grandes en tan solo unas horas de diferencia y tenemos una enorme cantidad de trabajo para volver a ponernos al día con nuestra situación de repuestos antes de ir a Las Vegas en tan solo unas semanas”, contó el director del equipo. El equipo deberá redoblar esfuerzos y finanzas por el límite presupuestario (135 millones de euros) y tener repuestos suficientes para la visita a Las Vegas, un trazado callejero en el que cualquier error es terminar contra la pared. A las pérdidas por roturas que sufrió Williams hay que sumarle el puesto que cayó en la Copa de Constructores, el torneo que sirve para el reparto del dinero al finalizar la temporada. Los de Grove llegaron a Brasil en el octavo lugar, delante de Alpine y Sauber. Pero los franceses lograron el doble podio con Esteban Ocon y Pierre Gasly, anotaron 35 unidades en San Pablo (el equipo que más sumó en el fin de semana con sprint) y saltó al sexto lugar. Esa posición perdida por Williams (ahora es noveno) significarán a fin de año casi diez millones de euros menos de premio. Con 17 puntos, Williams quedó muy complicado para avanzar en la tabla, porque Racing Bulls, el octavo, tiene 44. Es decir, en tres citas, debería sumar más que las 21 disputadas si quisiera lograr avanzar una posición. Vowles, de todos modos, no pierde la esperanza: “Los Alpine, fueron rápidos en la carrera, sin duda. Se merecían esas posiciones, pero sumaron una gran cantidad de puntos, lo que los colocó nuevamente en una posición muy alta en el campeonato y nos relegó al noveno lugar. Nunca me doy por vencido hasta que llega el momento de rendirme y eso no sucederá hasta que estemos en Abu Dhabi y baje la bandera a cuadros. Tenemos dos pilotos rápidos y tenemos un auto rápido”, cerró.
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